El sábado 9 de marzo, por la mañana, en la Catedral de Santa María Auxilio de los Cristianos y Santiago Baradeo, el arzobispo presidió la liturgia de reconciliación.

Antes de administrar el sacramento, explicó su sentido, su forma de administración e invitó al arrepentimiento humilde.

Desde hace varios meses se venía planificando la boda entre Marco Polo y Natividad del Carmen y se fijó la fecha para el 9 de marzo, apenas después de la consagración de la Catedral y la entronización de los obispos.

La ceremonia se celebró con gran devoción y profunda alegría.

Con ocasión de la celebración de la primera boda en la Catedral de Santiago Sacatepéquez, el arzobispo presidió la divina liturgia, después de la celebración de la boda.

Se vivió una experiencia de profunda alegría y fe. Se trató de la primera celebración de sacramentos en la Catedral.

Después de su regreso a su sede de Damasco, Su Santidad el Patriarca ha escrito una carta de agradecimiento a Su Eminencia el Arzobispo, a Sus Gracias, los Obispos recién ordenados y al presbiterio, agradeciendo por la recién concluida Visita Apostólica.

En la misma, felicita por el trabajo que se está haciendo y pide que se continúe en la misma dirección, bajo la guía del Espíritu Santo, para poder llevar adelante la misión que se ha emprendido.

También pide que se salude a todo el Pueblo de Dios, asegurándolo de su cercanía, de su amor y de sus bendiciones y constantes oraciones por cada uno de todos los fieles.

No. EN 201/ 24                                                                                                                                                                                7 de marzo, 2024

Por la gracia de Dios
Ignacio Efrén II
Patriarca de Antioquía y de todo el Oriente
Jefe Supremo de la Iglesia Católica Siro Ortodoxa

La Bendición Apostólica a nuestros hermanos en Cristo, Su Eminencia Mor Santiago Eduardo Aguirre, Arzobispo de Centroamérica, y a Sus Gracias Obispos: Mor Marcos Caicedo, obispo del Occidente de Guatemala, Mor Andrés López, obispo del Centro de Guatemala, Mor José Hurtado, obispo del Norte de Guatemala y a nuestros amados hijos espirituales, el presbiterio de la Arquidiócesis de Centroamérica

Que la gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo estén con ustedes.
Extendemos nuestro más sincero agradecimiento a Su Eminencia y a Sus Gracias, los obispos recientemente ordenados, por la exitosa e inspiradora visita a Guatemala, Su dedicación a la Iglesia Siro Ortodoxa y su inquebrantable apego a su fe, sirven como un faro de luz, que ilumina y guía a nuestras comunidades hacia su crecimiento espiritual y su renovación.
Nos sentimos profundamente orgullosos de su compromiso con la Iglesia y de la firmeza con la que defienden sus enseñanzas. Su fidelidad, profundamente arraigada, no sólo es encomiable sino también sirve como inspiración para aquellos que son alcanzados por su ministerio.
Al continuar su misión y su compromiso con el pueblo de Guatemala y de otras partes de Centroamérica, les recomendamos que perseveren en su noble trabajo e impulsen una comprensión, cada vez más profunda, de nuestra tradición, respetando al mismo tiempo, la rica herencia cultural de las comunidades a las que sirve. Su capacidad para superar la brecha que existe entre las tradiciones de la iglesia y las culturas locales es un testimonio de su sabiduría y de su compasión.
Que su liderazgo continúe siendo guiado por la gracia de Dios, y que encuentren fortaleza e inspiración al constatar que sus esfuerzos están marcando una profunda diferencia en la vida de muchos.
Les pedimos que, por favor, transmitan nuestras bendiciones a todos los fieles de nuestra bendita Arquidiócesis de Centroamérica, asegurándoles nuestro de amor paterno y nuestras constantes oraciones por ellos.
Con nuestras oraciones y con nuestros mejores deseos, para que sigan teniendo éxito, le pedimos al Señor que los bendiga.

El domingo 10 de marzo, el arzobispo comenzó la jornada visitando la comunidad Apostolado Católico María, con la cual tuvo un reencuentro, pues hace varios años, había tenido una relación con la iglesia.

Su líder Manlio y sus miembros, has expresado el sentir la llamada a ser parte activa de la santa iglesia, por lo que, a partir de ahora, se les comenzará a dar atención pastoral.

Después de explicar a los hermanos el sentido de la iglesia, aspectos de su historia y de su identidad, el arzobispo administró el sacramento de la reconciliación.

Invitó al arrepentimiento y a reconocerse pecadores, previo a que se impartiera la absolución.

Después de la homilía, en la que el arzobispo explicó el sentido de la profundización y de la conversión que se está llamados a vivir durante el tiempo de la cuaresma, el arzobispo invitó a los hermanos a orar al Señor.

Se pidió al Señor la gracia de someterse totalmente a su voluntad, para poder participar de su gloria y de la vida eterna.

La visita a la comunida Apostolado Católico María concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

Concelebró el padre Ángel Cáseres quien será el encargado de dar atención pastoral, acompañamiento y formación a los hermanos de la comunidad Apostolado Católico María.

Hacia el final de la mañana, el arzobispo llegó hasta el Mausoleo de la familia Aguirre, para celebrar la rededicación del mismo, con ocasión de que se cumplen 150 años de su construcción, por lo que se hizo un remozamiento total del mismo.

Dentro del contexto de la reunión de la familia Aguirre, se oró, se meditó en las Sagradas Escrituras y el arzobispo invitó a los presentes a asumir una actitud de conversión y de esperanza.

La rededicación culminó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por Mor Santiago Eduardo Aguirre Oestmann.

En el tiempo del canon de los difuntos, cada uno de los presentes tuvo el tiempo necesario para recordar a los miembros de la familia que han entrado ya en la gloria de estar en la presencia del Señor.

Durante la ceremonia de consagración de obispo, los obispos tienen que hacer lo que en castellano se llama una PROFESIÓN DE FE y en arameo SHALMUTHO.

En esta profesión de fe y de comportamiento, que fue firmada ante Su Santidad el Patriarca, y en la que los obispos se comprometen a someterse totalmente a lo que manda la Santa Iglesia y a limitarse en el ejercicio de sus funciones únicamente a lo que les ha sido facultado. También hacen el compromiso de cuidar del rebaño, de estar dispuestos a dar la vida por él y de vivir siempre con humildad y sencillez, con espíritu paternal y con humildad.

En cuanto a la fe, tienen que mantener totalmente lo que se ha determinado. Por ejemplo, en asuntos prácticos como la formación para la preparación a la celebración de los sacramentos, que se considera parte de lo que se enseña para transmitir la fe, se tienen que mantener apegados a los textos que han sido aprobados para la Arquidiócesis y no pueden tomar iniciativas particulares, pues la Arquidiócesis, aunque conste de la la Arquidiócesis y de tres diócesis, es una sola y se tiene que mantener la unidad en cuanto a la formación pre-sacramental.

Igualmente, en lo que se refiere a la liturgia, tienen que observar y cuidar vigilantemente que en todas las parroquias, se observe lo que ha sido aprobado para uso en la Arquidiócesis, sin quitar ni añadir nada de lo que está prescrito, tanto en lo que respecta a los ritos, como a las vestiduras y a los demás aspectos propios de las celebraciones sacramentales.

Por eso, si, en alguna parte una comunidad o un grupo de comunidades no se quieren apegar, tanto a lo que se determina para la preparación como para la celebración de los sacramentos y de la divina liturgia, se les tiene que amonestar y exhortar y, si, a pesar de eso no están dispuestos a aceptar todo lo establecido, con todo el dolor del corazón, corresponderá considerarlos como separados de la Santa Iglesia y no se les podrá seguir atendiendo ni pastoral ni sacramentalmente.

Debido a que, en algunos lugares se ha presentado la tentación de tratar de hacer cambios unilaterales en lo que se refiere a las guías para la formación presacramental y, en otras se ha intentado presionar para que la celebración de la liturgia divina o de los otros sacramentos, no se apegue a los rituales legítimamente establecidos, es necesario que recordemos que ni el arzobispo ni los obispos tienen las facultades para autorizar o hacer cambios y que, se ha asumido un compromiso firme ante toda la Iglesia, cuya unidad está representada por Su Santidad el Patriarca. Por lo mismo, es importante que, conscientes de estas normas, con humildad y actitud de obediencia, todos nos sometamos y observemos cuidadosamente cuanto se ha establecido.

Y, precisamente, por eso, consideramos oportuno compartir el texto completo de los compromisos que hace el obispo y de los alcances y limitaciones que tiene en el ejercicio de su ministerio.

En otra publicación, compartiremos también cuál es el Estatuto que rige la relación entre la Santa Iglesia, la Arquidiócesis y cada una de las Diócesis, y que fue aprobado por el Santo Sínodo en junio de 2023.

Durante la reunión del Santo Sínodo de junio del año 2023, se aprobó el nuevo Estatuto para la Reestructuración y Organización de la Arquidiócesis de Centroamérica.

Con la llegada de Su Santidad a Guatemala, para consagrar a los tres nuevos obispos, para las tres nuevas diócesis y la toma de posesión, que culminó el 8 de marzo, cuanto está previsto en el Estatuto, ha cobrado vigencia y se ha convertido en la norma que regirá la organización de la Arquidiócesis, como de cada una de las diócesis.

En el Estatuto está determinada cuáles son las funciones del Arzobispo, del Consejo Episcopal Arquidiocesano y de cada uno de los obispos de las diócesis y cuáles son los organismos que se deben organizar en cada una de las diócesis.

El 8 de abril se tendrá la primera reunión del Consejo Episcopal Arquidiocesano, en el cual se determinará cuál será la estructura que se dará a cada diócesis, así como otros aspectos en los que se determinarán cuáles son las competencias de cada diócesis y qué es lo que se tiene que determinar y actuar en común.

Por lo mismo, a continuación damos a conocer el texto íntegro del Estatuto. La versión en inglés fue la que se leyó y aprobó en el Sínodo; sin embargo, la traducción al castellano acompañó la versión en inglés, por lo que con la promulgación de Su Santidad el 8 de junio del año pasado, se considera que ambas versiones tienen carácter oficial y, por lo mismo, vinculante.

Animamos tanto a los obispos como a los presbíteros, consejos parroquiales y pueblo de Dios a que lean y estudien el documento, para que se conozcan y compartan todos los elementos establecidos y el camino que se emprenda sea hecho sobre una base sólida y común y no sobre ocurrencias o iniciativas peregrinas, que no ayudarían al desarrollo y consolidación de la Arquidiócesis de Centroamérica en su integralidad.

El 13 de marzo, Su Santidad el Patriarca publicó su Encíclica con ocasión de la Cuaresma y de la Pascua del año 2024.

Dado que en este año se celebran los 1300 años de la muerte del obispo San Jorge, quien es llamado del OBISPO DE LOS ÁRABES, Su Santidad ha querido recordar cómo la Iglesia Siro Ortodoxa se ha involucrado, a través de los siglos en la misión de Evangelizar a los pueblos que aún no conocían al Señor.

Con ello, invita a todos los miembros de la Iglesia a tomar conciencia de que, dentro del camino de conversión, tienen que recordar el compromiso que deben tener en la misión de llevar el Evangelio a todos y en todas partes, aunque esto implique sufrimiento, rechaza y persecución, especialmente, en el mundo en el que estamos viviendo actualmente.

El miércoles 13, a media noche, el arzobispo llegó hasta Los Ángeles, para comenzar la visita pastoral a la parroquia de San Miguel Arcángel, de California.

La primera actividad que se tuvo el 14, por la noche, fue la visita a la comunidad El Pescador, en donde se administró la reconciliación.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a vivir la experiencia de conversión, como ruptura con todos los ídolos que se van creando a nivel personal.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a entrar en un tiempo de profunda oración, para clamar del Señor la sabiduría para reconocer todos los ídolos y ser liberados de ellos.

La visita a la comunidad El Pescador culminó con la celebración d ela divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron con espíritu de humilde sintonía, sabiendo que es a través del sacramento como el misterio de la Encarnación se prolonga en la vida de la Iglesia.

El vierne 15 de marzo, por la noche, en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel de East Rancho Domínguez, el arzobispo presidió la administración del sacramento de la reconciliación.

El encuentro se centró en torno a catequistas y líderes de la parroquia y los hermanos fueron invitados al arrepentimiento y la conversión.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cuál es la actitud con la que se puede reconocer al Señor en la vida, para que Él se comunique con quienes creen en Él.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a suplicar la gracia de romper con todos los prejuicios que impiden el encuentro personal con el Señor.

Después de la profesión de la fe, el arzobispo explicó cuál es la actitud necesaria para que, al recibir la unción de los enfermos, se pueda experimentar una sanación integral.

Después de ello, se procedió a ungir a todos los que con corazón humilde estaban dispuestos a reconocer su fragilidad, para recibir del Señor la fortaleza.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, en la cual también concelebró el padre Jorge Cerda, vicario parroquial de la parroquia de San Miguel Arcángel.

Los hermanos, conscientes de la transcendencia del misterio de la encarnación de la Palabra viva de Dios, participaron con mucha devoción.

Finalmente, el arzobispo impartió formación, centrada especialmente para formar a los catequistas y líderes de la parroquia.

En esta ocasión, también aprovecho el arzobispo para compartir aspectos relacionados con la visita de Su Santidad el Patriarca a Guatemala y con reorganización de la arquidiócesis.

El sábado 16 de marzo, por la tarde, se celebraron las actividades en la Escuela de Teología y Formación Ministerial Santiago Baradeo, de Los Ángeles.

La actividad comenzó con la presentación que hicieron los alumnos acerca de temas relacionados con el capítulo 1 del evangelio de San Juan.

Seguidamente, el arzobispo impartió la formación prevista para el mes de marzo, la cual versó en torno a la llamada a los primeros discípulos del Señor.

Se tuvo la oportunidad de familiarizarse con la geografía de Juan y con el sentido sacramental de su evangelio.

Al final de la formación, los alumnos tuvieron la oportunidd de establecer un tiempo de diálogo y de plantear diferentes cuestriones que les surgía, ante lo estudiado.

En general, se ha tenido la experiencia de que se está dando una formación que se dirige directamente a la conversión y a la apertura para ser instruidos por la misma Palabra viva del Señor.

Por la noche, al comienzo de la asamblea de la parroquia, el arzobispo impartió un tiempo de formación a los hermanos de la comunidad del centro parroquial.

Después de informar acerca de la reorganización que se ha dado en la Arquidiócesis, el arzobispo invitó a los hermanos a considerarse como comunidades y parroquia en misión.

Al final de la formación, en la que el arzobispo hizo énfasis en la urgencia de que se llegue a tener un encuentro vital con el Señor, para que sea quien va dando la formación interna, invitó a un tiempo de oración.

Los hermanos se pusieron en oración, suplicando la gracia de poder abrir toda la existencia para poder participar de la unción del Espíritu y de la sabidurá que viene de lo alto,

Seguidamente, se dio inicio a las celebraciones litúrgicas, con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los hermanos que estaban preparados para recibirlo.

Después de invitar al arrepentimiento, se invocó el Espíritu Santo, para el perdón de los pecados

Finalmente, la actividad concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y fue concelebrada por el padre Jorge Cerda.

Los hermanos participaron con mucha devoción e indudable provecho.