El viernes 24 de nobiembre, el arzobispo llegó hasta el aeropuerto de Montgomery, Alabama, Estados Unidos, para comenzar la visita pastoral del Centro Pastoral de Auburn, Alabama.

El centro pastoral está formado, por el momento, por tres comunidades: Nueva Creación de Opelika, Cristo Rey 1 de Gadsden en Alabama y Dalton en Georgia. El arzobispo comenzó informando acerca del proceso pastoral que se está siguiendo.

Los líderes de las comunidades de Opelika y de Gadsden, seguidamente, rindieron informe de la situación pastoral de sus respectivas comunidades.

En general, se expresó que las comunidades están viviendo un momento positivo, en cuanto hay crecimiento en el número de fieles y en la identidad de las comunidades.

Seguidamente, el arzobispo impartió formación para los líderes y servidores de dos de las comunidades del Centro Pastoral de Auburn, Alabama.

Se explicó cuál es el sentido de ser católico, cristiano y renovado carismático.

Luego, los hermanos tuvieron el tiempo necesario para plantear una serie de preguntas acerca de cuestiones relacionadas con la fe y la práctica que se tiene.

La mayor parte de las cuestiones giró en torno a las celebraciones durante la Semana Santa y la Pascua. Ël arzobispo explicó que las mismas tienen sentido, en la mendida en la que sean expresión de una genuina actitud de conversión personal.

El mismo día 25, por la noche, se dio inicio a las celebraciones litúrgicas, con la administración del sacramento de la reconciliación a los fieles de las comunidades.

El arzobispo explicó el sentido de administrar el sacramento como lo hace y, luego invitó al arrepentimiento y a confesarse pecadores.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cómo es indisspensable estar ungido por el Espíritu Santo para comprender la Sagrada Escritura y crecer en la fe.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a orar, para suplica la gracia de la conversión y la unción con el Espíritu Santo.

Dentro del marco de la celebración, se administraron los sacramentos d ela iniciación cristiana a tres niños: dos de la comunidad Cristo Rey 1 y uno de la comunidad de Auburn/Opelika.

El arzobispo explicó el compromiso que asumen los padres y padrinos en la educación en la fe y administró los saacramentos.

También una hermana adulta que nunca había hecho formalmente ni la primera reconciliación ni la comunión solemne, fue preparada para hacerla en ocasión de la visita del arzobispo.

El arzobispo le explicó el sentido de la ceremonia, la gracia que recibe y los compromisos de vida que son asumidos.

Finalmente, se concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

En la misma, participaron unos 120 hermanos, miembros de la comunidad local y de la comunidad Cristo Rey 1, de Gagsden. Eso demuestra el crecimiento que se está experimentando.

El domingo 26, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad de Auburn/Opelika, para encontrarse con los servidores y líderes de la comunidad.

Se comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación, después de que los hermanos, humildemente, se confearon pecadores.

Después de la homilía, en la que el arzobispo explicó el sentido de la perícopa de San Mateo sobre lo que se debe compartir con los demás, los hermanos entraron en oración.

Se dio gracias por todos los beneficios recibidos, se pidió al Señor que dé el don de ser el pastor en la vida de cada fiel y de dar testimonio del Evangelio a todos.

La visita a la comunidad de Auburn/Opelika culminó con la celebración de la divina liturgia para servidores y líderes de la comunidad local.

Los hermanos expresaron al arzobispo su gratitud por la visita y por todos los dones que, a través de su ministerio, va derramando en medio de ellos.

El mismo día 26, por la tarde, el arzobispo llegó hasta Dalton, Georgia, para realizar la visita pastoral de la comunidad local, la cual está compuesta en su mayoría, por hermanos procedentes de Concepción Tutuapa, San Marcos y de Cuilco, Huehuetenango.

El arzobispo saludó a los hermanos, y, seguidamente, administró el sacramento de la reconciliación, después de que los hermanos se confesaron pecadores.

A la luz de la reflexión del evangelio, el arzobispo invitó a los hermanos a entrar en un tiempo de oración, para agradecer al Señor todos los beneficios recibidos y clamar de Él, la capacidad de responderle con generosidad.

Los hermanos orar intensamente, asumiendo el compromiso de esforzarse por ser contados entre las ovejas, cuyo pastor es el Señor.

Con ocasión de la visita del arzobispo, llegaron hasta la comunidad dos familias que, aunque en Guatemala son miembros de la Iglesia, no pueden perticipar aquí en Estados Unidos, por vivir muy lejos.

Los hermanos trajeron a sus hijas Yohanna y Aracely, a quienes se les administraron los sacramentos de la iniciación cristiana.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, en la que los hermanos participaron con espíritu de oración sincera y profunda devoción.

El arzobispo les exhortó a tratar de superar todos los obstáculos e impedimentos canónicos, para poder participar scramentalmente en los divinos misterios.

Al final de la liturgia, los hermanos se fueron acercando al arzobispo para saludarle, conversar con él y agradecerle la visita que se estaba concluyendo.

Especialmente los niños y los jóvenes de la comunidad se acercaron y con mucha efusión saludaron al arzobispo.

El martes 28 de agosto, por la noche, el arzobispo, después de haber llegado a California la tarde del 27, le dedicó el tiempo a encontrarse con los miembros del Consejo Pastoral de la parroquia San Miguel Arcángel, East Rancho Domínguez.

El encuentro comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación.

A la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo recordó a los hermanos cuáles son los compromisos, especialmente del consejo pastoral de una parroquia.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a entrar en oración, para clamar del Señor la gracia de responder con fidelidad a la elección que se ha recibido.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los miembros del consejo pastoral de la parroquia San Miguel Arcángel, en la sede parroquial.

Conscientes de que el centro de toda acción pastoral es el misterio de la Palabra hecha Carne, que se actualiza en la celebración de la misa, los hermanos participaron con mucha devoción.

Finalmente, se celebró la reunión con el consejo pastoral de la parroquia.

Especialmente se abordó la cuestión de emprender nuevas iniciativas tendientes a extender el ámbito del testimonio misionero, para cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

El miércoles 29 de noviembre, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la Comunidad Poder del Espíritu Santo, ubicada en el centro de la ciudad de Los Ángeles, para hacer la visita pastoral.

Después de saludar a los fieles, se comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación, a quines estaban participando en la celebración.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en la actitud que se debe mantenener para poder participar de los dones que el Señor da a sus fieles, en cada momento.

Por lo mismo, al terminar, invitó a los hermanos a ponerse en oración, para implorar del Señor, la gracia de la conversión, para poder recibir los dones del Espíritu Santo.

La visita pastoral fue concluida con la celebración de la Divina Liturgia, presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron con mucha devoción y, en el momento en el que correspondió acercarse a recibir la comunión con los divinos misterios, fue muy grande el número de fieles que acudió a recibirlos.

El jueves 30 de noviembre, festividad de SanAndrés Apóstol, por la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad de El Pescador, para hacer la visita pastoral mensual.

La primera actividad que se realizó fue la administración del sacramento de la reconciliación a todos los presentes.

Durante la homilía, el arzobispo explicó que la misión que el Señor confía a los apóstoles es la de comunicar el Espíritu Santo, como participación en la misma vida del resucitado.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a que, en espíritu de humildad, clamaran al Señor, implorando que a todos comunique el don de la unción con su Espíritu Resucitado.

La visita concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron con sentimientos de profunda devoción y todos los que pudieron, comulgaron sacramentalmente con los divinos misterios.