El martes 27 de diciembre, el arzobispo llegó hasta la aldea de Tzisbaj, para visitar a los hermanos de la parroquia San Ignacio de Antioquía, que celebran el primer aniversario de la parroquia.

Sin embargo, la primera actividad que se realizó, fue la firma de documentos, por los cuales, el hermano Manuel, dona una parte y vende otra, para contruir el Centro Parroquial, en la Aldea Tzisbaj.

Se trata de una propiedad de ocho cuerdas y media, ubicada en la periferia de la comunidad.

La actividad en el templo parroquial, inició con la formación que impartió el arzobispo a los fieles que estaban participando en la celebraciones del aniversario.

El arzobispo explicó a los hermanos el sentido de la iglesia, del Reino de Dios y de la actitud que se debe tomar para ser miembro activo de la misma.

Seguidamente, las celebraciones litúrgicas comenzaron con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que se confesaron pecadores.

En todas las actividades que se realizaron, el padre Paulino Bizarro, párroco local, acompañó al arzobispo y le ayudó en las diferentes actividades que se realizaron.

Dentro del marco de las celebraciones litúrgicas, fueron presentados al arzobispo ocho hermanos de la comunidad Com, para que se les administrara la confirmación de la crismación y el envío misionero.

El arzobispo recordó a los jóvenes los compromisos que asumían y, después de recibir su aceptación, procedió a aministrar las unciones correspondientes.

También con ocasión del aniversario de la parroquia San Ignacio de Antioquía, los hermanos prepararon un grupo de una docena de niños para hacer la primera reconciliación y la comunión solemne.

El arzobispo les explicó cómo a través de la eucaristía se cuple la promesa de la presencia permanente del Señor y les animó a frecuentar asiduamente los divinos misterios.

A finales del mes, los hermanos miembros del consejo pastoral, completarán los dos años para los cuales fueron elegidos.

El arzobispo les agradeció todo el servicio que ha prestados, les animó a seguir activos, colaborando con la iglesia y oró por ellos y los bendijo.

Después de hacerlo con los miembros salientes del consejo pastoral, el arzobispo invitó a los nuevos miembros del consejo pastoral entrante a acercarse para orar por ellos y bendicirlos.

Ante todo, les agradeció su disponibilidad para ser miembros del consejo. Luego les orientó acerca de la forma de realizar el ministerio en forma adecuada. Finalmente, les recordó el rol indispensable que tienen de ser vínculo entre la comunidad local y el arzobispado.

La actividad en la comunidad de Tzisbaj, concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por el padre Paulino, párroco local.

Los hermanos acudieron en forma masiva a comulgar con los santos misterios y el arzobispo les animó a que con la mayor frecuencia que les sea posible, acudan a comulgar con este santo alimento, que da vida eterna

El miércoles 28 de diciembre, el arzobispo llegó hasta la sede de la parroquia El Buen Pastor de Amparo Agua Tinta, Margaritas, Chiapas, México, para presidir el decanato de Chiapas.

Participaron delegado de la mayor parte de comunnidades del área, así como los padres José Alfredo Hernández y Francisco Diego, quienes trabajan pastoralmente en el área.

Después de la formación que impartió el arzobispo y que giró en torno al tema del Reino de Dios, con sus características e implicaciones, se abrió el diálogo.

Entre lo que se realizó en este momento, se hizo la presentación de dos hermanos de la nueva comunidad de El Corralillo, en el área de Comalapa, así como de la comunidad de Maravillas Tenejapa.

Terminado el diálogo, se presentaron los informes pastorales de los diferentes sectores, así como de los presbíteeros que lo consideraron oportuno.

Se compartió cuáles son los criterios que se están siguiendo para reorganizar la acción pastoral en las diferentes comunidades, así como los logros y dificultades que se han afrontado.

Terminada la actividad formativa y de diálogo, se dio inicio a la parte litúrgica, con la administración del sacramento de la reconciliación a quienes se confesaron pecadores.

El arzobispo recordó a los hermanos que el reconocerse pecador es la condición indispensable para que se puedan abrir los tesoros del reino a los creyentes.

A la luz de las reflexiones que el arzobispo compartió en torno a la solemnidad de los Santos Inocentes, invitó a los hermanos a la oración para pedir del Señor la gracia de responder con integridad a su llamada.

Se oró intensamente, pidiendo al Señor la conversión personal, así como de las familias, las comunidades y las parroquias y centros pastorales, especialmente de Chiapas.

La actividad pastoral en la sede de la parroquia El Buen Pastor concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por los padres José Alfredo y Francisco.

Los hermanos se mantuvieron en actitud de constante oración y, en el momento de la comunión se acercaron en gran número para recibir el fortalecimiento en el don de la vida eterna.

El miércoles 28, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de El Pacayal, de la parroquia El Buen Pastor, para hacer la visita pastoral. Se comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación.

El arzobispo animó a los hermanos a asumir una actitud de humildad, de reconocerse pecadores y de profunda gratitud por los dones recibidos, para pode participar de los dones divinos.

Durante la homilía, el arzobispo, a la luz de las lecturas bíblicas, explicó el antagonismo entre la luz, representada por el Señor y las tinieblas, representadas por Herodes.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a clamar al Señor, para ser liberados de las tentaciones de autosuficiencia y orgullo, propias de las tinieblas, para dejar al Señor que su luz inefable ilumina a cada creyente.

Finalmente, la actividad pastoral en Chiapas concluyó con la celebración de la divina liturgia en El Pacayal, presidida por el arzobispo y concelebrada por el padre Francisco.

El arzobispo hizo énfasis en la importancia del sacramento de la eucaristía, como el medio por el que la presencia transformadora del Espíritu del Señor resucitado se mantine activa y se renueva incesantemente en la Iglesia.

El jueves 29 de diciembre, por la mañana, el arzobispo presidió el decanato del nor occidente de Huehuetenango en la sede de la parroquia Renovación Carismática de Antioquía, Guaxacaná, Nentón.

Se contó con la participación de numerosos delegados de la parroquia, así como del párroco, padre Francisco Pastrana y del Padre José Alfredo Hernández, Encargado Pastoral de la zona sur oriental de Chiapas.

Durante la formación, el arzobispo explicó aspectos relacionados con el sentido que tiene la iglesia y su organización, que, aunque está en el mundo, ya no es del mundo.

Seguidamente, se hicieron diferentes preguntas, especialmente, sobre la participación que se debe tener ante las diferentes invitaciones y el orden que existe en las comunidades.

Al final del diálogo, los responsables del consejo pastoral, así como el presbítero/párroco, presentaron una breve relación de la marcha de la parroquia local.

Se constató que ha habido un cierto crecimiento y, sin embargo, que falta una mayor profundización en la organización de la dimensión misionera de la iglesia.

Las actividades litúrgicas dieron inicio con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que habían participado en el decanato.

El arzobispe exhortó a que se hiciera una humilde confesión de sí mismo como pecador, para poder abrir la existencia a la recepción del Reino que el Señor quiere dar a quienes humildemente le abren la vida.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cuál es el sentido del mandamiento nuevo: se trata de amar con el mismo amor de Dios, pues Él da su Espíritu, para poder amarle como Él quiere.

A raíz de estas reflexiones, los hermanos fueron invitados a la oración, clamando al Señor la gracia de despojarse de distracciones y miedos, para ser llenados con el Espíritu Santo.

También en el contexto de las celebraciones litúrgicas, fueron presentadas seis niñas de la comunidad local, para hacer la primera reconciliación y la comunión solemne.

El arzobispo, recordó a las niñas cuál es el sentido de hacer la comunión solemne y les recomendó tener cuidado constante de mantenerse en la presencia de Dios.

El párroco presentó al arzobispo al nuevo consejo pastoral de la parroquia, el cual tomará posesión al inicio del año entrante.

El arzobispo agradeció a los hermanos el aceptar los encargos pastorales y oró para que sean fieles en el desempeño de los encargos que, será el mismo Señor quien les confíe.

La actividad pastoral concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por los padres Francisco y José Alfredo.

El arzobispo animó, como habitualmente, a los hermanos a participar activamente en la liturgia, especialmente a través de la comunión con los divinos misterios.