El viernes 19 de enero, por la noche, en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel,East Rancho Domínguez, se celebraron una serie de actividades para catequistas y fieles en general.

Se comenzó con la celebración del sacramento de la reconciliación.

Después de la homilía, en la que el arzobispo enfatizó que cada quien es llamado por su propio nombre y que, el mismo, hay que escucharlo del Señor, invitó a los hermanos a la oración.

Todos entraron en tiempo profundo de oración, entregándose humildemente al Señor, para cumplir su voluntad.

Como es costumbre, cuando está el arzobispo en la parroquia, los viernes se celebra la divina liturgia con la posibilidad de ungir a los enfermos y a los débiles.

La mayor parte de los hermanos que estaban participando, se acerco para ser ungida y alcanzar la identificación con el Señor.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para todos los participantes en la jornada de formación y de oración, dedicada especialmente a los catequistas de la parroquia.

Se contó con la participación de hermanos de las tres comunidades más grandes de la parroquia. Se trata de la comiunidad cengtral, del Pescador y de la de Riverside.

Al final de la divina liturgia, el arzobispo impartió formación teológica y pastoral para los hermanos.

En esta ocasión se abordó la cuestión del sentido de los relatos de la Transfiguración, específicamente en el Evangelio de San Mateo y sus implicaciones con todo el mensaje cristiano.

Finalmente, antes de despedirse, los hermanos se acercaron a recibir la bendición de parte del arzobispo.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir uniéndose en la participación de la vida espiritual, especialmente cuando se imparte formación los viernes, con ocasión de la venida del arzobispo a la parroquia.

El sábado 20 de enero, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad Santa María de Guadalupe ubicada en Riverside, California, para celebrar los divinos misterios.

Se inició con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los que se prepararon adecuadamente.

Seguidamente, fue presentada la niña María, por sus padres Segundo Nicolás y Fabiana, para que le fueran administrados los sacramentos de la iniciación cristiana.

Después de explicar el sentido y los compromisos que se asumen, el arzobispo administró a María los sacramentos de la iniciación.

También fueron presentado los hermanos Nicolás y Lucía, para que recibieran la primera reconciliación e hicieran la comunión solemne.

El arzobispo, después de constatar que estaban adecuadamente preparados, oró sobre ellos y los acogió para la administración de los sacramentos previstos.

La visita a la comunidad Santa María de Guadalupe de Riverside concluyó con la celebración de la divina liturgia presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron con mucha devoción en la celebración, conscientes de que implica la recepción de la Palabra de Dios, que da la vida eterna.

El mismo día sábado 20 de enero, por la tarde, en la sede de la Parroquia San Miguel Arcángel, de East Rancho Domínguez, el arzobispo presidió las actividades de la Escuela de Teología y Formación Ministerial Santiago Baradeo.

Se comenzó con la presentación hecha por los alumnos de las tareas que fueron asignadas en la última sesión.

Seguidamente, el arzobispo impartió la formación que estaba prevista para esa sesión de trabajo.

Se presentaron aspectos del prólogo del Evangelio de San Juan, relacionados con la digura de Juan Bautista, como testigo y Voz que clama en el desierto.

El encuentro en la Escuela de tologí ay Formación Ministerial culminó con un tiempo de diálogo en el que los alumnos plantearon diferentes cuestiones.

En su gran mayoría, se trató de aspectos relacionados con los Escritos Joánicos.

El sábado 20 de enero, al caer del día, se celebró la Asamblea Semanal en la sede de la parroquia de San Miguel Arcángel, East Rancho Domínguez.

Después de tiempo de alabanza, oración y adoración, se comenzó con la formación, la cual fue guiada por el arzobispo y versó en torno al sentido que tenía hablar de Palabra de Dios, en el Antiguo Testamento.

Después de la formación, el arzobispo invitó a los hermanos a ponerse en oración, para implorar del Señor la gracia de que, cuanto se había aprendido, se pusiera en práctica.

Por lo mismo, los hermanos en un tiempo prolongado de súplica de acción de gracias y de petición.

Seguidamente, se dio inicio a las celebraciones litúrgicas, con la administración del sacramento de la reconciliación para todos los que estando presentes.

El arzobispo invitó al arrepentimiento y, seguidamente, se administró la absolución, invocando la efusión del Espíritu Santo.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, la cual fue concelebrada por el padre Jorge.

Los hermanos participaron con mucha devoción, habiendo sido recordados que la celebración de los divinos misterios, el misterio de la Encarnación de Dios en gloria se actualiza.