El lunes 3 de abril, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad Santísima Trinidad de Concepción Huista, para presidir la celebración del decanato del occidente de Huehuetenango.

Se contó con la participación de delegados de la mayoría de comunidades de la parroquia Cristo Rey de los Huista, así como del Padre Santos Acosta, párroco local.

El arzobispo impartió la formación, subrayando la diferente que existe entre creencias y fe y entre ritos y sacramentalidad eficaz de la Iglesia, que mantiene el misterio de la encarnación del Verbo.

Después de la formación, los hermanos tuvieron la oportunidad de establecer un diálogo, haciendo preguntas, planteamientos y puntos de vista.

Seguidamente, el presidente del consejo pastoral, así como el padre Santo Acosta Sol, párroco local, hicieron una presentación de la forma en que marcha la parroquia.

Por su parte, al final, el arzobispo hizo diversas observaciones y expresó puntos de vista acerca del futuro de la parroquia de Cristo Rey.

Las celebraciones litúrgicas comenzaron con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que estaban participando en el decanato del occidente de Huehuetenango.

El arzobispo invitó al arrepentimiento, a confesarse pecador y, finalmente, se impartió la absolución, para la efusión del Espíritu Santo.

Durante la homilía, el arzobispo contrastó la actitud de María Magdalena y la de Judas Izcariote, como dos actitudes con las que se puede hacer el acercamiento al Señor: la primera que trae la salvación; la segunda que lleva a la condenación.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a entrar en oración, para implorar la gracia del Señor de reconocerse pecadores y entregarse con humildad al Señor.

Dentro del marco de la celebración litúrgica, se hizo la institución de ministros de la comunión para las diferentes comunidades de la parroquia de Cristo Rey,

El arzobispo explicó cuáles son los roles fundamentales del ministro y cuál debe ser la actitud con la que se ejerce el ministerio y, luego, oró para que fueran instituidos.

La actividad en la comunidad Santísima Trinidad de Concepción Huista, culminó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por el padre Santo, párroco local.

Los hermanos participaron con devoción en la celebración y, en su gran mayoría, se acercaron para comulgar con los divinos misterios.

El Centro Pastoral de Petatán hace parte del decanato del occidente de Huehuetenango. Sin embargo, se ha llegado al acuerdo de que, una vez por año, el arzobispo les visita e imparte formación a los hermanos.

Después de saludar al pueblo y de compartir con ellos, el arzobispo impartió formación sobre el sentido de la genuina fe apostólica y sobre la sacramentalidad de la Iglesia.

Después de la formación, se dejó el tiempo necesario para dialogar con los hermanos y, para que estos plantearan preguntas acerca de la formación y de otros temas afines.

Los hermanos expresaron el sentimiento que tienen acerca de la urgencia porque se les atienda con asiduidad y se les dé la formación correspondiente.

Terminada la fase de formación y diálogo, en el centro pastoral de Petatán, el arzobispo administró el sacramento de la reconciliación a los hermanos que estaban presentes.

Les invitó al arrepentimiento y al confesarse pecadores, para estar preparados para recibir la unción del Espíritu Santo.

Con ocasión de la visita del arzobispo al centro pastoral de Petatán, se preparó a la niña María, para que, dentro de sus limitaciones, pudiera recibir la confirmación de la crismación y el envío misionero.

El arzobispo explicó el sentido de la confirmación de la crismación y, luego, administró la unción con el santo crisma a la candidata a la confirmación.

También, dentro del proceso ordinario que se sigue en este tiempo del año, el arzobispo procedió a hacer la institución de los ministros de la comunión para las comunidades del Centro Pastoral de Petatán.

Los hermanos que fueron instituidos participaron con gran devoción. Sin embargo, el arzobispo exhortó a que, en cada comunidad se cuente con dos o tres ministros para la distribución de la comunión

La actividad pastoral del lunes santo, culminó con la celebración de la divina liturgia en el Centro Pastoral de Petatán, Huehuetenango.

En la celebración, presidida por el arzobispo, concelebraron los padres José Manuel y Antonio Castro y los hermanos participaron con mucha devoción.

El martes santo, 4 de abril, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia de la reconciliación para el presbiterio de Huehuetenango y sus alrededores, así como para los fieles que estaban participando.

El arzobispo recordó cuáles son los compromisos propios del ministro ordenado y, luego, invitó a reconocer con humildad, las falencias que se hubieren tenido, para alcanzar el perdón del Señor.

Después de la homilía, en la que el arzobispo presentó el modelo del Señor, de acuerdo a los cánticos de Isaías y la actitud de traición que tuvieron, tanto Pedro como Judas, por contar con sus fuerzas y seguir sus proyectos, invitó a los presbíteros a renovar los compromisos presbiterales.

Después de la renovación de los compromisos, se oró por cada uno de los presbíteros y también éstos, y el pueblo de Dios, oraron por el arzobispo.

Seguidamente, comenzando con el Vicario y el Pro-vicario de la vicaría de Huehuetenango, el arzobispo entregó a cada uno de los presbíteros de la Vicaría de Huehuetenango, al Padre José de Chiapas y al Padre Rodolfo de Honduras, el santo crisma y los óleos sacramentales.

Con la entrega, también se marcó la renovación de las facultades ministeriales y se dio, a cada uno, el saludo de la paz.

Al final de las ceremonias de renovación del presbiterio, el arzobispo se encontró en grupos con los presbiteros de las diferentes zonas de la Vicaría de Huehuetenango.

Seguidamente lo hizo con los dos presbíteros que estaban participando, uno de Chiapas y el otro de Honduras.

Finalmente, se acercaron los Epesistas, que son los diáconos que hacen el ejercicio pastoral, con vistas a su ordenación presbiteral, para servicio de la Vicaría de Huehuetenango.

La actividad de renovación alcanzó su momento culminante, con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por todos los presbíteros.

Fue muy hermosa la experiencia de renovación espiritual y de comunión y fraternidad presbiteral que se pudo experimentar.

Al final de las celebraciones litúrgicas, se tuvo la reunión con el presbiterio de la Vicaría de Huehuetenango, habiéndose aprobado diferentes cuestiones:

1. Se dialogó acerca del proceso de acompañamiento del presbítero que tenga dificultades. Se confió al Consejo Presbiteral de la Vicaría afrontar directamente la cuestión.

2. Se determinó crear tres decanatos presbiterales: Uno del centro y nor oriente de Huehuetenango, con sede Santa Eulalia. El otro del Sur de Huehuetenango, con sede el Centro de Formación de Jumaj. Finalmente, el tercero del occidente de Huehuetenango, con sede en Jacaltenango.

3. Se determinó que las reuniones de los decanatos presbiterales se tendrán con ocasión de los decanatos de fieles, en la fecha en la que se tengan éstos, en los lugares donde tiene su sede el decanato.

4. Se dialogó acerca de la provisión de párroco para la parroquia de San Rafael la Independencia.

El encuentro presbiteral concluyó con un tiempo de ágape fraterno, en el que compartieron fraternalmente los presbíteros con el arzobispo.

En todo momento reinó un ambiente de comunión, de deseo de renovación y de compromiso para cumplir con integridad la misión que ha sido confiada.

El miércoles santo, 5 de abril, el arzobispo llegó hasta La Vega de La Democracia, sede del Centro Pastoral de la Democracia, para presidir el decanato del Sur Occidente de Huehuetenango.

Participaron delegados de los Centros Pastorales de la Democracia, La Libertad y de Amatenango de la Frontera, del área de México.

Después de la formación impartida, los participantes tuvieron la oportunidad de presentar algunas cuestiones.

Las preguntas se centraron especialmente en torno a la Palabra de Dios, que se comunica a través de los sacramentos.

En su momento, presentaron el informe pastoral, los coordinadores de los equipos de los Centros Pastorales de la Democracia y de la Libertad de Huehuetenango.

Seguidamente, los padres José Alfredo presentó el informe pastoral de Amatenango de la Frontera de Chiapas, México y los padres Antonio y Francisco hicieron su parte respecto a los centros pastorales que animan.

Seguidamente, se tuvo la celebración de la liturgia de la reconciliación.

El arzobispo invitó al arrepentimiento, a la confesión humilde de ser pecador y, seguidamente, se invocó el Espíritu Santo y se administró la absolución.

Dentro del marco de la liturgia, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a dos niñas, provenientes de la comunidad de El Jutal, de La Libertad.

El arzobispo explicó el sentido de la iniciación cristiana, los compromisos de padres y padrinos y administró los sacramentos.

También los hermanos Francisco de La Libertad y Damaris de La Democración, fueron preparados para recibir la confirmación de la crismación y el envío misionero.

Después de hacer la catequesis correspondiente, el arzobispo administró la confirmación de la crismación.

También, con ocasión de la visita del arzobispo, se hizo la institución de los ministros para la distribución de la comunión para los centros pastorales de La Democracia y La Libertad.

El arzobispo animó a los ministros a comprometerse a vivir de acuerdo a lo que creen y al ministerio que se les ha confiado.

La actividad en La Vega concluyó con la celebración de la divina liturgia.

Fue presidida por el arzobispo y concelebraron los padres José Alfreo, José Manuel, Francisco y Antonio.

El mismo miércoles santo, 5 de abril, por la tarde, el arzobispo, acompañado por el padre José Alfredo, llegó hasta la comunidad de Monte Verde, del Centro Pastoral de Amatenango de la Frontera.

Los hermanos prepararon una entusiasta bienvenida al arzobispo.

Las actividades pastorales iniciaron con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos participantes.

El arzobispo exhortó al arrepentimiento y a la confesión del ser pecador y, luego, administró la absolución.

Después de la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a ponerse en oración, para implorar del Señor la gracia de ser fieles a la misión confiada.

Se oró también por los centros pastorales de Amatenango de la Frontera y de Comitán de Domínguez, de Chiapas, México.

La hermana Bellinda, fue preparada para recibir la confirmación de la crismación y el envío misionero.

Después de hacer las exhortaciones correspondientes, el arzobispo procedió a administrar la confirmación.

Dos hermanos, uno para Amatenango y la otra para Comitán de Domínguez, también hicieron la renovación de la institución como ministros para la distribución de la comunión.

El arzobispo animó a los ministros al compromiso generoso en el cumplimiento del ministerio que se les confió.

Con ocasión de la visita del Arzobispo a Monte Verde, se hicieron presentes os Consejos Pastorales de los Centros Pastorales de Amatenango y de Comitán de Domínguez.

El arzobispo les animó, oró por ellos y los bendijo.

La actividad litúrgica en Monte Verde culminó con la celebración de la divina liturgia.

Concelebró con el arzobispo, el Padre José Alfredo, encargado pastoral de los centros pastorales de Comitán de Domínguez y de Amatenango de la Frontera.

Antes de partir, los hermanos quisieron agasajar al arzobispo por su cumpleaños.

Aunque el mismo fue hace un mes, los hermanos han continuado, en diferentes lugares, celebrando el cumpleaños del arzobispo, que corresponde con el Aniversario de la Arquidiócesis.