El domingo 17, por la mañana, hermanos de la comunidad de Tzanixnam, Totonicapán, en California, llegaron hasta la sede de la parroquia San Miguel Arcángel.

Se comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación, después de haber comenzado a organizar que los hermanos participen más activamente en la liturgia.

Después de la homilía, en la que el arzobispo presentó a los hermanos la promesa de una nueva alianza, invitó a que se orara, para que la promesa se cumpliera en la vida de cada quien.

Los hermanos oraron con intensidad, pidiendo al Señor también por los hermanos que aún no se sienten llamados a formar parte activa de la comunidad.

La visita culminó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y concelebró el Padre Jorge Cerda, Vicarío de la parroquia.

Los hermanos son conscientes de la urgencia a regularizar su situación, para que el mayor número pueda participar en los divinos misterios.

Hacia media mañana, en la sede de la parroquia de san Miguel Arcángel, de East Rancho Domínguez, el arzobispo presidió celebraciones litúrgicas parroquiales.

Después de invitar al arrepentimiento y a la conversión, se administró el sacramento de la reconcilición.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo explicó que el Señor quiere enviar su Espíritu, pero para ello es necesario tener ciertas actitudes básicas.

Por ello, invitó a los hermanos a orar, para pedir del Señor la gracia de responder a su llamado con generosa apertura.

Las actividades matutinas de la parroquia concluyeron con la celebración de la divina liturgia.

La celebración contó con la participación de los hermanos de la Comunidad El Pescador, que llegaron para animar el canto litúrgico y animar a la comunidad

El domingo 17 de marzo, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad Santa María de Guadalupe, ubicada en la ciudad de Riverside, California.

Después de llega y saludar a los hermanos, el arzobispo impartió formación acerca del sentido que tiene la Iglesia desde su perspectiva histórica.

Las celebraciones litúrgicas iniciaron con el llamamiento al reconocimiento de ser pecadores, al arrepentimiento y a la conversión, en el marco de la Cuaresma.

Seguidamente, se administró la absolución, para el perdó de los pecados de quienes humildemente, se habían puesto en la presencia del Señor.

Durante la homilía, el arzobispo, a la luz de las lecturas, explicó el sentido en el que se habla de una Nueva Alianza en los textos de los profetas y cómo se cumple en el Nuevo Testamento.

A la luz de esta reflexión se invitó a los hermanos a entrar en profunda oración, implorando del Señor la gracia de saber morir a sí mismos, para abrir el espacio al Espíritu de Cristo resucitado en la vida de cada creyente.

La visita pastoral a la comunidad Santa María de Guadalupe se concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron con profunda devoción y todos los que no tenían un impedimento, se acercaron para recibir el sacramento del Cuerpo y la Sangre del Señor.

El martes 19, solemnidad de San José, en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel, el arzobispo presidió la administración del sacramento de la reconciliación.

Los participantes fueron los miembros del Consejo Pastoral de la Parroquia.

Durante la homilía, el arzobispo explicó en qué consiste la justicia de la que nos habla la Escritura y cómo San José fue hecho justo, como se nos afirma.

A la luz de la explicación, el arzobispo invitó a los hermanos a orar para suplicar para sí mismos y para toda la parroquia de someterse a la voluntad divina, para llegar a ser hechos justos.

Seguidamente, se celebró la divina liturgia para los miembros del consejo pastoral de la parroquia de San Miguel Arcángel, East Rancho Domínguez.

Presidió la celebración el arzobispo y concelebró el padre Jorge Cerda.

Finalmente, se celebró la reunión del consejo pastoral de la parroquia.

Se evaluaaron los diferentes aspectos de la vida parroquias. Se informó acerca de los programas que se tienen para la Semana Santa y la celebración de la Pascua.

Finalmente el arzobispo animó a los hermanos a entrar en oración y discernimiento, para poder ser una parroquia misionera.

El miércoles 20 de marzo, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la sede de la Comunidad Poder del Espíritu Santo, ubicada en el centro de Los ángeles.

La visita comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación, depués dehaber exhortado a la conversión.

Durante la homilía el arzobispo explicó acerca de la radical confianza que se debe tener en Dios, para poder vivir en la verdad y alcanzar la libertad.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a entrar en oración, para clamar del Señor el don del poder confiarse totalmente de Él y, de esa manera, recibir la gracia de permanecer en la verdad.

La visita a la comunidd Poder del Espíritu Santo culminó con la celebración de la divina liturgia, para los miembros de la comunidad y para pedir del Señor la gracia del ser fieles.

Los hermanos participaron con mucha devoción y numerosos de ellos, pudieron participar sacramentalmente en los divinos misterios.

El mismo 20 de marzo, por la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad Pacto Divino, para realizar la visita pastoral mensual y administrar los sacramentos.

Se comenzó administrando el sacramento de la reconciliación a todos los participantes.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a tener la sensibilidad interior para reconocer la presencia viva de Dios en la vida cotidiana y en los acontecimientos.

Por lo mismo, invitó a que, en oración, se implorara del Señor la gracia de someterse totalmente a Él y de poner en Él toda la confianza.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgi para los miembros dela comunidad Pacto Divino.

Conscientes de que, a través de la eucaristía se accede a la comunión con la Palabra viva de Dios que da la vida eterna, los hermanos participaron con profunda dovoción en la celebración.

El jueves 21 de marzo, el arzobispo tuvo la alegría de volver a llegar a la Comunidad de Oakland, California, después de pasar por una profunda crisis.

De hecho, la comunidad ha resurgido, bajo el liderazgo del hermano Juan Méndez y con el apoyo de hermanos de San Juan Atitán y Santiago Chimaltenango, contando con nuevos miembros y con mucho entusiasmo.

Después de dialogar con los hermanos de la comunidad e informarles acerca de la reorganización de la Arquidiócesis, se administró el sacramento de la reconciliación.

Los hermanos participaron con mucha devoción y provecho.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cómo el Señor se quiere revelar a cada uno de los fieles, si se acerca con humildad y está dispuesto a hacer su voluntad.

Por lo mismo, animó a los hermanos e entrar en oración para suplicar del Señor la gracia de ser fieles y de perseverar en la vida de seguimiento del Señor.

Con ocasión de la visita del arzobispo, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a Denis y Danny Eduardo, hijos de miembros de la comunidad.

El arzobispo explicó cuáles son los compromisos que sumen padres y padrinos y procedió a la administración de los sacramentos.

El momento culminante de la visita lo constituyó la celebración de la divina liturgia, en la que los nuevos niños bautizados y crismados pudieron también hacer su primera comunión.

Al terminar la celebración el arzobispo emprendió vuelo hacia Alabama en donde realizará la visita de los Centros Pastorales de Auburn y de Gadsden durante la Semana Santa.

El viernes 22 de marzo, el arzobispo llegó hasta Opelika, para realizar la visita pastoral del Centro Pastoral de Auburn, compuesto, por el momento por tres comunidades.

Se trata de las comunidades de Auburn/Opelika, Cristo Resucitado y Dalton. Las primera comunidades de Alabama y la última de Ohio.

Los líderes rindieron informe de la marcha de sus respectivas comunidades.

Seguidamente, el arzobispo estuvo presentando da los hermanos cuáles deben ser los criterio fundamentales en base a los cuales se deben organizar las comunidades e impulsar su crecimiento.

Los hermanos se mostraron muy disponibles e interesados a involucrarse personalmente y a nivel de la comunidad.

Finalmente, el arzobispo invitó a los hermanos a que plantearan las dudas que tenían sobre diferentes temas pastorales, teológicos o prácticos de la vida de las comunidades.

Se habló específicamente sobre la historia y significado del Moronitho y sobre el sentido del incienso dentro de la iglesia.