El 14 de enero, por la mañana, el arzobispo convocó a un encuentro a delegados de las diferentes comunidades de la Costa Sur, en Mazatenango, Suchitepéquez.

La razón del encuentro fue que, por la reorganización que se está haciendo, como preparación de las regiones obispales que se tendrá, el encargado de la misión, Padre Tomás Canajay el mismo día 14, tomó posesión de la parroquia Santísima Trinidad de Sololá, la cual, hasta entonces, había sido atendida directamente por el arzobispo.

Después del saludo y de la explicación del sentido de la reunión, el arzobispo invitó a cada una de las delegaciones que estaban participando a que hicieran una pequeña presentación.

Se presentaron las comunidades de Cuyotenango, Sector Oc de San Andrés Villa Seca (Retahuleu), Xojolá y Yoxajá de la Boca Costa, Nahualate y Chicacao del municipio de Chicacao y del centro de Mazatenango.

La atención pastoral de las siete misiones de la Costa Sur, al igual que la de San Vicente Los Cimientos, estará a cargo del Seminario, pues las mismas quedarán bajo la jurisdicción directa del Arzobispado.

Por lo mismo, el encargado de la coordinación pastoral será el Padre Luis Uyoa, Vice Rector del Seminario, quien acompañó al arzobispo en el encuentro y tuvo la premera reunión con los delegados.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia de la reconciliación para todos los delegados de las comunidades de la Costa Sur.

Los hermanos participaron con mucha devoción, después de que, humildemente, se reconocieron pedadores e hicieron en forma comunitaria la confesión.

Después de la homilía, en la que el arzobispo recordó ciertos aspectos de la misión que el Señor confía dentro de la actividad pastoral de la Costa Sur, invitó a los hermanos a orar.

Los hermanos, durante largo tiempo, se pusieron en oración, implorando del Señor la conversión, para tener la capacidad de responder a la elección del Señor.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos delegados de las comunidades de la Costa Sur, en Mazatenango.

El Padre Luís Uyoa concelebró con el arzobispo y los hermanos participaron con mucha devoción y se acercaron en gran número a participar de los divinos misterios.

El encuentro concluyó con un tiempo de compartir fraterno entre todos los delegados.

Los hermanos de la comunidad de Mazatenango, con mucha generosidad, prepararon un amuerzo y, luego, los hermanos tuvieron tiempo para compartirlos.

A la media noche del martes 17 de enero, el arzobispo aterrizó en Los Ángeles, California, para realizar la visita pastoral de las comunidades de la parroquia San Miguel Arcangel.

El miércoles por la noche, después de una jornada muy ajetreada, el arzobispo llegó hasta la comunidad Pacto Divino, en donde la liturgia dio inicio con la administración del sacramento de la reconciliación.

Con ocasión de la visita del arzobispo a la comunidad Pacto Divino, también se dio gracias por el cumpleaños de la hermana Marleny, miembro de la comunidad.

Después de la homilía, el arzobispo invitó a que cada uno de los fieles a que se pusiera en oración, para impetrar del Señor, el don de alcanzar su misericordia y recibir el Espíritu Santo.

La visita a la comunidad Pacto Divino, concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo. Todos los hermanos participaron con gran devoción.

Se animó a los hermanos a hacer de la divina liturgia el centro de su vida de fe y a acudir con regular asiduidad a participar de los divinos misterios.

El mismo miércoles 18 de enero, ya bien entrada la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad Poder del Espíritu Santo, ubicada en el centro de Los Ángeles, para visitar y animar a los hermanos.

Después de saludarles, la celebración de la liturgia comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que estaban participando.

El arzobispo, durante la homilía, recordó cuáles son los aspectos característicos del sacerdocio de Cristo y del que son hechos partícipes todos los cristianos.

A la luz de las reflexiones compartidas, invitó a los hermanos a orar, para poder vivir con autenticidad el sacerdocio bautismal, haciendo del cumplimiento de la voluntad del Señor el centro de la propia vida.

Finalmente, la actividad pastoral del miércoles concluyó con la celebración de la divina liturgia presidida por el arzobispo y, en la cual participaron los miembros presentes de la comunidad Poder del Espíritu Santo.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir siempre activos en su vida de fe, encontrando en la comunión con los divinos misterios el alimento y fuente de vida fundamental.

El jueves 19, por la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad El Pescador, ubicada en el Centro Sur de Los Ángeles, California.

La visita a la comunidad comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que humildemente se reconocieron pecadores.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo explicó que el sentido del sacerdocio de Cristo consiste en que Él se ofrece a sí mismo, para hacernos partícipes de su vida, cuyo misterio se actualiza en el sacramento de la Eucaristía.

Por lo mismo, instó a los hermanos a entrar en un tiempo de oración, para implorar del Señor la gracia de responder con fidelidad al Señor, de manera que se pueda hacer eficaz el misterio de la vida divina en la vida del creyente.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, para los hermanos que estaban participando en la comunidad de El Pescador en Los Ángeles.

En el contexto de la celebración sacramental, el arzobispo subrayó la importancia que tiene la participación en los divinos misterios, para acceder a la vida divina que el Señor da a quienes creen en Él.

El viernes 20 de enero, por la noche, en la sede de la Parroquia de San Miguel Arcángel, ubicada en Rosecrans Avenue, East Rancho Domínguez, Compton, California, se celebró el encuentro con catequistas de la parroquia.

Se comenzó con la liturgia de la reconciliación, la cual fue administrada a los hermanos que humildemente se reconoceron pecadores y recibieron la absolución.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo explicó en qué consiste la especificidad del Nuevo Testamento y lo que hace que se sea discípulos del Señor.

A la luz de la homilía, invitó a los hermanos a orar para estar preparados para recibir el don del Espíritu Santo y poder vivir en amistad con el Señor, para ser auténticos testigos del Evangelio.

La actividad litúrgica concluyó con la celebración de la divina liturgia, que fue presidida por el arzobispo y, en la cual, participaron con devoción los catequistas.

El arzobispo hizo énfasis en que, es a través de la divina liturgia, como el don del Espíritu Santo se mantiene en efusión continua en la Iglesia y el ser discípulo se activa.

Después de la actividad litúrgica, se impartió formación a los hermanos que estaban participando en la jornada organizada para actualización de catequistas.

Se abordó el tema del linaje de la Virgen María y de cómo, a través de Ella, se presenta al Señor como el Nuevo Moisés, que es artífice de una Alianza Nueva y Eterna.

Después de la formación, se abrió el espacio para poder plantear cuestiones, la cuales se centraron especialmente en torno a la Virgen María, su identidad y rol en el misterio de la salvación.

El arzobispo respondió a las diferentes cuestiones, explicando el tema de la perpetua virginidad de la Bienaventurada Virgen María, como cuestión de fe fundamental.

Finalmente, se celebró la reunión del consejo pastora de la parroquia de San Miguel Arcángel. Cada uno de los responsables hizo la presentación de lo que se ha realizado.

El arzobispo subrayó la importancia de tomar conciencia de que se tiene que hacer una evaluación de los progresos que se han dado, para saber si realmente se está cumpliendo la misión que nos ha sido confiada.

El sábado 21 de enero, después del mediodía, dieron inicio las actividades en la Escuela de Teología y Formación Ministerial Santiago Baradeo de California.

Se inició escuchando de los alumnos la presentación de los contenido de la sesión anterior, en la cual se pudo reconocer que se han dado buenos pasos en el crecimiento.

Después de la formación presentada por los alumnos, el arzobispo dio la formación correspondiente a la jornada de estudio que se estaba celebrando.

En la ocasión se abordó la cuestión doctrinal del Concilio de Éfeso, enfatizando, especialmente que es lo que la ortodoxia cree y enseña al respecto.

Después de la formación, los estudiantes plantearon una serie de cuestiones relacionadas con la implicaciones pastorales y existenciales que había tenido la formación.

El arzobispo explicó las diferentes cuestiones, enfatizando en que ninguna doctrina o definición tiene un sentido meramente intelectual sino su finalidad es mantener intacto el sentido y la experiencia de la salvación.

El sábado, por la noche, en el marco de la Asamblea que se celebra en la sede de la parroquia de San Miguel Arcángel, se administró el sacramento de la reconciliación.

Los hermanos confesaron sus pecados con profunda humildad y, seguidamente se invocó el Espíritu Santo y se administró la absolución, para el perdón de los pecados.

Después de la homilía, en la cual el arzobispo había explicado el sentido que tiene la memoria de los santos en la vida de la Iglesia, se invitó a los hermanos a entrar en un tiempo de profunda oración.

Se oró por las necesidades de cada uno de los presentes, así como por los que están alejados y por los familiares y amigos, pidiendo, para todos, la gracia de la conversión.

Seguidamente, fueron presentados al arzobispo los lectores de la parroquia que estaban presentes, para que les fuera renovado el encargo que se había confiado.

El arzobispo explicó el sentido del ministeerio de lector y procedió a hacer la renovación del encargo a los hermanos que se habían presentado para recibir la renovación en el encargo.

También se presentaron los ministros de la comunión que ejercen su ministerio en las diferente comunidades de la parroquia, para ser renovados en la institución.

Con sencillez, pero con profundidad, se llevó a cabo la oración respectiva y los ministros de la comunión fueron renovados en su compromiso, por la oración del arzobispo.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los fieles que estaban participando en la asamblea, de la parroquia de San Miguel Arcángel.

Seguidamente, el arzobispo dedicó un tiempo para la formación permanente de los hermanos que estaban participando en las celebraciones del sábado.

Específicamente, se abordó el tema del sentido y de lo que implican, en el contexto de la Sagrada Escritura, los términos católico y cristiano, que en el uso ordinario no reflejan ni el sentido etimológico ni el que se le dio en la iglesia aspostólica.

Después de la formación, que tocó temas de mucha actualidad en la sensibilidad religiosa actual, se plantearon diferentes preguntas pidiendo aclaraciones.

El arzobispo explicó cuál es el sentido en el que se puede hablar con otros términos como "evangélico" y otra serie de palabras utilizadas en el lenguaje ordinarion.