El martes 15 de agosto, el arzobispo se reunió, en el Seminario Santa María del Nuevo Éxodo, con los presbíteros que forman el decanato presbiteral del sur de Alta Verapaz.

La razón de la reunión fue analizar diferentes situaciones pastorales que se viven, con la finalidad de hacer la presencia de los presbíteros en las parroquias más eficaz y significativa y garantizar el crecimiento de las parroquias.

La reunión se desarrolló en un ambiente de cordialidad y disponibilidad para el compromiso, con vistas a encontrar la respuesta más adecuada a los desafíos.

El miércoles 16, por la mañana, se celebró la primera reunión con el presbiterio de la Arquidiócesis presente en Guatemala, El Salvador y Honduras. Participaron los padres Luis Uyoa, Rolando, Ángel y Edwin presencialmente y virtualmente el padre Carlos Rodolfo.

Se habló de los proyectos misioneros de la arquidiócesis y los presbíteros eligieron a los animadores del decanato: decano, padre Luis, vicedecano, padre Edwin y secretario, padre Ángel.

El mismo día, también se llevó a cabo la primera reunión entre el presbiterio de la arquidiócesis en el centro y los seminaristas que se quedarán en la arquidiócesis.

Se habló de que se tendrá un método de trabajo participativo, promoviendo la corresponsabilidad y se habló del luegar de pastoral de los epesistas y de la pastoral de fin de año.

El jueves 17 de agosto, por la mañana, el arzobispo tuvo un encuentro con los tres obispos electos, para abordar cuestiones relacionadas con el viaje al Medio Oriente y a la organización de las diócesis.

Se tuvo también una video-llamada con Sayedna Nicolas de Madrid, quien será el que encuentre a los tres obispos electos y los acompañe en el viaje al Medio Oriente.

Se dialogó sobre diferentes desafíos y criterios pastorales.

Finalmente, se hizo un viaje al Centro Arquidiocesano, que está en construcción, para que los obispos electos conocieran el lugar.

Terminada la reunión de planificación con los obispos electos, el arzobispo presentó a cada uno de ellos a los seminaristas que ha optado con hacer parte de las nuevas diócesis.

Los obispos electos tuvieron tiempo para dialogar con ellos y organizar aspectos relacionados, especialmente, con la pastoral de fin de año.

El viernes 18 de agosto, por la noche, el arzobispo llegó hasta el aeropuerto de Mongamery, Alabama, Estados Unidos, para la visita pastoral a la comunidad de Auburn/Opelika.

El sábado 19, por la mañana, la visita comenzó con un encuentro, en el cual el arzobispo informó a los hermanos acerca de la reestructuración de la Arquidiócesis de Centroamérica.

Después de la presentación hecha por el arzobispo, los hermanos plantearon diferentes cuestiones acerca de la organización que se implantará en la Arquidiócesis.

El arzobispo específicamente explicó que todas las misiones que se encuentran fuera del territorio especíico de la Arquidiócesis quedarán bajo el cuidado de la Arquidiócesis y que se establecerá también un diálogo con los Arzobispo que cubren el territorio en el que se encuentran las misiones.

Seguidamente, el arzobispo comenzó un tiempo de formación específica, centrándose en la temática correspondiente a la diferencia que existe entre el pecado y el reconocerse pecador.

Se hizo énfasis en que, precisamente el pecado consiste en la negativa a reconocer la propia fragilidad que se expresa reconociéndose pecador y poniéndose en las manos de Dios.

Después de la formación, los hermanos plantearon una serie de cuestiones relacionadas con la historia y con la identidad de la iglesia y con algunas de las prácticas que se tienen.

Se explicó cómo fue el nacimiento de la iglesia católica, cristiana y ortodoxa de Antioquía y como fue el de las demás sedes. También se habló de la práxis de los sacramentos y de la reconciliación.

Al final de la primera etapa de la formación, los servidores de la comunidade de Auburn, prepararon un tiempo de compartir fraterno con todos los participantes.

Todos vivieron en una experiencia de comunión sincera y de disponibilidad para vivir la reconciliación.

El sábado 19 de agosto, por la noche, en la sede de la comunidad de Auburn, el arzobispo administró el sacramento de la reconciliación a los hermanos que estaban participando.

Previamente explicó el sentido del sacramento y la forma de su administración e invitó a los hermanos a confesarse, con toda humildad como pecadores.

Después de la homilía, en la que el arzobispo explicó lo que implica, desde la perspectiva evangélica el ser como niño, el arzobispo invitó a los hermanos a entrar en oración.

Los hermanos orar durante largo tiempo, con mucha devoción, clamando al Señor la gracia de saber ser como niños, para recibir el don del Reino de Dios.

Dentro del marco de las celebraciones litúrgicas, se administraron los sacramentos de la reconciliación a dos niños, cuyos padres hacen parte de la comunidad.

La niña es hija de Víctor y Elizabeth y es su décimo hijo. Todos son muy activos en la vida de la comunidad, especialmente en el ministerio de música.

El hermano Taido sufrió hace poco un grave accidente y, progresivamente ha recibido la sanidad.

Como agradecimiento al Señor, está involucrándose en la vida de la comunidad y, como signo de ellos, se preparó para tener la primera reconciliación y la comunión solemne.

La actividad del sábado culminó con la celebración de la divina liturgia.

Se contó con una muy numerosa participación de hermanos, los cuales expresaron su alegría y su disponibilidad profunda al compromiso de fe y a regulariar su situación cristiana, quienes no pueden aún participar en la vida sacramental.

El domingo 20 de agosto, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad de Auburn, Alabama, para encontrarse con los servidores y líderes de la comunidad.

El encuentro comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación para los hermanos que estaban participando en la celebración dominical.

Durante la homilía el arzobispo hizo énfasis en que, el don del Espiritu Santo y la liberación de los nales, están en relación con la capacidad de ser humildes e insistentes en la súplica.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a ponerse en oración, para implorar la gracia del Señor de poder ser liberados de todas las ataduras interiores.

La visita pastoral a la comunidad de Auburn concluyó con la celebración de la divina liturgia para los servidores y líderes de la comunidad local.

El arzobispo encargó a los hermanos a centrarse en la vida sacramental y en dejarse transformar por la gracia del Señor, para ser testigos del Evangelio.

El mismo día 20, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Dalton, ubicada en el Estado de Georgia.

La comunidad está formada en su mayoría por hermanos procedentes de Concepción Tutuapa, San Marcos y de Cuilco. Se comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación.

La comunidad de Dalton se ha visto afectada porque varios de sus hermanos no han podido continuar a trabajar en los Estados Unidos y han regresado a Guatemala.

Precisamente en ese contexto y, a la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo animó a los hermanos a entrar en oración y entregarse con radicalidad al Señor.

Tres niñas, originarias de Chilcal, Cuilco, fueron preparadas para hacer la primera reconciliación y la comunión solemne.

Después de haberles recordado acerca de su compromisos, el arzobispo oró por ellas y las bendijo.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los hermanos de la comunidad de Dalton.

Los hermanos participaron con mucha devoción, conscientes de la gracia inestimable que implica el poder participar en los divinos misterios cuando se tiene la celebración eucarística.

Los hermanos de la comunidad de Dalton expresaron al arzobispo que tenían algunas cuestiones sobre la historia e identidad de la Iglesia y sobre otros temas doctrinales.

Por lo mismo, al terminar las celebraciones litúrgicas, el arzobispo explicó a los hermanos cuál es, en la perspectiva bíblica el origen de la Iglesia de Antioquía y el papel que jugó en la formación de las otras iglesias, por lo que se le considera con toda propiedad la madre de todas las iglesias.

El lunes 21, por la tarde, el arzobispo llegó hasta Los Ángeles, para comenzar la visita pastoral a la parroquia San Miguel Arcangel, East Rancho Domínguez. El mismo día, presidió la celebración de la divina liturgia.

El 22, por la noche, se administró el sacramento de la reconciliación a los miembros del consejo pastoral de la parroquia.

Después de la homilía, en la que se presentó a la Virgen María como modelo de la actitud necesaria para la llegada del Reino, invitó a los hermanos a la oración.

Los hermanos oraron con intensidad, implorando del Señor la gracia de caminar de acuerdo con su voluntad.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, la cual fue concelebrada por el padre Jorge Cerda.

Los hermanos participaron con devoción, conscientes de que, en el Nuevo Testamento, la efusión del Espíritu Santo se comunica a través, especialmente, del sacramento del Cuerpo y de la Sangre del Señor.

La actividad culminó con la celebración del consejo pastoral. Se rindió informe de lo que se está realizando, pero también se intercambiaron criterios de lo que constituye la esencia de la vida parroquial y de la renovación carismática desde la perspectiva de la Sagrada Escritura.

Se trató de plantear una serie de criterio que sirvan como base para un trabajo de unidad y de auténtica renovación.