El viernes santo, 29 de marzo, hacia media mañana, el arzobispo llegó hasta la pequeña comunidad La Esperanza, ubicada en Boaz, Alabama, para hacer la visita pastoral.

Después de saludar a los hermanos, en el contexto de la memoria de la muerte del Señor, el arzobispo les invitó al arrepentimiento y administro el sacramento de la reconciliación.

Durante la homilía, el arzobispo hizo énfasis en el sacrificio que el Señor ha hecho, para poder hacer accesible la salvación a toda la humanidad.

Por lo mismo, invitó a los hermanos, conscientes de que el Señor no vino a condenar sino a salvar al mundo, a que se pusieran en oración clamando del Señor la capacidad para vivir con integridad de vida.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, con el oficio especial previsto para el viernes santo.

Animó a los hermanos a tratar de dar testimonio a los demás hermanos, para favorecer el crecimiento de la comunidad, a pesar de sus limitaciones logísticas y económicas.

El sábado santo, 30 de marzo, por la mañana, en la sede de la comunidad Voz del Espíritu Santo, se tuvo la reunión de líderes de las comunidades que forman el Centro Pastoral.

Después de dialogar, por unanimidad, se optó por designar el actual centro pastoral y la futura parroquia con el nombre de San Pablo Apóstol.

Después de explicar a todos los líderes las competencias y funciones del Consejo Pastoral, el arzobispo procedió a presentarlos, de acuerdo a la elección que se había hecho entre los delegados de las comunidades el luens santo.

Se habló también del régimen económico con respecto al ministerio del arzobispo y se aprobó y firmó la primera acta de la Asamblea de Delegados del Centro Pastoral San Pablo Apóstol.

El mismo día 30, por la tarde, los miembros de la comunidad Voz del Espíritu Santo, se dieron cita para hacer las celebraciones de la resurrección del Señor.

Se inició con la bendición del fuego y del cirio pascual y con la procesión de ingreso al templo.

Seguidamente, se hizo la proclamación de la resurrección del Señor y las lecturas bíblicas correspondientes a la Vigilia Pascual de la resurrección del Señor.

El arzobispo, seguidamente, explicó el sentido de la celebración litúrgica de la resurrección.

Los fieles fueron invitados por el arzobispo a entrar en oración para clamar del Señor la gracia de celebrar la resurrección como un acontecimiento actual en la vida de cada quien.

Se oró con intensidad, mostrando al Señor la disponibilidad para dejarle actuar en la vida de cada fuel.

Después de la oración, se realizó la bendición del agua, de acuerdo al ritual de la vigilia pascual y se hizo la renovación de los compromisos del bautismo.

Seguidamente, los fieles fueron rociados con el agua bendita.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los fieles de la comunidad La Voz del Espíritu Santo, de Gadsden, Alabama.

Los hermanos participaron con mucha devoción y provecho.

El sábado santo, por la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad Cristo Rey del centro pastoral San Pablo Apóstol, de Gadsden, Alabama.

La visita comenzó con tiempo dedicada a la formación para los hermanos, referente al origen de la iglesia.

Las celebraciones litúrgicas en la comunidad Cristo Rey iniciaron con la invitación hecha por el arzobispo, a reconocerse pecadores, al arrepentimiento y a la conversión.

Después de ello, se administró el sacramento de la reconciliación a los que sinteron la necesidad de recibirlo.

Después de la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos a entrar en oración profunda, para clamar del Señor el don de reconocerlo resucitado en la propia vida.

Se comenzó con la oración, se siguió con el saludo de la paz y, seguidamente, se bendijo el agua y se hizo la renovación íntegra de los compromisos bautismales.

La visita a la comunidad Cristo Rey culminó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y se contó con la participación devota del pueblo de Dios.

El arzobispo animó a lo shermanos a centrar su vida cristiana en torno al sacramento de la Palabra de Dios hecha carne, que comunida la vida eterna.

El domingo 31 de marzo, el arzobispo comenzó la celebración en la solemnidad de la Resurrección del Señor, en la comunidad La Voz del Espíritu Santo de Gadsden.

Se invitó al arrepentimiento y a la conversión y se administró el sacramento de la reconciliación.

Después de tener un tiempo de oración personal y meditación acerca del misterio de la resurrección, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia.

Se hizo énfasis en que, a través del sacramento de la Eucaristía es como el misterio de la resurrección del Señor se actualiza y se mantiene vivo en la vida de la Iglesia.

El domingo 31, después de mediodía, el arzobispo llegó hasta la comunidad Divino Redentor, de Tuscaloosa, para continuar con la visita pastoral que había iniciado el martes santo.

De acuerdo a lo establecido, se impatió formación a los hermanos, específicamente acerca del sentido de la Iglesia y de fundación y desarrollo, en torno a la comunidad apostólica de antioquía.

Seguidamente, se concluyó la visita pastoral al Centro Pastoral San Pablo Apóstol, con las celebraciones litúrgicas en la comunidad de Tuscaloosa, Alabama.

Se administró el sacramento de la reconciliación, se oró por la comunidad, se hizo la renovación de los compromisos bautismales y la bendición del agua y se celebró la divina liturgia.