El domingo 21 de mayo, acompañado por el Padre Carlos Reyes, el arzobispo llegó hasta el lugar provisional en donde se reúne la comunidad de Lee High Florida, para visitarles.

La visita comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que estaban participando en la celebración dominical.

Durante la homilía de la Ascensión del Señor, el arzobispo recordó la forma como el Señor continúa estando presente en medio de su pueblo, hasta el final del tiempo.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a orar, para tener la gracia de reconocer esa presencia del Señor.

La visita concluyó con la celebración de la divina liturgia, en la cual participaron los hermanos con mucha devoción.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir adelante con el proyecto de adquirir una propiedad para que la comunidad tenga su sede permanente.

El domingo 21 de mayo, a media mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad María Auxiliadora de Immokalee, Florida, para encontrarse con los hermanos de la comunidad.

Después de saludarles, la celebración litúrgica comenzó con la administración del sacramento de la reconcilición.

Después de la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos a orar para tener la gracia de reconocer la presencia continua del Señor resucitado en cada creyente.

Los hermanos oraron intensamente y, al final, intercambiaron el saludo de la paz.

La visita a la comunidad de Immokalee concluyó con la celebración de la divina liturgia.

El arzobispo enfatizó que, es a través de la eucaristía, como el Señor mantiene su presencia continua, no solamente en su iglesia sino en la vida de cada creyente.

El domingo 21, después del mediodía, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad San Miguel Arcángel de Fort Myers, en donde también reside el Padre Carlos Reyes.

Se administró el sacramento de la reconciliación, después de que los hermanos se confesaron pecadores.

A la luz de las reflexiones que el arzobispo compartió durante la homilía de la Ascensión del Señor, los hermanos entraron en un tiempo de oración y de súplica.

Clamaron al Señor el don de ser buen tierra en la que la presencia sacramental del Señor pudiera ser reconocida como fuerza transformadora de cada fiel.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos de la comunidad San Miguel Arcángel de Fort Myers, Florida.

Los hermanos participaron con mucha devoción y fueron numerosos los que recibieron los divinos misterios.

Al caer el día, después de varias horas de viaje, el arzobispo, acompañado por el padre Carlos Reyes, llegó hasta la comunidad de Lakeland, Florida.

Se trata de una comunidad que está en proceso de organización. Se comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación.

El arzobispo invitó a los hermanos a entrar en un tiempo de oración, para clamar del Señor la gracia de reconocer su presencia viva y dejarse transformar por Él.

Los hermanos también oraron por la organización y crecimiento de la comunidad.

El momento culminante de la visita a la comunidad de Lakeland, lo constituyó la celebración de la divina liturgia.

Debido a que la comunidad aún está en proceso de organización, son pocos los que comulgan con los misterios, sin embargo, el arzobispo les animó a dar los pasos necesario para poder participar plenamente en la vida de la iglesia.

Al final de la celebración, algunos hermanos que estaban celebrando el cumpleaños pidieron ser bendecidos.

El arzobispo invitó a todos los cumpleañeros de mayo y junio a que se acercaran y se oró por ellos, se les bendijo y se les auguraron todas las bendiciones del Señor.

El viernes 26 de mayo, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la ciudad de Sololá, para presidir el decanato de los departamentos de Totonicapán y Sololá.

Se contó con una muy numerosa presencia de hermanos procedentes de las tres parroquias involucradas, así como de los presbíteros, padres José Ramón, Jarlin y Tomás.

El arzobispo, durante la formación explicó a los hermanos acerca del sentido de la fe auténtica, así como de lo que significan los sacramentos dentro de la mentalidad apostólica.

Después de la formación, los hermanos intercambiaron ideas acerca del tema presentado.

Los presbíteros y los coordinadores de los consejos pastorales presentaron un informe acerca de la marcha que está teniendo en las parroquias y el Centro Pastoral.

En general se subrayó que se experimenta un sostenido crecimiento, así como un fuerte entusiasmo.

La liturgia comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que estaban participando.

El arzobispo invitó al arrepentimiento y al confesarse pecadores, para luego poder, por la invocación del Espíritu Santo, recibir el perdón de los pecados.

Después de la homilía en la que se explicó el sentido del amor cristiano y lo que capacita para ser parte viva de la iglesia, se oró por la gracia de recibir el don de la fe y del Espíritu Santo.

Los hermanos también oraron específicamente por el arzobispo y por los presbíteros que les sirven.

En la celebración del decanato segundo del año, se preparó la renovación de los lectores de las diferentes parroquias y comunidades.

Se contó con un numeroso nombre de hermanos que, en la actualidad están ejerciendo el ministerio de lectores y que fueron renovados en la bendición para ejercer el ministerio.

El sábado 27 de mayo, por la mañana, el arzobispo presidió, en la Basílica de San Juan Bautista, Comalapa, el decanato del departamento de Chimaltenango.

Se contó con la participación de los padres Rigoberto, Francisco, Fredi, Maxi Eliseo y Herberth, así como de fieles de la Catedral San Juan Bautista y de otras comunidades.

Durante la formación, el arzobispo explicó cuál es la identidad de la Iglesia Apostólica, su organización y los procesos que se siguen dentro de su vida.

Al final, los hermanos plantearon algunas cuestiones acerca de la manera de orientar y afrontar diferentes problemas prácticos.

Seguidamente, en la Catedral de San Juan Bautista, el arzobispo presidió la celebración de la Liturgia de la Sagrada Escritura.

Durante la homilía, el arzobispo explicó, a la luz de las lecturas bíblicas cuál es la exigencia que el Señor plantea a quienes están dispuestos a seguirle con fidelidad.

Dentro del marco de las celebraciones litúrgicas, fueron presentados al arzobispo tres hermanos, para renovar la institución como ministros de la comunión.

Después de recordar el sentido de la renovación del encargo a ministros de la comunión, el arzobispo procedió a renovar a los ministros instituidos.

También dentro del marco de las celebraciones litúrgicas, se invitó a los hermanos a ponerse en oración, para clamar del Señor la gracia de ser auténticos discípulos suyos.

Los hermanos oraron con fervor e intensidad durante un buen tiempo.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia. Concelebraron los cuatro padres que están asignados a ejercer el ministerio en la Catedral de San Juan Bautista.

Todos participaron con gran devoción, conscientes de los misterios que se celebran y los frutos que tienen que producir en la vida del creyente de manera ordinaria.

El domingo 28 de mayo, por la mañana, el arzobispo presidió el decanato del norte del departamento de Guatemala, el cual, por primera vez se celebró en la sede de la parroquia de Los Guates, San Juan Sacatepéquez.

Se contó con la participación del padre Orlando López, párroco local, así como de hermanos representantes de todas las comunidades involucradas en el decanato.

El arzobispo hizo una presentación del proceso de reorganización que se está llevando a cabo en la Arquidiócesis, así como de los proyectos que se tienen.

Al final de la formación, los hermanos participaron haciendo preguntas y expresando su opinión sobre diferentes temas.

Seguidamente, los coordinadores de cada una de las comunidades participantes, así como el padre Orlando, rindieron un breve informe de la marcha de las mismas.

Se subrayó el aspecto del crecimiento que se tiene, así como de la profundización en la organización y el la participación de la vida de la iglesia.

Hacia el final de la mañana, iniciaron las celebraciones litúrgicas, con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que estaban participando.

El arzobispo también explicó el sentido de la venida del Espíritu Santo que se celebra y cómo ese don continúa actual y constante en la vida de la Iglesia.

También, en el marco de la celebración litúrgica, se instituyó ministros de la distribución de la comunión para las comunidades que hacen parte del decanato.

Los hermanos renovaron el compromiso de fidelidad y conversión, el pueblo les reiteró la elección y el arzobispo procedió a hacer la institución.

Como estaba programado, se hizo también la bendición de lectores para servicio de las comunidades involucradas en el decanato del norte del departamento de Guatemala.

El arzobispo recordó el sentido de la bendición, los compromisos que se adquieren, especialmente en cuanto al estilo de vida y se procedió a hacer la bendición.

Finalmente, se procedió a la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y concelebrada por el padre Orlando López, párroco local.