El sábado 7 de enero, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia en la que se administró el sacramento de la reconciliación a hermanos provenientes de Soloma, Huehuetenango.

Concelebró con el arzobispo el padre Angel Cáseres. El arzobispo invitó al arrepentimiento y al reconocerse humildemente pecadores, para recibir el don del perdón, por la efusión del Espíritu Santo.

Después de la homilía, en la que el arzobispo explicó el sentido específico y original del bautismo cristiano, a diferentecia de las abluciones comunes en el Antiguo Testamento y el tiempo del Señor.

Después de dar las explicaciones correspondientes, se procedió a la administración de los sacramentos de la iniciación cristiana, al niño Mateo Alejandro.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos que estaban participando en la iniciación cristiana de Mateo Alejandro.

Concelebró con el arzobispo el padre Ángel Cáseres. Los hermanos participaron con una actitud de profunda piedad y con una genuina participación en los misterios que se celebraban.

El lunes 9 de enero, hacia el final de la mañana, inició la reunión del Consejo Arzobispal de Guatemala, con la participación de presbíteros representantes de las diferentes vicarías.

Se analizó el programa que se tenía para los Ejercicios Espirituales del presbiterio y se hicieron las modificaciones que se consideraron oportunas, para responder a las inquietudes existentes en el presbiterio y entre los fieles.

El mismo día 9, por la tarde, dio inicio el proceso de ejercicios espirituales en el cual están requeridos a participar todos los presbíteros que ejercen el ministerio de Guatemala.

El arzobispo enfatizó cuáles son las actitudes pertienentes para que, efectivamente, su pudieran recoger los frutos esperados de esos días de oración y encuentro con Dios y consigo mismos.

El lunes 9 de enero, al entrar la noche, se celebró la liturgia de la reconciliación, para todos los presbiteros participantes en los ejercicios espirituales.

El arzobispo hizo énfasis en la importancia que tiene el reconocer la propia limitación y el poner toda la confianza en el Señor, para poder cumplir con fidelidad el misterio que ha sido confiado.

Finalmente, en un ambiente de profunda espiritualidad y entrega al Señor, se celebró la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por los presbíteros participantes.

Los vicarios de las diferentes vicarías proclamaron los cánones establecidos y se vivió un ambiente de recongimiento y comunión profunda con el Señor.

El martes 10 de enero, en el Centro de Formación de Jumaj, Huehuetenango, se formalizó el inicio de los Ejercicios Espirituales del presbiterio de la Arquidiócesis que ejerce el ministerio en Guatemala.

La jornada comenzó con el canto del Oficio Divino y, seguidamente, el arzobispo dio algunas informaciones de carácter histórico y litúrgico sobre las oraciones.

Después del desayuno, el arzobispo dirigió la primera meditación de los ejercicios a los presbíteros de la arquidiócesis, la cual tuvo como tema, el vivir como ortodoxo en la actitud personal.

El arzobispo subrayó que la actitud de vida ortodoxa es fruto del estar lleno del Espíritu Santo y ser continuamente transformado por su acción salvífica.

Al final de la mañana, en el Centro de formación de Jumaj, el arzobispo dirigió a los presbíteros de la Arquidiócesis la segunda meditación de los ejercicios espirituales.

El tema sobre el que la misma fue desarrollada versó en torno a las características e identidad de la espiritualidad de quien es fiel a la iglesia apostólica.

Al comienzo de la tarde, en el centro de formación de Jumaj, Huehuetenango, el arzobispo dirigió la tercera meditación a los presbíteros participantes en los ejercicios espirituales.

Se trató de explicar cuáles son las características en las relación personales que se deben mantener cuando se vive en forma genuina la ortodoxia.

La cuarta meditación, se desarrolló a caer del día martes, en el centro de formación de Jumaj, Huehuetenango.

Se dialogó acerca de cómo debe ser una liturgia que celebra y comunica la realidad de la vida del Señor resucitado.

Por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia de las lecturas bíblicas, en el marco de los ejercicios espirituales del presbiterio de la Arquidiócesis.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis que el realismo con el que se describe la presencia real de la divinad en la humanidad del Señor, implica también el realismo con el que el ministro debe dejar que la divinidad transforme su humanidad.

Después de la liturgia de las lecturas bíblicas, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, la cual fue concelebrada por todos los presbíteros participantes en los ejercicios.

Se celebró con el rito solemne de la liturgia aprobada por Su Santidad el Patriarca, para la Arquidiócesis de Centroamérica. Todos participaron con mucha devoción.

Después de la cena, se tuvo un diálogo en el que el arzobispo recordó cuáles son las prerrogativas que la Constitución de la Iglesia Siro Ortodoxo reconoce al metropolita para los cambios de presbíteros en la Arquidiócesis.

Luego puso a consideración si era oportuno que esa facultad fuera orientada con ciertos criterios acerca del tiempo en el que se debe permanecer en una parroquia determinada. La mayoría de los presbíteros votó a favor de que, las prerrogativas reconocidas al arzobispo se mantengan íntegras e incondicionadas.

El miércoles 11 de enero, por la mañana, dentro del marco de los Ejercicios Espirituales del presbiterio, que se celebran en el Centro de Formación de Jumaj, Huehuetenango, el arzobispo presidió la celebración del oficio divino.

Dentro del mismo, el arzobispo aprevechó para compartir con los presbíteros una serie de reflexiones sobre el sentido de la administración del sacramento del bautismo.

El miércoles 11, por la mañana, el arzobispo presentó la quinta meditación de los ejercicios espirituales a los presbíteros, la cual trató sobre la cuestión: Ortodoxo en el ejercicio pastoral.

Se delinearon las características con la que el presbítero está llamado a ejercer el ministerio pastoral, acorde al encargo que el Señor dio a los apóstoles.

El miércoles 11, al final de la mañana, el arzobispo hizo la presentación de la primera instrucción al presbiterio de la Arquidiócesis que ejerce el ministerio en Guatemala.

El tema abordado giró en torno al sentido en el que debe ser interpretada la Constitución de la Santa Iglesia, cuando se habla de necesidd pastoral para el cambio de presbíteros de una parroquia a otra.

El miércoles 11, por la tarde, se hizo la presentación de la segunda instrucción al presbiterio de la Arquidiócesis de Centroamérica que trabaja en Guatemala.

Se hizo una presentación del sentido que tiene la Tradición Apostólica, cómo es que la iglesia de Roma rompió progresivamente con la misma y cómo se debe mantener en ella.

El miércoles 11, al caer del día, el arzobispo hizo la presentación de la tercera instrucción en el marco de los ejercicios espirituales del presbiterioque ejerce el ministerio de Guatemala.

La misma hizo una presentación del reglamento referente a la vida y al ejercicio ministerial de los presbíteros en la Arquidiócesis de Centroamérica. El arzobispo pidió que el mismo reglamento sea profundizado en las vicarías.

el miércoles 11, por la noche, se celebró la liturgia de la Sagrada Escritura, dentro del marco de los ejercicios espirituales del presbiterio de la Arquidiócesis.

A la luz de las lecturas, el arzobispo recordó cuáles eran las prioridades y objetivos del ministerio que ejerció el Señor y cómo eso debe marcar el estilo de ministerio actual.

Después de la liturgia de la Sagrada Escritura, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia, la cual fue celebrada con el rito solemne, aprobado para la arquidiócesis.

Se están dando los pasos necesarios para que, progresivamente, se pueda hacer más frecuentemente la celebración del rito solemne de la divina liturgia en las diferentes parroquias.

Después de la cena, se celebró la reunión del presbiterio por vicarías. En las mismas, cada vicaría debía delinear ciertas directrices de trabajo para el presente año.

La vicaría de Huehuetenango, además, debía hacer la elección del consejo presbiteral.

El jueves 12, por la mañana y en el marco de la oración matutina, el arzobispo hizo la presentación de una serie de orientaciones y criterios pastorales.

Se trataba de presentar las directrices sobre las que los presbíteros de las diferentes vicarías deberían dialogar, con a finalidad de comenzar la elaboración de los planes pastorales vicariales.

En el transcurso de la mañana, los presbíteros de las diferentes vicarías se reunieron para elaborar un itinerario de trabajo que les lleve a elaborar los planes pastorales.

Se trata de un punto de inicio que permita que, cuanto se oró y reflexionó en los ejercicios espirituales, se convierta en criterio de cuestionamiento y orientación de toda la acción pastoral.

Después de que concluyó la reunión por vicarías, cada una de ellas, eligió a un porta voz, para que presentara al presbiterio los lineamientos del itinerario que se seguiría.

Al final, el arzobispo animó a que los resultados que se sacaron se sigan trabajando, para elaborar los planes pastorales y dar un fortalecimiento a toda la acción pastoral y misionera.

Terminada la presentación, se inició con la fase de conclusión de los ejercicios espirituales, celebrando la liturgia de la Sagrada Escritura.

A la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo agradeció la participación de la totalidad del presbiterio que está activo en las vicarías de Guatemala y en la del Sur de México y les animó a poner en práctica, tanto a nivel personal como de acción pastoral, todo lo que, a lo largo de los ejercicios espirituales y de la formación se fue recibiendo.

Finalmente, en un ambiente de profunda alegría y fraternidad, se procedió a la celebración de la divina liturgia de conclusión de los ejercicios espirituales.

El arzobispo animó a los presbíteros a hacer de la celebración de la eucaristía el eje de toda la vida espiritual personal, comunitaria, pastoral y misionera.

En el momento oportuno, el arzobispo invitó a todos los presbíteros a estar presentantes en la toma de una fotografía con la presencia de todos los presbíteros de la Arquidiócesis que están en el ministerio activo en las vicarías de Guatemala y de sur de México.

También invitó a que los hermanos de la comunidad eclesial que se reúne en el Centro de Formación de Jumaj y que colaboró con los servicios domésticos durante los ejercicios, se tomaran una fotografía.

Toda la actividad de los ejercicios espirituales y de la formación permanente concluyó con un tiempo de ágape fraterno en el que los presbíteros compartieron fraternalmente.

Después de este ágape, cada uno partió hacia sus lugares de misión, esperando la próxima reunión del presbiterio que, con la ayuda de Dios, se celebrará el 4 de julio en el lugar que la Vicaría del Norte de Guatemala determine.