El domingo de resurrección, 9 de abril, a media mañana, el arzobispo llegó hasta la sede del Centro Pastoral de San Luis Las Anonas, Chicamán, El Quiché.

Después de saludar a los hermanos, el arzobispo administró el sacramento de la reconciliación a la comunidad.

Terminada la homilía, los hermanos, a invitación del arzobispo, se pusieron en oración intensa, clamando al Señor el don de vivir la experiencia de la Resurrección.

También se oró por la conversión de todos y el crecimiento del centro pastoral.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, la cual fue concelebrada por el padre Óscar Guardado, encargado pastoral local.

Los hermanos participaron en gran número en la comunión sacramental.

Finalmente, el arzobispo se reunió con el consejo pastoral local, para analizar la marcha de la vida pastoral.

El arzobispo encomendó algunas tareas a los hermanos, entre las que están: el tratar de organizar nuevas comunidades y el trabajar en la promoción misionera.

El domingo de resurreción, después del mediodía, en la sede de la parroquia Santísima Trinidad de Uspantán, el arzobispo presidió la celebración del decanato del occidente de El Quiché.

Se contó con la participación de representantes de las parroquias de la Santísima Trinidad y Cristo Redentor de la zona Reyna.

Terminada la formación, la cual giró en torno al sentido de la genuina fe, y sobre la sacramentalidad de la Iglesia, los hermanos expresaron sus puntos de vista.

Se animó a todos a abrirse a proceso de conversión y formación, para vivir una continua experiencia de conversión.

Los presidentes de los consejos pastorales involucrados en el decanato, hicieron la presentación de la situación de las parroquia que representan.

En general, se expresó el sentir de que hay crecimiento y profundización en el sentido de la identidad de la Iglesia.

Seguidamente, se comenzó con las celebraciones litúrgicas en la sede de la parroquia de la Santísima Trinidad de Uspantán, El Quiché.

La primera actividad realizada fue la administración del sacramento de la reconciliación a los que sintieron la necesidad de recibirlo y tenía la disponibilidad necesaria.

Dentro del marco de las celebraciones litúrgicas, en la parroquia de la Santísima Trinidad de Uspantán, fueron preparados doce hermanos para recibir la confirmación de la crismación y el envío misionero.

Los hermanos; Juana, Katty, Sindy, Luis, Hugo, Manuel, Ana, Josefa, Gladys, Juana, Yulissa y Selvin, fueron quienes recibieron la confirmación.

También fueron presentados los ministros de las parroquias de Uspsantán y de la zona Reyna, para que fueran instituidos como ministros de la comunión para el presenta año.

Después de amonestarlos acerca de sus deberes, el arzobispo procedió a hacer la institución ministerial.

La actividad pastoral en Uspantán concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo para un grupo numeroso de fieles.

Concelebraron los padres Óscar Guardado, párroco local; Víctor Rodríguez, párroco de la Zona Reyna y los padres Wilfredo y Óscar Carranza de Cunén.

El lunes 10 de abril, por la mañana, llegó el arzobispo hasta el lugar en donde se está construyendo el templo de la comunidad de Sayajché, para presidir el decanato de El Petén.

Se contó con la participación de hermanos de la mayoría de las comunidades, así como del padre Marco Antonio; el diácono Mateo, debido a que será ordenado en Ixcán el 11, no pudo participar.

Después de la formación, el arzobispo abrió la posibilidad para que se hicieran preguntas y comentarios.

Los hermanos externaron sus inquietudes, así como la gratitud por la animación que se les da y por la formación que les ayuda a aclarar ideas sobre la fe.

Los dirigentes de los consejos pastorales, así como el padre Marco Antonio, presentaron su informe pastoral.

Se nota crecimiento y hay nuevas comunidades en diferentes lugares. Sin embargo, se pidió una presencia más continuada y un programa más serio de formación de parte del presbítero.

Hacia el final de la mañana, comenzaron las celebraciones litúrgicas, con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que participaban.

El arzobispo les animó a confesarse pecadores y a tratar de abrirse para que el milagro de la resurrección del Señor se realizara en cada uno.

Seguidamente, fueron presentados los ministros de la comunión, a los cuales, después de recordarles sus compromisos, se les instituyó con la bendición ritual.

El arzobispo hizo énfasis en que los ministros están al servicio de la comunidad y no viceversa, como sucede alguna vez.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos que estaban participando en el decanato de El Petén.

Los hermanos participaron con mucha devoción y culminaron su participación con la comunión sacramental.

El mismo lunes 10, después del mediodía, el arzobispo llegó hasta la comunidad de La Linterna Dos, de la parroquia de San Fernando, Sayajché, Petén.

La visita comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación, después de que los hermanos fueron invitados a la confesión de sus pecados.

Con ocasión de la visita del arzobispo se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a cinco niños.

Dos eran hijas de miembros antiguos de la comunidad: Carmen y Lilia. Tres, sin embargo, son hijo de una familia que se ha convertido recientemente: Ángel, Carlos y Betsabé.

Los hermanos también presentaron al arzobispo a Olegario, Ricardo, Berta, Maria del Carmen, María y Carmen, para que se les administrara la Confirmación de la crismación y el envío misionero.

Después de explicarles el don que recibirían y los compromisos que asumirían, el arzobispo administró la unción.

Tres niños de la comunidad de la Linterna Dos, también se les preparó para que hiciera la primera reconciliación y la comunión solemne.

El arzobispo oró por ellos, los bendijo y les animó a perseverar y ser fieles.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los hermanos de la comunidad de La Linterna Dos.

El padre Marco Antonio concelebró y los hermanos participaron con mucha devoción.

Finalmente, el arzobispo bendijo los trabajos que se han iniciado para la construcción del templo de la comunidad.

Será amplio y de materiales sólidos. Se construye con el apoyo de todos los hermanos de la comunidad.

El martes 11 de abril, por la mañana, el arzobispo llegó hasta el centro misionero de Veracruz en el Ixcán, El Quiché, para presidir el decanato de todo el Ixcán.

Se contó con la participación tanto de delegados de la parroquia Espíritu Santo de Ixcán, como de la Santísima Trinidad del Ixcán de Santa Cruz Barillas, Huehuetenango.

Después de la formación que impartió el arzobispo sobre el sentido del ministerio en la iglesia, la fe y los sacramentos, los hermanos pusieron algunas preguntas.

Especialmente se centraron en torno a la cuestión de los alcances de la misión y de los avances que se han tenido en las comunidades.

Los presbíteros de las dos parroquias involucradas en el decanato: padres Jesús, Charlie y José Armando, presentaron el informe pastoral.

Se subrayó que se está progresando en la organización de las parroquias y en el número de fieles y de comunidades.

Al final de la mañana, se inició con la celebración litúrgica. La primera actividad que se tuvo fue el hacer las lecturas bíblicas propias de la liturgia de ordenación de presbíteros.

A la luz de las lecturas, el arzobispo explicó cuál es el sentido de los ministerioss en la iglesia y, específicamente del ministerio ordenado de presbítero y obispo.

En el momento establecido en la liturgia se hizo el llamamiento de los tres diáconos que serían ordenados presbíteros; Mateo Castillo, Sergio Chamán y Damián Romero.

También en el momento previsto, se realizó la tonsura de los tres diáconos, como preparación a su ordenación presbiteral.

Los presbíteros de la vicaría del norte de Guatemala, hicieron la renovación de los compromisos presbiterales con ocasión de la celebración litúrgica.

Después de expresar su disponibilidad de fidelidad y compromiso, tanto el arzobispo como los fieles oraron por ellos.

Seguidamente, cada uno de los presbíteros pasó ante el arzobispo para recibir la renovación de las facultades ministeriales.

También se hizo entrega del Santo Crisma y los óleos Santos, para el ejercicio del ministerio sacramental.

Al final de las actividades de renovación del presbiterio, el arzobispo pidió a los presbíteros y al pueblo de Dios que oraran por él.

Los presbíteros, junto al pueblo de Dios, oraron por la perseverancia y santificación del arzobispo.

También en el contexto de las celebraciones litúrgicas, se llevó a cabo la renovación de la institución de los ministros de la comunión de las parroquias de Ixcán.

Los hermanos, presentes en gran número, renovaron sus compromisos, después de orar por ellos.

El arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, en la cual concelebraron 20 presbíteros: 16 de la vicaría del norte, 2 de Chiapas y 2 de Huehuetenango.

Todos participaron con mucha devoción y con gran participación del pueblo de Dios.

En el momento establecido, después del rezo de la Anáfora de Santiago, se llevó a cabo el rito de ordenación de los nuevos presbíteros.

Se invocó el don del Espíritu Santo y el arzobispo impuso las manos sobre cada uno de los nuevos presbíteros, como medio para que los candidatos quedarán configurados en presbíteros.

Después de la ordenación, se llevó a cabo la unción de las manos, como símbolo del ministerio que ejercerán. Se invocó la efusión del Espíritu Santo.

Finalmente, los nuevos presbíteros prometieron obediencia y comunión y recibieron el saludo de la paz.

Después del ágape fraterno, los presbíteros de la vicaría del norte de Guatemala se reunieron con el arzobispo.

Se habló del funcionamiento de los decanatos presbiterales y del estilo de vida que se debe llevar como presbítero.