El viernes 3 de marzo, por la mañana, el arzobispo llegó hasta el Centro de Eventos San Gabriel de la Ciudad de Sololá, para presidir el decanato de Sololá y Totonicapán.

Se contó con la participación de numerosos hermanos así como de los padres Jarlin, Tomás y José Ramón, encargado de las Parroquias y Centros Pastorales de Sololá y Totonicapán.

Durante la formación el arzobispo hizo énfasis en la importancia de comprender y asumir todo lo que implica el Reino de Dios, para poder ser auténticos cristianos y discípulos del Señor.

Después de la formación, los hermanos hicieron algunos comentarios y plantearon cuestiones, especialmente relacionadas con la elección de los ministros para distribución de la comunión.

Para terminar la reunión, se presentaron los informes pastorales de las parroquias Santísima Trinidad de Sololá, de San Miguel Arcángel Tzanixnam, Totonicapán y del Centro Pastoral de Santa María Chiquimula, Totonicapán.

En general, se ha notado un sostenido crecimiento en la fe, en la participación y en la identificación con la identidad de la Iglesia, especialmente en los últimos tiempos.

Terminadas las reuniones, comenzó la parte litúrgica, con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que estaban participando.

Se les invitó al confesar sus pecados, a arrepentirse y a entregarse en las manos del Señor, para recibir con provecho, el don del perdón divino.

Dentro del marco de la celebración, también se presentaron unos 24 ministros extraordinarios para la distribución de la comunión procedentes de las diferentes comunidades.

Se les recordó cuáles eran los compromisos y, luego de que ellos expresaron su disponibilidad a cumplirlos con fidelidad, el arzobispo renovó la institución ministerial.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los participantes en el decanato de Sololá-Totonicapán y concelebraron los tres presbíteros presentes.

En esta ocasión, además de orar por las necesidades de las tres parroquias y los hermanos, se oró por el eterno descando de Adolfo y Amílcar, miembros de la familia propietaria del Centro de eventos San Gabriel.

El sábado 4 de marzo, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la Catedral de San Juan Bautista de Comalapa, para celebrar el Decanato del departamento de Chimaltenango y otras comunidades.

La reunión se desarrolló en la Basílica de San Juan Bautista. Se contó con la participación de varios presbíteros, así como de numerosos hermanos de las diferentes comunidades.

Después de la formación que impartió el arzobispo, la cual estuvo centrada en torno al tema del Reino de Dios y sus implicaciones en la vida, se abrió tiempo de diálogo.

Los hermanos especialmente pusieron cuestiones relacionadas con el perdón de los pecados, la efusión del Espíritu Santo y el vivir como auténticos cristianos.

Al final de la mañana, en la Catedral de San Juan Bautista, se celebró la Liturgia de la Reconciliación, para alcanzar el perdón de los pecados.

Dado que estaban presentes todos los presbíteros de la Vicaría del Centro de Guatemala, después de la confesión, el arzobispo administró la absolución a los presbíteros y, estos, a su vez, lo hicieron con los fieles.

Después de la homilía, se llevó a cabo la renovación de los compromisos presbiterales de todos los presbíteros que ejercen el ministero en la Vicaría del Centro de Guatemala.

Los presbíteros, ante cuestiones planteadas por el arzobispo, reafirmaron su compromiso de fidelidad y, seguidamente, se oró por ellos, al igual que por el arzobispo.

Después de la renovación de los compromisos presbiterales, el arzobispo invitó a los presbíteros a recibir los óleos santos y el Santo Crisma, para la administración de los sacramentos.

Finalmente, el arzobispo compartió el saludo de paz con cada uno de los presbíteros de la Vicaría del Centro de Guatemala, y les expresó su gratitud por su entrega y dedicación.

También en el marco de las celebraciones litúrgicas, fueron presentados los ministros para la distribución de la comnión para que se les hiciera la renovación de la institución.

El arzobispo recordó a los ministros cuáles son sus compromisos concretos y, seguidamente, se procedió a orar para que fuera renovada su institución.

En el marco de las celebraciones litúrgicas, fueron invitados también los lectores de la parroquia de San Juan y de otras comunidades, para renovar su compromiso y la bendición.

El arzobispo explicó cuál es el sentido del lector y, específicamente de la bendición que se imparte al bendecirlos y les animó a vivir como auténticos oyentes de la Palabra viva de Dios.

La actividad litúrgica de la Vicaría del Centro de Guatemala concluyó con la celebración de la Divina Liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y concelebrada por todo el presbiterio.

Los presbíteros eran: Padres rigoberto, Francisco y Maxi Eliseo de la Catedral. Edwin de El Salvador. Orlando del departamento de Guatemala. Tomás de Sololá. Jarlin de Tzanixnam, Totonicapán. José Ramón de Santa María Chiquimula. Herberth de la Ciudad de Guatemala y Byron de Patzún.

El domingo 5 de marzo, por la mañana, en el Seminario Santa María del Nuevo Éxodo, el arzobispo presidió el decanato de Sacatepéquez, con la participación de numerosos hermanos.

Estuvieron también participando algunos de los seminaristas, así como los padres Orlando López, Luis Uyoa y Ángel Cáseres.

Después de la formación impartida por el arzobispo sobre el Reino de Dios y su manifestación en la vida del creyente, se abrió el diálogo con los participantes.

Se señaló cómo es indispensable que se viva en una actitud de continua conversión para poder ser genuinamente discípulos del Señor. Al igual se señaló la urgencia de asumir una dimensión claramente misionera.

Terminado el diálogo, se presentó un breve informe pastoral acerca de la situación que se vive en las parroquias y comunidades implicadas en el decanato.

El padre Orlando informó acerca de la vida de la parroquia. El hermanos Everardo, acerca del crecimiento y organización en las comunidades de Los Guates y sus alrededores. El Padre Luis, acerca de la forma en que se vive la conversión.

Seguidamente, se comenzó con las celebraciones litúrgicas, para dar gracias al Señor por el décimo aniversario de la creación de la Arquidiócesis de Centroamérica y de nuestra incorporación a la Santa Sede de Antioquía, así como por el cumpleaños del arzobispo.

Se comenzó administrando el sacramento de la reconciliación a todos los que, con corazón humilde, acudieron a recibirlo, como parte del itinerario de conversión.

Después de la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos a entrar en tiempo de oración y súplica, para implorar del Señor la gracia de reconocer su presencia gloriosa y escuchar su voz.

Los hermanos oraron con humildad y profunda devoción y se pudo experimentar que el Señor renovaba los corazones, animando a readicalizar el seguimiento.

El 5 de marzo, es un día especialmente significativo en nuestra Arquidiócesis. Hace diez años, después de tiempo de diálogo y oración, fue el día en que, por la misericordia de Dios, fuimos incorporados en la Santa Sede de Antioquía, como Arquidiócesis de Centroamérica.

También, en este día, el arzobispo cumple los setenta y un años de vida.

La divina liturgia fue celebrada como acción de gracias y súplica por las intenciones especiales que se estaban celebrando.

Para concluir las actividades con los hermanos, se preparó un ágape fraterno, en el que todos pudieron compartir, tanto el alimento, como el diálogo.

Al final, el arzobispo agració a cada uno de los presentes su presencia y participación y les bendijo para que siguieran adelante con actitud de conversión y testimonio.

El lunes 6 de marzo, por la tarde, en el Seminario Santa María del Nuevo Éxodo, se realizó el encuentro de los miembros del Consejo Arzobispal con el Arzobispo.

Se compartió teniendo un breve tiempo de compartir fraterno, intecambiando puntos de vista, así como algunos de los aspectos de la vida ordinaria que se experimentan.

A media tarde, en el Seminario Santa María del Nuevo Éxodo, se celebró la reunión del Consejo Arzobispal, correspondiente al trimestre que se comenzará pronto.

Se revisaron diversos aspectos de las vicarías, se habló acerca de los criterios de relación con el arzobispo, los presbíteros y los fieles y se actualizó acerca del proceso de reestructuración de la Arquidiócesis.

Cuando terminó la reunión del Consejo Arzobispal, todos los padres asistentes, participaron en las celebraciones litúrgicas con los seminaristas, presididas por el arzobispo.

Se comenzó con el acto penitencial y, seguidamente con las Lecturas Bíblicas. A la luz de las mismas, el arzobispo explicó cómo se hace el procesos para ser transformados y colmados con los dones que el Señor derrama.

Finalmente, se celebró la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y concelebrada por los miembros del consejo arzobispal y por los formadores del seminario.

Los seminaristas participaron con espíritu de devoción.

Al final de la celebración, el arzobispo invitó a los diferentes grupos a que posaran para tomar una foto.

La primera se refiere a los miembros del Consejo Arzobispal.

La segunda a los padres, miembros del equipo de formación.

La tercera está formada por los cinco diáconos que están haciendo el Ejercicio Pastoral Supervisado.

Finalmente, en la cuarta se encuentran algunos de los seminaristas del Seminario Santa María del Nuevo Éxodo.