LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE ENERO

 

Enero 2014

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1 ENERO – LA CIRCUNCISIÓN Y SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS


Gen 17, 4-6.9-10.12-13 / Sal 66 / Gal 4,4-7/ Lc 2, 16-21 / Blanco

En la octava de la Navidad se celebra la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, y la Circuncisión de Jesús. Los Padres del Concilio de Éfeso la aclamaron como Theotokos, porque en ella la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros el Hijo de Dios, príncipe de la paz, cuyo nombre está por encima de todo nombre.

Maria Jesus Clip Art 15. Oración Colecta
Señor Dios, que por la fecunda entrega de santa María diste al género humano el don de la salvación eterna, concédenos gozar de la intercesión de aquélla por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina contigo.

6. Primera Lectura:Gen 17, 4-6.9-10.12-13
Lectura del libro del Génesis
Dios dijo a Abram:—Esta es la alianza que hago contigo: Tú serás el padre de muchas naciones, y ya no vas a llamarte Abram. Desde ahora te llamarás Abraham, porque te voy a hacer padre de muchas naciones. Haré que tus descendientes sean muy numerosos; de ti saldrán reyes y naciones.
Además, Dios le dijo a Abraham:—Tú, cumple con mi alianza tú y todos tus descendientes. Esta es la alianza que hago con ustedes y que deberán cumplir también todos tus descendientes: todos los hombres entre ustedes deberán ser circuncidados.  De hoy en adelante, todo varón entre ustedes deberá ser circuncidado a los ocho días de nacido, lo mismo el niño que nazca en casa que el esclavo comprado por dinero a cualquier extranjero. Tanto el uno como el otro deberán ser circuncidado sin falta. Así mi alianza quedará señalada en la carne de ustedes como una alianza para toda la vida. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 66
R. El Señor tenga piedad y nos bendiga.
Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos; ¡que todos los pueblos te alaben! La tierra ha dado su fruto; ¡nuestro Dios nos ha bendecido! ¡Que Dios nos bendiga! ¡Que le rinda honor el mundo entero! R.

8. Segunda Lectura: Gal 4,4-7
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Gálatas
Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés, para rescatarnos a los que estábamos bajo esa ley y concedernos gozar de los derechos de hijos de Dios. Y porque ya somos sus hijos, Dios mandó el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones; y el Espíritu clama: “¡Abbá! ¡Padre!” Así pues, tú ya no eres esclavo, sino hijo de Dios; y por ser hijo suyo, es voluntad de Dios que seas también su heredero. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 2, 16-21
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, los pastores fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño, y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores. María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente. Los pastores, por su parte, regresaron dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo sucedió como se les había dicho.
A los ocho días circuncidaron al niño, y le pusieron por nombre Jesús, el mismo nombre que el ángel le había dicho a María antes que ella estuviera encinta. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos, por la poderosa intercesión de la Madre de su Hijo, imploremos la misericordia de Dios por toda la humanidad, clamando: R. Escúchanos, Padre.
Para que todos, a imitación de María, conservemos en el corazón y anunciemos lo que hemos oído del Hijo de Dios, roguemos al Señor. R.
Para que los seres humanos de todas las razas y pueblos descubran que tienen un único Dios, Padre de todos, roguemos al Señor. R.
Para que llegue a la presencia del Señor el lamento de los que sufren a causa de las guerras, y pronto puedan experimentar el retorno de la paz. R.
Para que los que dedicamos al Señor el comienzo de este año nuevo, vivamos en paz todos sus días y veamos con alegría su fin, roguemos al Señor. R.
+ Señor, escucha nuestras súplicas y bendice el año que hoy comenzamos: que nuestro trabajo nos dé el pan de cada día, y que podamos avanzar en el camino del bien y del cumplimiento fiel de tu palabra. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, tú que eres el origen de todos los bienes y quien los lleva a su pleno desarrollo, concede a quienes celebramos en santa María, Madre de Dios, las primicias de nuestra redención, alcanzar la plenitud de sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que estos sacramentos que hemos recibido con alegría, sean fuente de vida eterna para nosotros, que nos gloriamos de proclamar a santa María como Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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2 ENERO – JUEVES – SANTOS BASILIO Y GREGORIO

1 Jn 2, 22-28 / Sal 97 / Jn 1, 19-28 / BLANCO

Basilio, obispo de Cesarea de Capadocia (hoy en Turquía), apellidado “Magno” por su doctrina y sabiduría, enseñó a los monjes la meditación de la Escritura, el trabajo en la obediencia y la caridad fraterna, ordenando su vida según las reglas que él mismo redactó. Falleció el día uno de enero de 379. Gregorio, amigo suyo, fue obispo de Sancina, en Constantinopla y, finalmente, de Nacianzo. Defendió la divinidad del Verbo, mereciendo por ello ser llamado “Teólogo”.

5. Oración Colecta
Señor y Dios nuestro, que concediste a tus obispos Basilio Magno y Gregorio Nacianceno, ser agregados al número de los santos pastores por su ardiente caridad y su fe insigne; concédenos, por su intercesión, perseverar en el amor y en la fe, para participar de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Jn 2, 22-28
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: ¿Quién es el mentiroso? Precisamente el que dice que Jesús no es el Mesías. Ese es el Anticristo, pues niega tanto al Padre como al Hijo. Cualquiera que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre; pero el que se declara a favor del Hijo, tiene también al Padre.
Por eso, guarden ustedes en su corazón el mensaje que oyeron desde el principio; y si lo que oyeron desde el principio queda en su corazón, también ustedes permanecerán unidos con el Hijo y con el Padre. Esto es precisamente lo que nos ha prometido Jesucristo: la vida eterna.
Les estoy escribiendo acerca de quienes tratan de engañarlos. Pero ustedes tienen el Espíritu Santo con el que Jesucristo los ha consagrado, y no necesitan que nadie les enseñe, porque el Espíritu que él les ha dado los instruye acerca de todas las cosas, y sus enseñanzas son verdad y no mentira. Permanezcan unidos a Cristo, conforme a lo que el Espíritu les ha enseñado.
Ahora, hijitos, permanezcan unidos a Cristo, para que tengamos confianza cuando él aparezca y no sintamos vergüenza delante de él cuando venga. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. ¡Todo el mundo ha visto la victoria de nuestro Dios!
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 19-28
† Lectura del Evangelio según san Juan
Este es el testimonio de Juan, cuando las autoridades judías enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle a Juan quién era él.
Y él confesó claramente: —Yo no soy el Mesías.
Le volvieron a preguntar: —¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elías?
Juan dijo: —No lo soy.
Ellos insistieron: —Entonces, ¿eres el profeta que ha de venir?
Contestó: —No.
Le dijeron: —¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué nos puedes decir de ti mismo?
Juan les contestó: —Yo soy una voz que grita en el desierto: ‘Abran un camino derecho para el Señor’, tal como dijo el profeta Isaías.
Los que fueron enviados por los fariseos a hablar con Juan, le preguntaron: —Pues si no eres el Mesías, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?
Juan les contestó: —Yo bautizo con agua; pero entre ustedes hay uno que no conocen y que viene después de mí. Yo ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias.
Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor las ofrendas que te presentamos para esta Eucaristía en la que recordamos la memoria de los santos Basilio y Gregorio, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana, para que seamos auténticos discípulos de tu Hijo Jesucristo, como lo fueron los santos padres Basilio y Gregorio. Por Jesucristo.


PERIPLOS D
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3 ENERO – VIERNES – SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS

Fil 2,5-11 / Sal. 113 / Lc 1,30-33      / Blanco

El Santísimo Nombre de Jesús, es invocado por los fieles desde los comienzos de la Iglesia: En Filipenses 2, 9-11, se afirma que “al nombre de Jesús toda rodilla se dobla en el cielo y en la tierra” y en Hechos, 4, 12, se afirma que sólo en el nombre de Jesús hay salvación. Los Padres de la Iglesia también hablan del valor salvífico del nombre de Jesús, tanto en oriente como en occidente.

5. Oración Colecta
Concede, Padre, que quienes veneramos el santísimo nombre de Jesús, gozando de su dulzura en esta vida, seamos colmados en el cielo de la eterna alegría. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

6. Primera Lectura: Fil 2,5-11
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses
Hermanos: Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús, el cual: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz. Por eso Dios le dio el más alto honor y el más excelente de todos los nombres, para que, ante ese nombre concedido a Jesús, doblen todos las rodillas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y todos reconozcan  que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 113
R. ¡Bendito sea ahora y siempre el nombre del Señor!
¡Alabado sea el nombre del Señor del oriente al occidente! El Señor está por encima de las naciones; ¡su gloria está por encima del cielo! R.
Nadie es comparable al Señor nuestro Dios, que reina allá en lo alto; y que, sin embargo, se inclina para mirar el cielo y la tierra. R.
El Señor levanta del suelo al pobre, y saca del lugar más bajo al necesitado para sentarlo entre gente importante, entre la gente importante de su pueblo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1,30-33

† Lectura del Evangelio según san Lucas
El ángel Gabriel dijo a María:—María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Padre todopoderoso, recibe nuestras ofrendas en nombre de tu Hijo, por cuya promesa confiamos alcanzar cuanto pidamos en ese mismo nombre. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Por tu misericordia, concédenos Señor, venerar dignamente en estos sagrados misterios al Señor Jesús, en cuyo nombre quisiste que se doble toda rodilla y que todos los hombres encuentren la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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4 ENERO – SÁBADO – TIEMPO NAVIDAD

1Jn 3, 7-10 / Sal 97 / Jn 1, 35-42 / BLANCO

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno que con la venida de tu Hijo has hecho resplandecer sobre el mundo una luz nueva, concédenos, que así como Jesucristo, al nacer de la santa María, ha querido compartir nuestra condición humana, así también nosotros compartamos en su Reino la gloria de su divinidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1Jn 3, 7-10
Lectura de la primera carta del Apóstol Juan
Hijitos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él es justo; pero el que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo hecho por el diablo.
Ninguno que sea hijo de Dios practica el pecado, porque tiene en sí mismo el germen de la vida de Dios; y no puede seguir pecando porque es hijo de Dios. Se sabe quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo, porque cualquiera que no hace el bien o no ama a su hermano, no es de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. Canten al Señor, pues ha hecho maravillas.
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
Que brame el mar y todo lo que contiene, el mundo y sus habitantes; que aplaudan los ríos; que se unan las montañas en gritos de alegría. R.
Delante del Señor, que viene a gobernar la tierra. Él gobernará a los pueblos del mundo con rectitud e igualdad. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 35-42
† Lectura del Evangelio según san Juan
Al día siguiente, Juan vio a Jesús, que se acercaba a él, y dijo: “¡Miren, ese es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! A él me refería yo cuando dije: ‘Después de mí viene uno que es más importante que yo, porque existía antes que yo.’ Yo mismo no sabía quién era; pero he venido bautizando con agua precisamente para que el pueblo de Israel lo conozca.”
Juan también declaró: “He visto al Espíritu Santo bajar del cielo como una paloma, y reposar sobre él. Yo todavía no sabía quién era; pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que el Espíritu baja y reposa, es el que bautiza con Espíritu Santo.’ Yo ya lo he visto, y soy testigo de que es el Hijo de Dios.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que nos infundes sentimientos de adoración y nos impulsas a vivir en plena concordia con el prójimo, concédenos tributarte con estas ofrendas el culto que te es debido y crecer en la caridad con nuestros hermanos, por la participación en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que tu pueblo, Señor, experimente tu ayuda a fin de que, disfrutando de los bienes terrenos necesarios, pueda buscar con mayor confianza los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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5 ENERO – DOMINGO – LA EPIFANÍA DEL SEÑOR

Is 60, 1-6 / Sal 71 / Ef 3, 2-3. 5-6 / Mt 2, 1-12 / Blanco

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que por medio de una estrella, diste a conocer en este día, a todos los pueblos el nacimiento de tu Hijo, concede a los que ya te conocemos por la fe, contemplarte, cara a cara, la hermosura de tu inmensa gloria. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Is 60,1-6
Lectura del libro del profeta Isaías 
Levántate, Jerusalén, envuelta en resplandor, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti. La oscuridad cubre la tierra, la noche envuelve a las naciones, pero el Señor brillará sobre ti y sobre ti aparecerá su gloria. Las naciones vendrán hacia tu luz, los reyes vendrán hacia el resplandor de tu amanecer.
Levanta los ojos, y mira a tu alrededor: todos se reúnen y vienen hacia ti.
Tus hijos vendrán desde lejos; tus hijas serán traídas en brazos.
Tú, al verlos, estarás radiante de alegría, tu corazón se llenará de gozo; te traerán los tesoros de los países del mar, te entregarán las riquezas de las naciones.
Te verás cubierta de caravanas de camellos que vienen de Madián y de Efá; vendrán todos los de Sabá, cargados de oro y de incienso, y proclamarán las acciones gloriosas del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 71
R. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado, hasta que la luna deje de existir! ¡Que domine de mar a mar, del río Éufrates al último rincón del mundo! R.
¡Que le traigan regalos y tributos los reyes de Tarsis y de las islas, los reyes de Sabá y de Sebá! ¡Que los reyes se arrodillen ante él! ¡Que todas las naciones le sirvan! R.
Pues él salvará al pobre que suplica y al necesitado que no tiene quien lo ayude. Tendrá compasión de los humildes y salvará la vida a los pobres. R.

8. Segunda Lectura: Ef 3, 2-3. 5-6
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Efesios 
Hermanos: Sin duda sabrán que Dios me ha encargado anunciar a ustedes lo que él, en su bondad, ha dispuesto. Por revelación he conocido el designio secreto de Dios, como ya les escribí brevemente. Que no se dio a conocer a nadie en otros tiempos, pero que ahora Dios ha revelado a sus santos apóstoles y profetas por medio de su Espíritu. El designio secreto es este: que por el evangelio Dios llama a todas las naciones a participar, en Cristo Jesús, de la misma herencia, del mismo cuerpo y de la misma promesa que el pueblo de Israel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya. 

10. Evangelio: Mt 2, 1-12
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en el tiempo en que Herodes era rey del país. Llegaron por entonces a Jerusalén unos sabios del Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas, y preguntaron:— ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo.
El rey Herodes se inquietó mucho al oír esto, y lo mismo les pasó a todos los habitantes de Jerusalén. Mandó el rey llamar a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Mesías. Ellos le dijeron:—En Belén de Judea; porque así lo escribió el profeta: “En cuanto a ti, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre las principales ciudades de esa tierra; porque de ti saldrá un gobernante que guiará a mi pueblo Israel.”
Entonces Herodes llamó en secreto a los sabios, y se informó por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Luego los mandó a Belén, y les dijo:–Vayan allá, y averigüen todo lo que puedan acerca de ese niño; y cuando lo encuentren, avísenme, para que yo también vaya a rendirle homenaje.
Con estas indicaciones del rey, los sabios se fueron. Y la estrella que habían visto salir iba delante de ellos, hasta que por fin se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Cuando los sabios vieron la estrella, se alegraron mucho. Luego entraron en la casa, y vieron al niño con María, su madre; y arrodillándose le rindieron homenaje. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Después, advertidos en sueños de que no debían volver a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Presentemos, nuestras oraciones al Señor, en este día santo en que Dios ha manifestado la salvación a los pueblos y a nosotros la luz radiante de su gloria. A cada petición respondemos: R. Te rogamos, Señor, ilumínanos.
Por la Iglesia: para que ilumine a los seres humanos con la luz de Cristo, y haga brillar la luz del Evangelio en todas las naciones, roguemos al Señor. R.
Por las Iglesias que acaban de nacer en los diversos pueblos: para que su juventud y vigor sean levadura para todos, roguemos al Señor. R.
Por los pueblos que aún no han sido iluminados por el Evangelio y por aquellos que lo han abandonado el camino de la verdad: roguemos al Señor. R.
Por nosotros, que hemos sido llamados de las tinieblas a la luz admirable de Cristo: para que sigamos con fidelidad el Evangelio, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Escucha nuestras oraciones, oh Dios, y haz que los que hemos conocido y adorado a tu Hijo, Rey y Señor de todos los pueblos, vivamos siempre como hijos de la luz y nos esforcemos para iluminar con la luz de Cristo a todos los pueblos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor, los dones de tu Iglesia, que no consisten en oro, incienso y mirra, sino en tu mismo Hijo, Jesucristo, que, bajo las apariencias de pan y de vino, se ofrece en sacrificio y se nos da en alimento. Él vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Que tu luz, Señor, nos guíe y nos acompañe siempre para que comprendamos cada día más este sacramento en el que hemos participado y podamos recibirlo con mayor amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


PERIPLOS DEL O
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6 ENERO – LUNES – TIEMPO DE EPIFANÍA

1Jn 3, 22-4,6 / Sal 2 / Mt 4, 12-17.23-25 / BLANCO

5. Oración Colecta
Que el esplendor de tu gloria ilumine, Señor, nuestros corazones para que, podamos experimentar la grandeza de tu presencia entre nosotros. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: 1 Jn 3, 22-4, 6
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Hermanos: el Señor nos dará todo lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como él nos mandó. Los que obedecen sus mandamientos viven en él, y él vive en ellos. Y en esto sabemos que él vive en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.
Queridos hermanos, no crean ustedes a todos los que dicen estar inspirados por Dios, sino pónganlos a prueba, a ver si el espíritu que hay en ellos es de Dios o no. Porque el mundo está lleno de falsos profetas. De esta manera pueden ustedes saber quién tiene el Espíritu de Dios: todo el que reconoce que Jesucristo vino como hombre verdadero, tiene el Espíritu de Dios. El que no reconoce así a Jesús, no tiene el Espíritu de Dios; al contrario, tiene el espíritu del Anticristo. Ustedes han oído que ese espíritu ha de venir; pues bien, ya está en el mundo.
Hijitos, ustedes son de Dios y han vencido a esos mentirosos, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo.
Ellos son del mundo; por eso hablan de las cosas del mundo, y los que son del mundo los escuchan. En cambio, nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de Dios no nos escucha. En esto, pues, podemos conocer quién tiene el espíritu de la verdad y quién tiene el espíritu del engaño. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 2
R. Te daré en herencia las naciones.
Voy a anunciar la decisión del Señor: él me ha dicho: “Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy. Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré. R.
Reyes y gobernantes de la tierra, entiendan esto, ¡aprendan bien esta lección! Adoren al Señor con alegría y reverencia. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 4, 12-17.23-25
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, cuando Jesús oyó que habían metido a Juan en la cárcel, se dirigió a Galilea. Pero no se quedó en Nazaret, sino que se fue a vivir a Cafarnaúm, a orillas del lago, en la región de las tribus de Zabulón y Neftalí. Esto sucedió para que se cumpliera lo que había escrito el profeta Isaías: “Tierra de Zabulón y de Neftalí, al otro lado del Jordán, a la orilla del mar: Galilea, donde viven los paganos. El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en sombras de muerte.”
Desde entonces Jesús comenzó a proclamar: “Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca.”
Recorría toda Galilea, enseñando en la sinagoga de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino y curaba a la gente de todas sus enfermedades y dolencias. Se hablaba de Jesús en toda la región de Siria, y le traían a cuantos sufrían de diferentes males, enfermedades y dolores, y a los endemoniados, a los epilépticos y a los paralíticos. Y Jesús los sanaba.
Mucha gente de Galilea, de los pueblos de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la región al oriente del Jordán seguía a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos para esta Eucaristía, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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7 ENERO – MARTES – TIEMPO EPIFANÍA

1Jn 4, 7-10 / Sal 71 / Mc 6, 34-44 / BLANCO

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has hecho brillar la luz eterna de tu divinidad ante todas las naciones, haz que tu pueblo descubra plenamente el misterio de Cristo, su redentor, para que, en virtud de este misterio, llegue a gozar de aquella luz que no tiene ocaso. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1Jn 4, 7-10

Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que todos los pueblos te sirvan, Señor.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
Ofrezcan las montañas y los cerros paz y rectitud al pueblo. ¡Que haga justicia el rey a los pobres! ¡Que salve a los hijos de los necesitados! R.
¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado, hasta que la luna deje de existir! ¡Que domine de mar a mar, del río Éufrates al último rincón del mundo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 34-44
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, al bajar Jesús de la barca, vio la multitud, y sintió compasión de ellos, porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. Por la tarde, sus discípulos se le acercaron y le dijeron: —Ya es tarde, y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan por los campos y las aldeas de alrededor y se compren algo de comer.
Pero Jesús les contestó: —Denles ustedes de comer.
Ellos respondieron: —¿Quieres que vayamos a comprar pan por el equivalente al salario de doscientos días, para darles de comer?
Jesús les dijo: —¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a verlo.
Cuando lo averiguaron, le dijeron: —Cinco panes y dos pescados.
Entonces les mandó que hicieran sentar a la gente en grupos sobre la hierba verde; y se sentaron en grupos de cien y de cincuenta. Luego Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los fue dando a sus discípulos para que los repartieran entre la gente. Repartió también los dos pescados entre todos. Todos comieron hasta quedar satisfechos; recogieron los pedazos sobrantes de pan y de pescado, y con ellos llenaron doce canastas. Los que comieron de aquellos panes fueron cinco mil hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas, que te presentamos para esta Eucaristía, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PERIPLOS DEL OBISPO
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8 ENERO – MIÉRCOLES  – TIEMPO EPIFANÍA

1Jn 4,11-18 / Sal 71 / Mc 6, 45-52 / BLANCO

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, luz del mundo, concede una paz estable a todos los pueblos de la tierra, y haz que aquella luz resplandeciente que condujo a los Magos al conocimiento de tu Hijo, ilumine también nuestros corazones. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1Jn 4,11-18
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie;  pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. La prueba de que nosotros vivimos en Dios y de que él vive en nosotros, es que nos ha dado su Espíritu. Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo. Cualquiera que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él.
Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él. De esta manera se hace realidad el amor en nosotros, para que en el día del juicio tengamos confianza; porque nosotros somos en este mundo tal como es Jesucristo. Donde hay amor no hay miedo. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el miedo, pues el miedo supone el castigo. Por eso, si alguien tiene miedo, es que no ha llegado a amar perfectamente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que todos los pueblos te sirvan, Señor.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
¡Que le traigan regalos y tributos los reyes de Tarsis y de las islas, los reyes de Sabá y de Sebá! R.
Pues él salvará al pobre que suplica y al necesitado que no tiene quien lo ayude. Tendrá compasión de los humildes y salvará la vida a los pobres. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 45-52
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca para que cruzaran el lago antes que él, en dirección a Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y cuando la hubo despedido, se fue al cerro a orar.
Al llegar la noche, la barca ya estaba en medio del lago. Jesús, que se había quedado solo en tierra, vio que remaban con dificultad, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, fue Jesús hacia ellos caminando sobre el agua, y ya iba a pasar junto a ellos. Cuando lo vieron andar sobre el agua, pensaron que era un fantasma, y gritaron; porque todos lo vieron y se asustaron. Pero en seguida él les habló, diciéndoles: —¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!
Subió a la barca, y se calmó el viento; y ellos se quedaron muy asombrados, porque no habían entendido el milagro de los panes, pues tenían el entendimiento oscurecido. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que nos infundes sentimientos de adoración y nos impulsas a vivir en plena concordia con el prójimo, concédenos tributarte con estas ofrendas el culto que te es debido y crecer en la caridad con nuestros hermanos, por la participación en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que tu pueblo, Señor, experimente tu ayuda a fin de que, disfrutando de los bienes terrenos necesarios pueda buscar con mayor confianza los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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9 ENERO – JUEVES – TIEMPO EPIFANÍA

1 Jn 4, 19-5, 4 / Sal 71 / Lc 4, 14-22a / BLANCO

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has hecho brillar la luz eterna de tu divinidad ante todas las naciones, haz que tu pueblo descubra plenamente el misterio de Cristo, su redentor, para que, en virtud de este misterio, llegue a gozar de aquella luz que no tiene ocaso. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Jn 4, 19-21; 5, 1-4
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: Nosotros amamos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguno dice: “Yo amo a Dios”, y al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues si uno no ama a su hermano, a quien ve, tampoco puede amar a Dios, a quien no ve. Jesucristo nos ha dado este mandamiento: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Todo el que tiene fe en que Jesús es el Mesías, es hijo de Dios; y el que ama a un padre, ama también a los hijos de ese padre. Cuando amamos a Dios y hacemos lo que él manda, sabemos que amamos también a los hijos de Dios. El amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos; y sus mandamientos no son una carga, porque todo el que es hijo de Dios vence al mundo. Y nuestra fe nos ha dado la victoria sobre el mundo. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que todos los pueblos te sirvan, Señor.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
Los salvará de la opresión y la violencia, pues sus vidas le son de gran valor. ¡Viva el rey! ¡Que le den el oro de Sabá! ¡Que siempre se pida a Dios por él! ¡Que sea siempre bendecido! R.
¡Que el nombre del rey permanezca siempre; que su fama dure tanto como el sol! ¡Que todas las naciones del mundo reciban bendiciones por medio de él! ¡Que todas las naciones lo llamen feliz! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 4, 14-22a
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea lleno del poder del Espíritu Santo, y se hablaba de él por toda la tierra de alrededor. Enseñaba en la sinagoga de cada lugar, y todos le alababan.
Jesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso de pie para leer las Escrituras. Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor.”
Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí tenían la vista fija en él. Él comenzó a hablar, diciendo: —Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír.
Todos hablaban bien de Jesús y estaban admirados de las cosas tan bellas que decía. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas, que te presentamos para esta Eucaristía, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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10 ENERO – VIERNES – TIEMPO EPIFANÍA

1 Jn 5, 5-13 / Sal 147 / Lc 5, 12-16 / BLANCO

5. Oración Colecta
Concédenos, Dios todopoderoso, que el misterio del nacimiento del salvador del mundo, manifestado a los Magos por medio de una estrella, sea comprendido por nosotros cada vez con mayor profundidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Jn 5, 5-13
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Queridos hermanos: El que cree que Jesús es el Hijo de Dios, vence al mundo.
La venida de Jesucristo quedó señalada con agua y sangre; no solo con agua, sino con agua y sangre. El Espíritu mismo es testigo de esto, y el Espíritu es la verdad. Tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de acuerdo. Aceptamos el testimonio de los hombres, pero el testimonio de Dios es de mucho más valor, porque consiste en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios, lleva este testimonio en su propio corazón; el que no cree en Dios, lo hace aparecer como mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Este testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna, y que esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo de Dios, tiene también esta vida; pero el que no tiene al Hijo de Dios, no la tiene.
Les escribo esto a ustedes que creen en el Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 147
R. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Jerusalén, alaba al Señor; Sión, alaba a tu Dios. Pues él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de la ciudad. R.
Él trae la paz a tu territorio y te satisface con lo mejor del trigo. Él envía su palabra a la tierra, y su palabra corre a toda prisa. R.
Él dio a conocer a Jacob, a Israel, su palabra, sus leyes y decretos. No hizo lo mismo con las otras naciones, las cuales nunca conocieron sus decretos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 5, 12-16
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, estando Jesús en su pueblo, llegó un hombre enfermo de lepra; al ver a Jesús, se inclinó hasta el suelo y le rogó: —Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad.
Jesús lo tocó con la mano, diciendo: —Quiero. ¡Queda limpio!
Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y Jesús le ordenó: —No se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes.
Sin embargo, la fama de Jesús aumentaba cada vez más, y mucha gente se juntaba para oírlo y para que curara sus enfermedades. Pero Jesús se retiraba a orar a lugares donde no había nadie. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, con bondad las ofrendas de tu pueblo y concédenos que, las realidades que creemos por la fe, las consigamos por este sacramento divino. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Señor Dios, que nos unes a ti por la participación de este sacramento, concédenos obtener toda su eficacia para que así, la recepción de este don tuyo, nos identifique más plenamente con tu Hijo Jesucristo, que vive y reina, por los siglos de los siglos.


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11 ENERO – SÁBADO – TIEMPO EPIFANÍA

1 Jn 5, 14-21 / Sal 149 / Jn 3, 22-30 / BLANCO

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que, por medio de tu Hijo, nos has hecho renacer para ti, concédenos que tu gracia nos modele a imagen de Jesucristo en quien nuestra naturaleza humana está unida a la tuya. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Jn 5, 14-21
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Hermanos: Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye. Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido.
Si alguno ve que su hermano está cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, debe orar, y Dios dará vida al hermano, si se trata de un pecado que no lleva a la muerte. Hay un pecado que lleva a la muerte, y por ese pecado no digo que se deba orar. Toda maldad es pecado; pero hay pecado que no lleva a la muerte. Sabemos que el que tiene a Dios como Padre, no sigue pecando, porque el Hijo de Dios lo cuida, y el maligno no lo toca. Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno.
Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero. Vivimos unidos al que es verdadero, es decir, a su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna. Hijitos, cuídense de los dioses falsos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 149
R. El Señor es amigo de su pueblo.
Canten al Señor un canto nuevo; alábenlo en la comunidad de los fieles. Alégrense los israelitas, el pueblo de Sión, porque Dios es su Creador y Rey. R.
Alaben su nombre con danzas, cántenle himnos al son de arpas y panderos. Porque el Señor se complace en su pueblo; da a los humildes el honor de la victoria. R.
Alégrense los fieles con el triunfo, y aun dormidos canten de alegría. Haya alabanzas a Dios en sus labios. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 3, 22-30
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús fue con sus discípulos a la región de Judea, donde pasó algún tiempo con ellos bautizando. También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y la gente iba y era bautizada. Esto sucedió antes que metieran a Juan a la cárcel.
Pero algunos de los seguidores de Juan comenzaron a discutir con un judío sobre el asunto de la purificación, y fueron a decirle a Juan: —Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien diste testimonio, ahora está bautizando y todos lo siguen.
Juan les dijo: —Nadie puede tener nada, si Dios no se lo da. Ustedes mismos me oyeron decir claramente que yo no soy el Mesías, sino uno que ha sido enviado delante de él. En una boda, el que tiene a la novia es el novio; y el amigo del novio, que está allí y lo escucha, se llena de alegría al oírlo hablar. Así también mi alegría es ahora completa. Él ha de ir aumentando en importancia, y yo disminuyendo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que nos infundes sentimientos de adoración y nos impulsas a vivir en plena concordia con el prójimo, concédenos tributarte con estas ofrendas el culto que te es debido y crecer en la caridad con nuestros hermanos, por la participación en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que tu pueblo, Señor, experimente tu ayuda a fin de que, disfrutando de los bienes terrenos necesarios, pueda buscar con mayor confianza los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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12 ENERO – DOMINGO – BAUTISMO DEL SEÑOR

Is 42, 1-4.6-7 / Sal 28 / Hch 10, 34-38 / Mt 3, 13-17 / Blanco

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente que Cristo era tu Hijo amado cuando fue bautizado en el Jordán y descendió el Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos adoptivos, renacidos del agua y del Espíritu, perseverar siempre fieles en el cumplimiento de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo.
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6. Primera Lectura:Is 42, 1-4.6-7
Lectura del libro del profeta Isaías
Esto dice el Señor: “Aquí está mi siervo, a quien sostengo, mi elegido, en quien me deleito. He puesto en él mi espíritu para que traiga la justicia a todas las naciones. No gritará, no levantará la voz, no hará oír su voz en las calles, no acabará de romper la caña quebrada ni apagará la mecha que arde débilmente. Verdaderamente traerá la justicia. No descansará ni su ánimo se quebrará, hasta que establezca la justicia en la tierra. Los países del mar estarán atentos a sus enseñanzas.”
Dios, el Señor, que creó el cielo y lo extendió, que formó la tierra y lo que crece en ella, que da vida y aliento a los hombres que la habitan, dice a su siervo: “Yo, el Señor, te llamé y te tomé por la mano, para que seas instrumento de salvación; yo te formé, pues quiero que seas señal de mi alianza con el pueblo luz de las naciones. Quiero que des vista a los ciegos y saques a los presos de la cárcel, del calabozo donde viven en la oscuridad.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 28
R. Señor, bendice a tu pueblo con la paz.
Alaben al Señor, seres celestiales: alaben el poder y la gloria del Señor, alaben el glorioso nombre del Señor, adoren al Señor en su hermoso santuario. R.
La voz del Señor resuena sobre el mar; el Dios glorioso hace tronar: ¡el Señor está sobre el mar inmenso! La voz del Señor resuena con fuerza; la voz del Señor resuena imponente. R.
El Dios glorioso hace tronar: y deja sin árboles los bosques. En su templo, todos le rinden honor. El Señor gobierna las lluvias; ¡el Señor gobierna cual rey eterno! R.

8. Segunda Lectura: Hch 10, 34-38
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 
En aquellos días, Pedro comenzó a hablar, y dijo: —Ahora entiendo que de veras Dios no hace diferencia entre una persona y otra, sino que en cualquier nación acepta a los que lo reverencian y hacen lo bueno. Dios habló a los descendientes de Israel, anunciando el mensaje de paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos. Ustedes bien saben lo que pasó en toda la tierra de los judíos, comenzando en Galilea, después que Juan proclamó que era necesario bautizarse. Saben que Dios llenó de poder y del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y que Jesús anduvo haciendo bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo. Esto pudo hacerlo porque Dios estaba con él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 3, 13-17
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús fue de Galilea al río Jordán, donde estaba Juan, para que este lo bautizara.
Al principio Juan quería impedírselo, y le dijo:—Yo debería ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
Jesús le contestó:—Déjalo así por ahora, pues es conveniente que cumplamos todo lo que es justo ante Dios.
Entonces Juan consintió. En cuanto Jesús fue bautizado y salió del agua, el cielo se le abrió y vio que el Espíritu de Dios bajaba sobre él como una paloma. Se oyó entonces una voz del cielo, que decía: “Este es mi Hijo amado, a quien he elegido.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, al Salvador, que quiso ser bautizado para santificar nuestro bautismo y renovar a la humanidad caída, respondiendo: R. Escúchanos, Señor.
Para que Cristo, en quien el Padre se complace, mire con amor a quienes se preparan para recibir el bautismo o la confirmación, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, el Elegido de Dios para llevar el derecho a las naciones, ilumine a los que le buscan con sinceridad de corazón, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, el Enviado del Padre, que no quiebra la caña resquebrajada, conceda la salud a los que viven oprimidos por el mal, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, que quiso ser bautizado en el Jordán dé fuerza a nuestro bautismo y nos haga descubrir y amar su grandeza, roguemos al Señor. R.
+ Padre todopoderoso, que haces resonar tu voz magnífica en las aguas del bautismo y en la unción de la confirmación, escucha nuestras oraciones y concédenos ser testigos valientes de la fe. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos al conmemorar el Bautismo y manifestación de tu Hijo amado, y conviértelos en aquel mismo sacrificio con el que Cristo lavó misericordiosamente los pecados del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
A cuantos hemos participado del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos, Señor, escuchar con fe su palabra, para que así podamos llamarnos hijos tuyos y serlo de verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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13 ENERO – LUNES – SAN HILARIO DE POITIERS, OBISPO.

2 Tim 2, 8-10.3,10-12 / Sal 112, 1-3 / Mt 10,26-32 / Blanco

Nació en Poitiers, Francia en el año 315. En el año 350, durante los fuertes problemas con los arrianos, es nombrado Obispo de su ciudad y desterrado en el 356. Durante su exilio escribe nueve de los doce libros que componen su "De Trinitate". Desde el exilio continuó pastoreando su obispado, para regresar a los cuatro años a Poitiers. Su obra revela la unión del pensamiento teológico occidental con el oriental.

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que has puesto a san Hilario de Poitiers al frente de tu pueblo, te rogamos que la eficacia de su intercesión ayude a que tu pueblo alcance tu amor y tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 2 Tim 2, 8-10.3,10-12
Lectura de la segunda Carta del Apóstol Pablo a Timoteo
Hermano: Acuérdate de Jesucristo, que resucitó y que era descendiente del rey
David, según el evangelio que yo anuncio. Y por causa del evangelio soporto sufrimientos, incluso el estar encadenado como un criminal; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo soporto todo en bien de los que Dios ha escogido, para que también ellos alcancen la salvación y la gloria eterna en Cristo Jesús.
Tú has seguido bien mis enseñanzas, mi manera de vivir, mi propósito, mi fe, mi paciencia, mi amor y mi fortaleza para soportar, y has compartido mis persecuciones y mis sufrimientos, como los que tuve que soportar en Antioquía, Iconio y Listra. ¡Qué persecuciones sufrí! Pero el Señor me libró de todo ello. Es cierto que todos los que quieren llevar una vida piadosa en unión con Cristo Jesús sufrirán persecución. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 112,1-3
R. Feliz el hombre que honra al Señor y se complace en sus mandatos.
Los descendientes del hombre honrado serán bendecidos y tendrán poder en la tierra. R.
En su casa hay abundantes riquezas, y su generosidad es constante. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10,26-32
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “No tengan, pues, miedo de la gente. Porque no hay nada secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse. Lo que les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a la luz del día; y lo que les digo en secreto, grítenlo desde las azoteas de las casas. No tengan miedo de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; teman más bien al que puede hacer perecer alma y cuerpo en el infierno.
“¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita. En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno. Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos pajarillos. Si alguien se declara a mi favor delante de los hombres, yo también me declararé a favor de él delante de mi Padre que está en el cielo”. Palabra del Señor. Gloriaati,SeñorJesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, acepta las ofrendas que te presentamos en la festividad de san Hilario de Poitiers; que ellas nos alcancen tu perdón y te glorifiquen. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Reanimados por estos sacramentos te rogamos, Señor, humildemente que, a ejemplo de san Hilario de Poitiers, nos esforcemos en dar testimonio de aquella misma fe que él profesó en su vida, y en llevar a la práctica todas sus enseñanzas. Por Jesucristo.


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14 ENERO - MARTES – PRIMERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Sm 1, 9-20 / 1 Sam 2 / Mc 1, 21-28 / Verde

5. Oración Colecta
Oremos: Escucha, Señor, con bondad, las súplicas de tu pueblo y concédenos luz para conocer tu voluntad y fortaleza para cumplirla. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: 1 Sm 1, 9-20
Lectura del primer libro de Samuel
En cierta ocasión, estando en Siló, Ana se levantó después de la comida. El sacerdote Elí estaba sentado en un sillón, cerca de la puerta de entrada del templo del Señor. Y Ana, llorando y con el alma llena de amargura, se puso a orar al Señor y le hizo esta promesa: “Señor todopoderoso: Si te dignas contemplar la aflicción de esta sierva tuya, y te acuerdas de mí y me concedes un hijo, yo lo dedicaré toda su vida a tu servicio, y en señal de esa dedicación no se le cortará el pelo.”
Como Ana estuvo orando largo rato ante el Señor, Elí se fijó en su boca; pero ella oraba mentalmente. No se escuchaba su voz; solo se movían sus labios. Elí creyó entonces que estaba borracha, y le dijo:—¿Hasta cuándo vas a estar borracha? ¡Deja ya el vino!
—No es eso, señor —contestó Ana—. No es que haya bebido vino ni ninguna bebida fuerte, sino que me siento angustiada y estoy desahogando mi pena delante del Señor. No piense usted que soy una mala mujer, sino que he estado orando todo este tiempo porque estoy preocupada y afligida.
—Vete en paz —le contestó Elí—, y que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido.
—Muchísimas gracias —contestó ella.
Luego Ana regresó por donde había venido, y fue a comer, y nunca más volvió a estar triste. A la mañana siguiente madrugaron y, después de adorar al Señor, regresaron a su casa en Ramá. Después Elcaná se unió con su esposa Ana, y el Señor tuvo presente la petición que ella le había hecho. Así Ana quedó embarazada, y cuando se cumplió el tiempo dio a luz un hijo y le puso por nombre Samuel, porque se lo había pedido al Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De 1 Sm 2
R. Señor, yo me alegro en ti de corazón.
Señor, yo me alegro en ti de corazón porque tú me das nuevas fuerzas. Puedo hablar contra mis enemigos porque tú me has ayudado. ¡Estoy alegre! R.
Él destruye los arcos de los poderosos, y reviste de poder a los débiles; los que antes tenían de sobra, ahora se alquilan por un pedazo de pan; pero los que tenían hambre, ahora ya no la tienen. La mujer que no podía tener hijos, ha dado a luz siete veces; pero la que tenía muchos hijos, ahora está completamente marchita. R.
El Señor quita la vida y la da; nos hace bajar al sepulcro y de él nos hace subir. El Señor nos hace pobres o ricos; nos hace caer y nos levanta. R.
Dios levanta del suelo al pobre y saca del basurero al mendigo, para sentarlo entre grandes hombres y hacerle ocupar un lugar de honor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1, 21-28
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Llegaron a Cafarnaúm, y en el sábado Jesús entró en la sinagoga y comenzó a
enseñar. La gente se admiraba de cómo les enseñaba, porque lo hacía con plena autoridad y no como los maestros de la ley. En la sinagoga del pueblo había un hombre que tenía un espíritu impuro, el cual gritó:—¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos?  Yo te conozco, y sé que eres el Santo de Dios.
Jesús reprendió a aquel espíritu, diciéndole:—¡Cállate y deja a este hombre!
El espíritu impuro hizo que al hombre le diera un ataque, y gritando con gran fuerza salió de él. Todos se asustaron, y se preguntaban unos a otros:—¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, y con plena autoridad! ¡Incluso a los espíritus impuros da órdenes, y lo obedecen!
Y muy pronto la fama de Jesús se extendió por toda la región de Galilea. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte, y, por sus méritos, escucha nuestras oraciones y santifica toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: A quienes has alimentado con tus sacramentos, concédeles, Dios todopoderoso, servirte con una vida que te sea agradable. Por Jesucristo.


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15 ENERO – MIÉRCOLES – SANTO CRISTO DE ESQUIPULAS

Fil 2, 6-11 / Sal 77 / Jn 19, 25-27 / Rojo

En el año 1594 los habitantes de Esquipulas mandaron a esculpir una imagen de Jesús Crucificado de quién tanto les habían hablado sus evangelizadores. El Provisor del Obispado de Guatemala hizo un contrato con el escultor de origen portugués Quirio Cataño, y la imagen fue entregada el 4 de octubre del mismo año. Su color moreno se debe a la madera en la que está tallado.

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los humanos por medio de tu Hijo, muerto en la cruz; concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido este misterio, participar de los frutos de la redención. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Fil 2, 6-11
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses
Hermanos: Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús, el cual: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz.
Por eso Dios le dio el más alto honor y el más excelente de todos los nombres, para que, ante ese nombre concedido a Jesús, doblen todos las rodillas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y todos reconozcan que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 77
R. Pueblo mío, atiende a mi enseñanza.
Pueblo mío, atiende a mi enseñanza; ¡inclínate a escuchar lo que te digo! Lo que hemos oído y sabemos y nuestros padres nos contaron, R.
Dios estableció una ley para Jacob; puso una norma de conducta en Israel, para que la conocieran las generaciones futuras, y para que tuvieran confianza en Dios. R.
Dios hizo maravillas delante de sus padres: partió en dos el mar, y los hizo pasar por él, deteniendo el agua como un muro. De día los guió con una nube, y de noche con luz de fuego. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 19, 25-27
† Lectura del Evangelio según san Juan
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre: —Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Luego le dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre.
Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que nos limpie de toda culpa este sacrificio, el mismo que, ofrecido en el altar de la cruz, ha quitado el pecado del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Fortalecidos con esta Eucaristía, te pedimos, Señor Jesucristo, que hagas partícipes de la gloria de la resurrección a los que has redimido en el madero salvador de la Cruz. Tú que vives y reinas, por los siglos de los siglos.


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16 – JUEVES – PRIMERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Sm 4, 1-11 / Sal 43 / Mc 1, 40-45 / Verde

6. Primera Lectura: 1 Sm 4, 1-11
Lectura del primer libro de Samuel
Por aquel entonces se juntaron los filisteos para luchar contra Israel, por lo cual salieron los israelitas a hacer frente a los filisteos, y acamparon junto a Eben-ézer. Los filisteos establecieron su campamento en Afec, desplegándose para atacar a los israelitas, y al entablarse la lucha, los filisteos vencieron a los israelitas y mataron a cuatro mil de sus hombres en el campo de batalla. Cuando el ejército israelita volvió al campamento, los ancianos de Israel  dijeron: “¿Por qué permitió hoy el Señor que nos derrotaran los filisteos? ¡Vamos a traernos de Siló el arca de la alianza del Señor,  para que él marche en medio de nosotros y nos libre de nuestros enemigos!”
Por consiguiente, los israelitas enviaron un destacamento a Siló, y trajeron de allá el arca de la alianza del Señor todopoderoso, que tiene su trono sobre los querubines. Hofní y Finees, los dos hijos de Elí, acompañaban también al arca de la alianza de Dios. Y ocurrió que al llegar al campamento el arca de la alianza del Señor, los israelitas gritaron con tanta alegría que hasta retumbó la tierra.
Cuando los filisteos escucharon aquel griterío, preguntaron: “¿Por qué hay tanto alboroto en el campamento de los hebreos?” Pero al saber que el arca del Señor había llegado al campamento, tuvieron miedo y dijeron: “¡Dios ha llegado al campamento! ¡Ay de nosotros, porque hasta ahora no había sido así! ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de caer en las manos de este Dios tan poderoso? ¡Él es quien destruyó a los egipcios en el desierto con toda clase de plagas! ¡Ármense, pues, de valor, soldados filisteos, y luchen con ardor para que no lleguen a ser esclavos de los hebreos, como ellos lo han sido de ustedes!”
Entonces los filisteos atacaron y derrotaron a los israelitas, los cuales huyeron a su campamento. La matanza que hicieron fue tremenda, pues de la infantería israelita cayeron treinta mil hombres. También capturaron el arca de Dios, y mataron a Hofní y Finees, los dos hijos de Elí. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 43
R. ¡Levántate, ven a ayudarnos y sálvanos por tu gran amor!
Nos has rechazado; nos has cubierto de vergüenza. Ya no sales con nuestros ejércitos. Nos has hecho dar la espalda a nuestros enemigos; los que nos odian nos roban y se llevan lo que quieren. R.
Nos has convertido en objeto de insultos; nuestros vecinos nos ofenden y ridiculizan. Has hecho que los paganos se burlen de nosotros; al vernos, mueven burlones la cabeza. R.
¿Por qué duermes, Señor? ¡Despierta, despierta! ¡No nos rechaces para siempre! ¿Por qué te escondes? ¿Por qué te olvidas de nosotros, que sufrimos tanto, tanto? R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1, 40-45
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Un hombre enfermo de lepra se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo:—Si quieres, puedes limpiarme  de mi enfermedad.
Jesús tuvo compasión de él;  lo tocó con la mano y dijo:–Quiero. ¡Queda limpio!
Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y quedó limpio. Jesús lo despidió en seguida, y le recomendó mucho:—Mira, no se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva, por tu purificación, la ofrenda que ordenó Moisés,  para que conste ante los sacerdotes.
Pero el hombre se fue y comenzó a contar a todos lo que había pasado. Por eso Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares donde no había gente; pero de todas partes acudían a verlo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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17 ENERO – VIERNES – SAN ANTONIO ABAD

Ecclo 45,1-6 / Sal 21,4-6 / Lc 12,35-40 / Blanco

Antonio nació en Egipto en el 251; distribuyó todos sus bienes entre los pobres siguiendo la indicación evangélica y se retiró a la soledad de la Tebaida, donde llevó una vida ascética. Trabajó para reforzar la acción de la Iglesia, sostuvo a los confesores de la fe durante la persecución del emperador Diocleciano y apoyó a san Atanasio contra los arrianos. Es considerado padre del monacato. Murió en el 356.

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que concediste a san Antonio, abad, dejar por tu amor cuanto tenía, para servirte heroicamente en el desierto, otórganos, por tu gracia, superar nuestro egoísmo y amarte a ti sobre todas las cosas. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: Ecclo 45,1-6
Lectura del libro del Eclesiástico
Fue un hombre que tuvo el aprecio de todos y que fue amado de Dios y de los hombres. El Señor le concedió honores divinos y lo hizo poderoso entre los grandes. A petición suya, Dios apresuraba los prodigios, y lo sostuvo frente al rey. Dios le dio el mando de su pueblo y le dejó ver su majestad.  Por ser fiel y humilde, Dios lo escogió entre los demás hombres. Le hizo oír su voz y entrar en la espesa nube. Le entregó los mandamientos, la ley de la vida y de la sabiduría, para que enseñara a Israel, el pueblo de Jacob, sus órdenes, normas y decretos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 21,4-6
R. ¡Celebraremos con himnos tus victorias, Señor!  
Lo recibiste con grandes bendiciones y le pusiste una corona de oro. Te pidió vida, y se la diste: vida larga y duradera. R.
Gracias a tu ayuda, es grande su poder; le has dado honor y dignidad. R.
Lo has bendecido para siempre; con tu presencia lo llenas de alegría. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 12,35-40
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos: “Sean como criados que están esperando a que su amo regrese de un banquete de bodas, preparados y con las lámparas encendidas, listos a abrirle la puerta tan pronto como llegue y toque. Dichosos los criados a quienes su amo, al llegar, encuentre despiertos. Les aseguro que el amo mismo los hará sentarse a la mesa y se dispondrá a servirles la comida. Dichosos ellos, si los encuentra despiertos aunque llegue a la medianoche o de madrugada. Y sepan ustedes esto: que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. Ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estos dones que humildemente te presentamos en la conmemoración de san Antonio, abad, y líbranos de nuestro apego a los bienes materiales para que te tengamos a ti como nuestra única riqueza. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión

Por medio de esta Eucaristía concédenos, Señor, la fuerza necesaria para vencer siempre, a ejemplo de san Antonio, abad, las tentaciones del enemigo. Por Jesucristo.

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18 ENERO – SÁBADO – PRIMERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Sm 9, 1-4. 10-17.19; 10, 1a / Sal 20 / Mc 2, 13-17 / Verde

6. Primera Lectura: 1 Sm 9, 1-4. 10-17.19; 10,1a
Lectura del primer libro de Samuel
En la tribu de Benjamín había un hombre llamado Quis, que era hijo de Abiel y nieto de Seror; su bisabuelo había sido Becorat, hijo de Afíah. Quis, hombre muy respetado, tenía un hijo, joven y bien parecido, que se llamaba Saúl. No había otro israelita tan bien parecido como él, pues en estatura ninguno le pasaba del hombro.
Un día, a Quis se le perdieron sus asnas. Entonces le dijo a su hijo Saúl:—Prepárate y ve a buscar las asnas. Llévate a uno de los criados.
Saúl se fue, atravesó la región montañosa de Efraín y pasó por la región de Salisá; pero no encontró las asnas. Al llegar a la región de Suf, dijo Saúl al criado que lo acompañaba:—Vamos a regresar, pues mi padre debe de estar ya más preocupado por nosotros que por las asnas.
El criado le contestó:—En esta ciudad hay un profeta a quien todos respetan, porque todo lo que anuncia sucede sin falta. Vamos allá, y quizá él nos indique el camino que debemos seguir. —De acuerdo —dijo Saúl—. Vamos allá.
Los dos se dirigieron a la ciudad donde vivía el profeta, y cuando iban subiendo la cuesta, en dirección a la ciudad, se encontraron con unas muchachas que iban a sacar agua y les preguntaron:—¿Es aquí dónde podemos encontrar al vidente?
Ellas les respondieron:—Sí, pero se encuentra más adelante. Dense prisa, pues ha venido a la ciudad porque hoy se celebra el sacrificio en el santuario. En cuanto lleguen ustedes allí, búsquenlo, antes de que se vaya al santuario para la comida.  La gente no comerá hasta que él llegue, pues él tiene que bendecir el sacrificio, después de lo cual comerán los invitados. Por eso, vayan ahora, porque en este momento lo encontrarán.
Ellos continuaron subiendo, rumbo a la ciudad. Y precisamente cuando iban llegando a ella, Samuel salía en dirección contraria, para ir al santuario.
El día anterior a la llegada de Saúl, el Señor había hecho la siguiente revelación a Samuel: “Mañana, a esta misma hora, te mandaré un hombre de la región de Benjamín, a quien deberás consagrar como gobernante de mi pueblo Israel. Él lo librará del dominio de los filisteos, porque me he compadecido de mi pueblo cuando sus quejas han llegado hasta mí.”
Cuando Samuel vio a Saúl, el Señor le dijo: “Ahí tienes al hombre de quien te hablé. Este gobernará a mi pueblo.”
—Yo soy el vidente —respondió Samuel—. Sube delante de mí al santuario, y come hoy conmigo allí. Mañana temprano te contestaré todo lo que me quieras preguntar, y luego te dejaré marchar.
Entonces Samuel  tomó un recipiente con aceite y, derramándolo sobre la cabeza de Saúl, lo besó y le dijo:—El Señor te consagra  hoy gobernante de Israel, su pueblo. Tú lo gobernarás y lo librarás de los enemigos que lo rodean. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 20
R. Señor, el rey está alegre porque le has dado fuerzas.
Señor, el rey está alegre porque le has dado fuerzas; ¡está muy alegre porque le has dado la victoria! Has cumplido sus deseos; no le has negado sus peticiones. R.
Lo recibiste con grandes bendiciones y le pusiste una corona de oro. Te pidió vida, y se la diste: vida larga y duradera. R.
Gracias a tu ayuda, es grande su poder; le has dado honor y dignidad. Lo has bendecido para siempre; con tu presencia lo llenas de alegría. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 2, 13-17
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Después fue Jesús otra vez a la orilla del lago; la gente se acercaba a él, y él les enseñaba. Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo:—Sígueme.
Leví se levantó y lo siguió.
Sucedió que Jesús estaba comiendo en casa de Leví, y muchos de los que cobraban impuestos para Roma, y otra gente de mala fama, estaban también sentados a la mesa, junto con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que lo seguían. Algunos maestros de la ley, que eran fariseos, al ver que Jesús comía con todos aquellos, preguntaron a los discípulos:—¿Cómo es que su maestro come con cobradores de impuestos y pecadores?
Jesús lo oyó, y les dijo:—Los que están sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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19 ENERO – DOMINGO – SEGUNDA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Is 49, 3.5-6 / Sal 39 / 1 Cor 1, 1-3 / Jn 1, 29-34 / Verde

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que con amor gobiernas los cielos y la tierra, escucha paternalmente las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios.

6. Primera Lectura:Is 49, 3.5-6
Lectura del libro del profeta Isaías 
El Señor me dijo: “Israel, tú eres mi siervo; en ti me mostraré glorioso.”
El Señor, que me formó desde el seno de mi madre para que fuera su siervo, para hacer que Israel, el pueblo de Jacob, se vuelva y se una a él, dice así: “No basta que seas mi siervo solamente para restablecer las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; yo haré que seas luz de las naciones, para que lleves mi salvación hasta las partes más lejanas de la tierra.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 39
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Puse mi esperanza en el Señor, y él se inclinó para escuchar mis gritos. Hizo brotar de mis labios un nuevo canto, un canto de alabanza a nuestro Dios. R.
Tú no te complaces en los sacrificios ni en las ofrendas de cereales; tampoco has pedido holocaustos ni ofrendas para quitar el pecado. En cambio, me has abierto los oídos. Por eso he dicho: Aquí estoy. R.
Tal como el libro dice de mí. A mí me agrada hacer tu voluntad, Dios mío; ¡llevo tu enseñanza en el corazón!. R.
En presencia de tu pueblo numeroso he dado a conocer lo que es justo. ¡Tú bien sabes, Señor, que no he guardado silencio!. R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 1, 1-3
Comienzo de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Pablo, llamado por la voluntad de Dios a ser apóstol de Cristo Jesús, saluda, junto con el hermano Sóstenes, a los que forman la iglesia de Dios que está en Corinto, que en Cristo Jesús fueron santificados y llamados a formar su pueblo santo, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor nuestro y del pueblo santo. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen sobre ustedes su gracia y su paz. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 29-34
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Juan vio a Jesús, que se acercaba a él, y dijo: “¡Miren, ese es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! A él me refería yo cuando dije: ‘Después de mí viene uno que es más importante que yo, porque existía antes que yo.’ Yo mismo no sabía quién era; pero he venido bautizando con agua precisamente para que el pueblo de Israel lo conozca.”
Juan también declaró: “He visto al Espíritu Santo bajar del cielo como una paloma, y reposar sobre él. Yo todavía no sabía quién era; pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que el Espíritu baja y reposa, es el que bautiza con Espíritu Santo.’ Yo ya lo he visto, y soy testigo de que es el Hijo de Dios.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos, oremos al Señor y pidámosle que escuche nuestras plegarias. Respondemos todos: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
Por la santa Iglesia de Dios, para que Dios nuestro Señor le conceda la paz y la unidad y la proteja en todo el mundo, roguemos al Señor. R.
Por los gobernantes, para que Dios nuestro Señor dirija sus pensamientos y decisiones hacia una paz verdadera, roguemos al Señor. R.
Por los que están en camino de conversión y por los que se preparan a recibir el bautismo, para que Dios nuestro Señor les dé parte en la vida nueva de Cristo Jesús, roguemos al Señor. R.
Por los que no están ahora aquí con nosotros, para que Dios nuestro Señor escuche sus oraciones y lleve a realidad sus deseos, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Dios nuestro, que invitaste a la humanidad a unirse a Cristo, escucha nuestras oraciones y haz que la Iglesia experimente en la celebración de este domingo, la fuerza de su amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que
celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, actualiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad para que, alimentados del mismo pan espiritual, permanezcamos siempre unidos por el mismo amor. Por Jesucristo.


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20 ENERO – LUNES – SEGUNDA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Sm 15, 16-23 / Sal 49 / Mc 2, 18-22 / Verde

6. Primera Lectura: 1 Sm 15, 16-23
Lectura del primer libro de Samuel
Samuel dijo a Saúl:—¡Te  voy a comunicar lo que el Señor me dijo anoche!
—Habla —respondió Saúl.
Y Samuel le dijo:—¿No te considerabas tú de poca importancia? Sin embargo, has llegado a ser el jefe de las tribus israelitas, y el Señor te ha consagrado como rey de Israel. Ahora bien, si el Señor te envió con la orden estricta de destruir a esos pecadores amalecitas, y de atacarlos hasta acabar con ellos, ¿por qué desobedeciste sus órdenes y te lanzaste sobre lo que se le quitó al enemigo, actuando mal a los ojos del Señor?
Saúl contestó:—Yo obedecí las órdenes del Señor, y cumplí la misión que él me encomendó: he traído prisionero a Agag, rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas. Pero la tropa se quedó con ovejas y toros, lo mejor de lo que estaba destinado a la destrucción, para sacrificarlos en honor del Señor tu Dios en Guilgal.
Entonces Samuel dijo:“Más le agrada al Señor que se le obedezca, y no que se le ofrezcan sacrificios y holocaustos; vale más obedecerlo y prestarle atención que ofrecerle sacrificios y grasa de carneros.
Tanto peca el que se rebela contra él como el que practica la adivinación; semejante a quien adora a los ídolos es aquel que lo desobedece. Y como tú has rechazado sus mandatos, ahora él te rechaza como rey.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 49
R. ¡Yo salvo al que permanece en mi camino!
No te censuro por los sacrificios y holocaustos que siempre me ofreces. No te pido becerros de tu ganado ni machos cabríos de tus corrales. R.
“¿Qué derecho tienes de citar mis leyes o de mencionar mi alianza, si no te agrada que yo te corrija ni das importancia a mis palabras? R.
Todo esto has hecho, y me he callado; pensaste que yo era igual que tú. Pero voy a acusarte cara a cara, ¡voy a ajustarte las cuentas! El que me ofrece su gratitud, me honra. ¡Yo salvo al que permanece en mi camino! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 2, 18-22

† Lectura del Evangelio según san Marcos
Una vez estaban ayunando los seguidores de Juan el Bautista  y los fariseos, y algunas personas fueron a Jesús y le preguntaron:—Los seguidores de Juan y los de los fariseos ayunan: ¿por qué no ayunan tus discípulos?
Jesús les contestó:—¿Acaso pueden ayunar los invitados a una boda,  mientras el novio está con ellos? Mientras está presente el novio, no pueden ayunar. Pero llegará el momento en que se lleven al novio; cuando llegue ese día, entonces sí ayunarán.
“Nadie arregla un vestido viejo con un remiendo de tela nueva, porque el remiendo nuevo encoge y rompe el vestido viejo, y el desgarrón se hace mayor. Ni tampoco se echa vino nuevo en cueros viejos, porque el vino nuevo hace que se revienten los cueros, y se pierden tanto el vino como los cueros. Por eso hay que echar el vino nuevo en cueros nuevos.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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21 ENERO – MARTES – SANTA INÉS, MÁRTIR.

Ecclo 51,1-8.12 / Sal 45 / Mt 25,1-13 / Rojo

Santa Inés, virgen y mártir. Cristina en Roma de la primera mitad del siglo IV. A la temprana edad de 12 años fue mártir, por su virtud de castidad y por su fe en Cristo. Los testimonios antiguos no logran coincidir sobre la forma de su muerte, sobre si murió quemada o degollada.

5. Oración Colecta
Dios de todo poder y misericordia, que infundiste tu fuerza a santa Inés para que pudiera soportar el dolor del martirio, concede a los que hoy celebramos su victoria vivir defendidos de los engaños del enemigo bajo tu protección. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Ecclo 51,1-8.12
Lectura del libro del Eclesiástico
Yo te alabo, oh Dios, mi salvador, te doy gracias, Dios y Padre mío. Voy a proclamar tu nombre, refugio de mi vida, porque me salvaste de la muerte, porque libraste mi cuerpo de la tumba, porque no dejaste que cayera en el reino de la muerte. Me salvaste de las malas lenguas, de las calumnias de los mentirosos. Por tu gran amor me ayudaste, te pusiste a mi lado contra mis enemigos, contra los que querían quitarme la vida. Me salvaste de grandes aflicciones, de angustias que me cercaban como fuego, de una hoguera que no podía apagarse, del fondo del abismo, de labios pérfidos y llenos de mentira, de las flechas de lenguas traicioneras. Ya estaba yo cerca de la muerte, y mi vida casi en lo más hondo del abismo; miré alrededor, y no había quien me ayudara, busqué un apoyo, pero no lo había. Entonces me acordé de la misericordia del Señor y de su amor, que es eterno. El Señor salva a quienes a él se acogen, y los libra de todo mal. Por eso le doy gracias, y alabo y bendigo el nombre del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 45
R. ¡Voy a recitar mi poesía ante el rey!
¡Eres el más hermoso de los hombres! ¡El encanto brota de tus labios! Por eso Dios te bendijo para siempre. R.
Tu gloria consiste en avanzar triunfante, luchando en favor de la verdad y haciendo justicia a los humildes. ¡Tu mano derecha realiza grandes proezas! R.
Los pueblos caen a tus pies, oh rey; tus flechas son agudas y se clavan en el corazón de tus enemigos. Tu reinado, oh Dios, es eterno, y es un reinado de justicia. R.
Amas el bien y odias el mal. Por eso te ha escogido Dios, tu Dios, y te ha colmado de alegría más que a tus compañeros. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25,1-13
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo esta parábola: “Sucederá entonces con el reino de los cielos como lo que sucedió en una boda: diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran despreocupadas y cinco previsoras. Las despreocupadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; en cambio, las previsoras llevaron sus botellas de aceite, además de sus lámparas. Como el novio tardaba en llegar, les dio sueño a todas, y por fin se durmieron. Cerca de la medianoche, se oyó gritar: ‘¡Ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!’ Todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas. Entonces las cinco despreocupadas dijeron a las cinco previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.’ Pero las muchachas previsoras contestaron: ‘No, porque así no alcanzará ni para nosotras ni para ustedes. Más vale que vayan a donde lo venden, y compren para ustedes mismas.’ Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido previsoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron las otras muchachas, diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’ Pero él les contestó: ‘Les aseguro que no las conozco.’
“Manténganse ustedes despiertos —añadió Jesús—, porque no saben ni el día ni la hora.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las ofrendas
Señor, santifica con tu bendición estas ofrendas que te presentamos, y concédenos la gracia de vivir encendidos en el fuego de tu amor que dio fuerza a la mártir santa Inés para soportar los tormentos. Por Jesucristo nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que el sacramento que hemos recibido nos dé la fortaleza con que santa Inés se mostró siempre fiel a tu servicio y vencedora en el tormento. Por Jesucristo.


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22 ENERO – MIÉRCOLES – SEGUNDA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1Sam 17,32-51 / Sal 143 / Mc 3,1-6 / Verde

6. Primera Lectura: 1Sam 17,32-51
Lectura del primer libro de Samuel
En aquel entonces, David le dijo a Saúl:—Nadie debe desanimarse por culpa de ese filisteo, porque yo, un servidor de Su Majestad, iré a pelear contra él.
–No puedes ir tú solo a luchar contra ese filisteo —contestó Saúl—, porque aún eres muy joven; en cambio, él ha sido hombre de guerra desde su juventud.
David contestó:—Cuando yo, el servidor de Su Majestad, cuidaba las ovejas de mi padre, si un león o un oso venía y se llevaba una oveja del rebaño, iba detrás de él y se la quitaba del hocico; y si se volvía para atacarme, lo agarraba por la quijada y le daba de golpes hasta matarlo. Así fuera un león o un oso, este servidor de Su Majestad lo mataba. Y a este filisteo pagano le va a pasar lo mismo, porque ha desafiado al ejército del Dios viviente. El Señor, que me ha librado de las garras del león y del oso, también me librará de las manos de este filisteo.
Entonces Saúl le dijo:—Anda, pues, y que el Señor te acompañe.
Luego hizo Saúl que vistieran a David con la misma ropa que él usaba, y que le pusieran un casco de bronce en la cabeza y lo cubrieran con una coraza. Finalmente, David se colgó la espada al cinto, sobre su ropa, y trató de andar así, porque no estaba acostumbrado a todo aquello. Pero en seguida le dijo a Saúl:–No puedo andar con esto encima, porque no estoy acostumbrado a ello.
Entonces se quitó todo aquello, tomó su bastón, escogió cinco piedras lisas del arroyo, las metió en la bolsa que traía consigo y, con su honda en la mano, se enfrentó con el filisteo. El filisteo, a su vez, se acercaba poco a poco a David. Delante de él iba su ayudante. Cuando el filisteo miró a David, y vio que era joven, de piel sonrosada y bien parecido, no lo tomó en serio, sino que le dijo:
—¿Acaso soy un perro, para que vengas a atacarme con palos?
Y en seguida maldijo a David en nombre de su dios. Además le dijo:—¡Ven aquí, que voy a dar tu carne como alimento a las aves del cielo y a las fieras!
David le contestó:—Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo voy contra ti en nombre del Señor todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a los que tú has desafiado. Ahora el Señor te entregará en mis manos, y hoy mismo te mataré y te cortaré la cabeza, y los cadáveres del ejército filisteo se los daré a las aves del cielo y a las fieras. Así todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel; todos los aquí reunidos sabrán que el Señor no salva con espada ni con lanza. Esta batalla es del Señor, y él los entregará a ustedes en nuestras manos.
El filisteo se levantó y salió al encuentro de David, quien, a su vez, rápidamente se dispuso a hacer frente al filisteo: metió su mano en la bolsa, sacó una piedra y, arrojándola con la honda contra el filisteo, lo hirió en la frente. Con la piedra clavada en la frente, el filisteo cayó de cara al suelo. Así fue como David venció al filisteo. Con solo una honda y una piedra, David lo hirió de muerte. Y como no llevaba espada, corrió a ponerse al lado del filisteo y, apoderándose de su espada, la desenvainó y con ella lo remató. Después de esto, le cortó la cabeza.
Cuando los filisteos vieron muerto a su mejor guerrero, salieron huyendo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 143
R. ¡Bendito sea el Señor, mi protector!
¡Bendito sea el Señor, mi protector! Él es quien me entrena y me prepara para combatir en la batalla R.
El es mi amigo fiel, mi lugar de protección, mi más alto escondite, mi libertador; él es mi escudo, y con él me protejo; él es quien pone a los pueblos bajo mi poder. R.
Señor, voy a cantarte una canción nueva; voy a cantarte himnos con el salterio. Tú, que das la victoria a los reyes; tú, que libraste a tu siervo David, líbrame de la espada mortal. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 3,1-6
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús entró otra vez en la sinagoga; y había en ella un hombre que tenía una mano tullida. Y espiaban a Jesús para ver si lo sanaría en sábado, y así tener de qué acusarlo. Jesús le dijo entonces al hombre que tenía la mano tullida:—Levántate y ponte ahí en medio.
Luego preguntó a los otros:—¿Qué está permitido hacer en sábado: el bien o el mal? ¿Salvar una vida o destruirla?
Pero ellos se quedaron callados. Jesús miró entonces con enojo a los que le rodeaban, y entristecido por la dureza de su corazón le dijo a aquel hombre:—Extiende la mano.

El hombre la extendió, y su mano quedó sana. Pero en cuanto los fariseos salieron, comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes para matar a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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23 ENERO – JUEVES – SEGUNDA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Sm 18, 6-9; 19, 1-7 / Sal 55 / Mc 3, 7-12 / Verde

6. Primera Lectura: 1 Sm 18, 6-9; 19, 1-7
Lectura del primer libro de Samuel
Cuando las tropas regresaron después que David mató al filisteo, de todas las ciudades de Israel salieron mujeres a recibir al rey Saúl cantando y bailando alegremente con panderos y platillos. Y mientras cantaban y bailaban, las mujeres repetían: “Mil hombres mató Saúl, y diez mil mató David.”
Esto le molestó mucho a Saúl, y muy enojado dijo:—A David le atribuyen la muerte de diez mil hombres, y a mí únicamente la de mil. ¡Ya solo falta que lo hagan rey!
A partir de entonces, Saúl miraba a David con recelo. Saúl ordenó a su hijo Jonatán y a todos sus oficiales que mataran a David. Pero Jonatán, que quería mucho a David, lo puso sobre aviso. Le dijo:—Saúl, mi padre, está tratando de matarte. Así que mañana temprano ten cuidado y quédate escondido en algún lugar secreto. Yo saldré, en compañía de mi padre, al campo donde tú vas a estar. Hablaré con él acerca de ti, a ver qué pasa, y luego te lo haré saber.
Y Jonatán habló con Saúl en favor de David. Le dijo:—Su Majestad no debiera
cometer ningún mal contra su siervo David, porque él no le ha hecho ningún mal a Su Majestad, y sí mucho bien; pues jugándose la vida mató al filisteo, y así el Señor libró por completo a todo Israel. Su Majestad lo vio y se alegró de ello. ¿Por qué habrá de atentar Su Majestad contra la vida de un inocente, tratando de matar a David sin motivo?
Al escuchar Saúl las razones de Jonatán, exclamó:—Juro por el Señor que David no morirá.
Entonces Jonatán llamó a David y le informó de toda esta conversación. Después lo llevó ante Saúl, y David siguió al servicio de Saúl igual que antes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 55
R. Confío en Dios y no tengo miedo.
Ten compasión de mí, Dios mío, pues hay gente que me persigue; a todas horas me atacan y me oprimen. A todas horas me persiguen mis enemigos; son muchos los que me atacan con altanería. R.
Tú llevas la cuenta de mis huidas; tú recoges cada una de mis lágrimas. ¿Acaso no las tienes anotadas en tu libro? Mis enemigos se pondrán en retirada cuando yo te pida ayuda. R.
Confío en Dios y alabo su palabra; confío en el Señor y alabo su palabra; confío en Dios y no tengo miedo. ¿Qué me puede hacer el hombre? R.
Las promesas que te hice, oh Dios, te las cumpliré con alabanzas R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 3, 7-12
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús, seguido por mucha gente de Galilea, se fue con sus discípulos a la orilla del lago. Cuando supieron las grandes cosas que hacía, también acudieron a verlo muchos de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del oriente del Jordán y de la región de Tiro y Sidón. Por esto, Jesús encargó a sus discípulos que le tuvieran lista una barca, para evitar que la multitud lo apretujara. Porque había sanado a tantos, que todos los enfermos se echaban sobre él para tocarlo.
Y cuando los espíritus impuros lo veían, se ponían de rodillas delante de él y gritaban:—¡Tú eres el Hijo de Dios!
Pero Jesús les ordenaba severamente que no hablaran de él en público. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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24 ENERO – VIERNES – SEGUNDA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Sm 24, 3-21 / Sal 56 / Mc 3, 13-19 / Verde

6. Primera Lectura: 1 Sm 24, 3-21
Lectura del primer libro de Samuel
Saúl escogió a tres mil hombres de todo Israel y fue a buscar a David y sus hombres por las peñas más escarpadas. En su camino llegó a unos rediles de ovejas, cerca de los cuales había una cueva en la que estaban escondidos David y sus hombres. Saúl se metió en ella para hacer sus necesidades, y los hombres de David le dijeron a este:—Hoy se cumple la promesa que te hizo el Señor de que pondría en tus manos a tu enemigo. Haz con él lo que mejor te parezca.
Entonces David se levantó, y con mucha precaución cortó un pedazo de la capa de Saúl; pero después de hacerlo le remordió la conciencia, y les dijo a sus hombres:—¡El Señor me libre de alzar mi mano contra mi señor el rey! ¡Si él es rey, es porque el Señor lo ha escogido!
De este modo refrenó David a sus hombres y no les permitió atacar a Saúl, el cual salió de la cueva y siguió su camino. Pero en seguida David salió de la cueva tras él, y le gritó:—¡Majestad, Majestad!
Saúl miró hacia atrás, y David, inclinándose hasta el suelo en señal de reverencia, le dijo:—¿Por qué hace caso Su Majestad a quienes le dicen que yo busco su mal? Su Majestad ha podido comprobar que, aunque el Señor puso hoy a Su Majestad en mis manos allá en la cueva, yo no quise matar a Su Majestad, sino que le perdoné la vida, pues me dije que si Su Majestad es rey, es porque el Señor lo ha escogido.
“Mire bien Su Majestad lo que tengo en la mano: es un pedazo de la capa de Su Majestad, a quien bien podría haber matado. Con eso puede darse cuenta Su Majestad de que yo no he pensado en hacerle daño ni en traicionarlo, ni tampoco le he faltado. Sin embargo, Su Majestad me persigue para quitarme la vida. ¡Que el Señor juzgue entre nosotros dos, y me vengue de Su Majestad! Por lo que a mí toca, jamás levantaré mi mano contra Su Majestad. Un antiguo refrán dice: ‘La maldad viene de los malvados’; por eso yo jamás levantaré mi mano contra Su Majestad. Además, ¿tras de quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién está persiguiendo? ¡A mí, que soy como un perro muerto, o como una pulga! Por lo tanto, que el Señor decida y juzgue entre nosotros dos; ¡que sea él quien examine mi causa y me defienda de Su Majestad!”
Cuando David terminó de hablar, Saúl exclamó:—¡Pero si eres tú, David, hijo mío, quien me habla!
Y echándose a llorar, le dijo:—La razón está de tu lado, pues me has devuelto bien a cambio del mal que te he causado. Hoy me has demostrado que tú buscas mi bien, pues habiéndome puesto el Señor en tus manos, no me mataste. En realidad, no hay nadie que, al encontrar a su enemigo, lo deje ir sano y salvo. Por lo tanto, ¡que el Señor te pague con bien lo que hoy has hecho conmigo! Ahora me doy perfecta cuenta de que tú serás el rey, y de que bajo tu dirección el reino de Israel habrá de prosperar. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 56
R. Ten compasión de mí, Dios mío.
Ten compasión de mí, Dios mío, ten compasión de mí, pues en ti busco protección. Quiero protegerme debajo de tus alas hasta que el peligro haya pasado. R.
Voy a clamar al Dios altísimo, al Dios que en todo me ayuda. Él enviará desde el cielo su amor y su verdad, y me salvará de quienes con rabia me persiguen. R.
Dios mío, tú estás por encima del cielo. ¡Tu gloria llena toda la tierra! Pues tu amor es grande hasta los cielos; tu lealtad alcanza al cielo azul. R.
9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 3, 13-19
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Después Jesús subió a un cerro, y llamó a los que le pareció bien. Una vez reunidos, eligió de entre ellos a doce, para que lo acompañaran y para mandarlos a anunciar el mensaje. A estos les dio el nombre de apóstoles, y les dio autoridad para expulsar a los demonios. Estos son los doce que escogió: Simón, a quien puso el nombre de Pedro; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes llamó Boanerges (es decir, “Hijos del Trueno”); Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás y Santiago, hijo de Alfeo; Tadeo, Simón el cananeo, y Judas Iscariote, que después traicionó a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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25 ENERO – SÁBADO – CONVERSIÓN DE SAN PABLO

Hch 22, 3-16 / Sal 116 / Mc 16, 15-18 / Blanco

Viajando hacia Damasco, cuando aún maquinaba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, el mismo Jesús se le reveló en el camino, eligiéndole para que, lleno del Espíritu Santo, anunciase el Evangelio a los gentiles. Sufrió muchas dificultades a causa del nombre de Cristo. Es martirizado en el año 67 en Roma.

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro: Tú que has instruido a todos los pueblos  con la predicación del apóstol Pablo, concede a cuantos celebramos su conversión caminar hacia ti, siguiendo  su ejemplo, y ser ante el mundo testigos de tu verdad. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Hch 22, 3-16
Lectura de los Hechos de los Apóstoles
Pablo dijo al pueblo: “Yo soy judío. Nací en Tarso de Cilicia, pero me crié aquí en Jerusalén y estudié bajo la dirección de Gamaliel, muy de acuerdo con la ley de nuestros antepasados. Siempre he procurado servir a Dios con todo mi corazón, tal como todos ustedes lo hacen hoy día. Antes perseguí a muerte a quienes seguían este Nuevo Camino,  y los arresté y metí en la cárcel, ya fueran hombres o mujeres. El jefe de los sacerdotes y todos los ancianos son testigos de esto. Ellos me dieron cartas para nuestros hermanos judíos en Damasco, y fui allá en busca de creyentes, para traerlos aquí a Jerusalén y castigarlos. Pero mientras iba yo de camino, y estando ya cerca de Damasco, a eso del mediodía, una fuerte luz del cielo brilló de repente a mi alrededor, y caí al suelo. Y oí una voz, que me decía: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?’ Pregunté: ‘¿Quién eres, Señor?’ Y la voz me contestó: ‘Yo soy Jesús de Nazaret, el mismo a quien tú estás persiguiendo.’ Los que iban conmigo vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. Yo pregunté: ‘¿Qué debo hacer, Señor?’ Y el Señor me dijo: ‘Levántate y sigue tu viaje a Damasco. Allí se te dirá todo lo que debes hacer.’ Como el brillo de la luz me dejó ciego, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco.
“Allí había un hombre llamado Ananías, que era muy piadoso y obediente a la ley de Moisés; todos los judíos que vivían en Damasco hablaban muy bien de él. Ananías vino a verme, y al llegar me dijo: ‘Hermano Saulo, recibe de nuevo la vista.’ En aquel mismo momento recobré la vista, y pude verlo. Luego añadió: ‘El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y para que veas al que es justo y oigas su voz de sus propios labios. Pues tú vas a ser testigo suyo ante todo el mundo, y vas a contar lo que has visto y oído. Y ahora, no esperes más. Levántate, bautízate y lávate de tus pecados, invocando el nombre del Señor.’” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 116
R. Vayan por todo el mundo y anuncien el evangelio.
Naciones y pueblos todos, alaben al Señor. R.
Pues su amor por nosotros es muy grande;¡la fidelidad del Señor es eterna! ¡Aleluya! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 16, 15-18
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús les dijo a los apóstoles: “Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia. El que crea y sea bautizado, obtendrá la salvación; pero el que no crea, será condenado. Y estas señales acompañarán a los que creen: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes; y si beben algo venenoso, no les hará daño; además pondrán las manos sobre los enfermos, y estos sanarán.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Al celebrar, Señor, este santo sacrificio, haz que nos ilumine el Espíritu Santo con la luz de la fe que impulsó siempre al apóstol san Pablo a la propagación de tu Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Te pedimos, Señor,  Dios nuestro, que los sacramentos que hemos recibido nos enciendan  en el fuego de amor que abrasaba el corazón de san Pablo  y le impulsaba al servicio de todas las iglesias. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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26 ENERO – DOMINGO – TERCERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Is 9, 1-4 / Sal 26 / 1 Cor 1, 10-13.17 / Mt 4, 12-23 / Verde

5. Oración Colecta
Dios eterno y todopoderoso, conduce nuestra vida por el camino de tus mandamientos para que, unidos a tu Hijo, podamos producir frutos de amor y fidelidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad.

6. Primera Lectura: Is 9, 1-4
Lectura del libro de Isaías.
Al principio, Dios humilló a Galilea, tierra de Zabulón y de Neftalí, región vecina a los paganos, que se extiende desde el otro lado del Jordán hasta la orilla del mar; pero después le concedió mucho honor.
El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en tinieblas. Señor, has traído una gran alegría; muy grande es el gozo. Todos se alegran delante de ti como en tiempo de cosecha, como se alegran los que se reparten grandes riquezas. Porque tú has destruido la esclavitud que oprimía al pueblo, la opresión que lo afligía, la tiranía a que estaba sometido. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 26
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer? R.
Solo una cosa he pedido al Señor, solo una cosa deseo: estar en el templo del Señor todos los días de mi vida, para adorarlo en su templo y contemplar su hermosura. R.
Pero yo estoy convencido de que llegaré a ver la bondad del Señor a lo largo de esta vida. ¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor! R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 1, 10-13.17
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: En el nombre de nuestro Señor Jesucristo les ruego que todos estén siempre de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Vivan en armonía, pensando y sintiendo de la misma manera. Digo esto, hermanos míos, porque he sabido por los de la familia de Cloe que hay discordias entre ustedes. Quiero decir, que algunos de ustedes afirman: “Yo soy de Pablo”; otros: “Yo soy de Apolo”; otros: “Yo soy de Cefas”; y otros: “Yo soy de Cristo.” ¿Acaso Cristo está dividido? ¿Fue crucificado Pablo en favor de ustedes? ¿O fueron ustedes bautizados en el nombre de Pablo? Pues Cristo no me mandó a bautizar, sino a anunciar el evangelio, y no con alardes de sabiduría y retórica, para no quitarle valor a la muerte de Cristo en la cruz. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 4, 12-23
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Cuando Jesús oyó que habían metido a Juan en la cárcel se dirigió a Galilea. Pero no se quedó en Nazaret, sino que se fue a vivir a Cafarnaúm, a orillas del lago, en la región de las tribus de Zabulón y Neftalí. Esto sucedió para que se cumpliera lo que había escrito el profeta Isaías: “Tierra de Zabulón y de Neftalí, al otro lado del Jordán, a la orilla del mar: Galilea, donde viven los paganos. El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en sombras de muerte.”
Desde entonces Jesús comenzó a proclamar: “Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca.” 
Jesús iba caminando por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a dos hermanos: uno era Simón, también llamado Pedro, y el otro Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red al agua.
Jesús les dijo:—Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.
Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.
Un poco más adelante, Jesús vio a otros dos hermanos: Santiago y Juan, hijos
de Zebedeo, que estaban con su padre en una barca arreglando las redes. Jesús los llamó, y en seguida ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.
Jesús recorría toda Galilea, enseñando en la sinagoga de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino y curaba a la gente de todas sus enfermedades y dolencias. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos al Padre, en cuyas manos está el destino del universo, y pidámosle que escuche las oraciones de su pueblo. Respondemos: R. Escúchanos,Señor.
Por la santa Iglesia de Dios, para que busque cada día con mayor afán el rostro de su Señor, y sus fieles se esfuercen en purificarse de todas sus faltas y pecados, roguemos al Señor. R.
Por los que gobiernan las naciones, para que trabajen por la paz y el bienestar, a fin de que reine la justicia y la paz, roguemos al Señor. R.
Por los enfermos, los encarcelados y por todos los que sufren, para que Dios, Padre de misericordia, venga en su auxilio, roguemos al Señor. R.
Por todos los que estamos aquí reunidos, para que el Señor nos conceda perseverar en la fe y progresar en el amor, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Dios nuestro, que has enviado a tu Hijo, para anunciar el Evangelio a los pobres, escucha nuestras súplicas y haz que tu palabra nos transforme en instrumentos de libertad y salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad, los dones que te presentamos y santifícalos por medio de tu Espíritu para que se nos conviertan en sacramento de salvación. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y te pedimos que este don tuyo sea para nosotros fuente de vida. Por Jesucristo.


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27 ENERO – LUNES – TERCERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Sm 5, 1-7.10 / Sal 88 / Mc 3, 22-30 / Verde

6. Primera Lectura: 2 Sm 5, 1-7.10
Lectura del segundo libro de Samuel
En aquel entonces, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón para hablar con David, y le dijeron: “Nosotros somos de tu misma sangre, y en realidad, aunque Saúl era nuestro rey, tú eras el que verdaderamente dirigía a Israel en sus campañas. Además, el Señor te ha prometido que tú serás quien dirija y gobierne a Israel.”
De esta manera, todos los ancianos de Israel  fueron y hablaron con el rey David en Hebrón, y él hizo un pacto con ellos, poniendo al Señor por testigo. Entonces ellos consagraron  a David como rey de Israel. David tenía treinta años cuando empezó a reinar, y reinó cuarenta años: en Hebrón fue rey de Judá durante siete años y medio, y luego en Jerusalén fue rey de todo Israel y Judá durante treinta y tres años.
El rey David y sus hombres se dirigieron hacia Jerusalén para atacar a los jebuseos, habitantes de aquella región. Y los jebuseos, creyendo que David no lograría entrar en la ciudad, le dijeron: “Tú no podrás entrar aquí, pues se bastan los ciegos y los inválidos para no dejarte entrar.” Sin embargo, David capturó la fortaleza de Sión, ahora conocida como la Ciudad de David.
El poder de David iba aumentando, y el Señor, el Dios todopoderoso, estaba con él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 88
R. Él contará con mi amor y fidelidad.
En otro tiempo hablaste en una visión, y dijiste a tus siervos fieles: “He escogido a un valiente de mi pueblo, lo he puesto en alto y lo he ayudado. R.
¡He encontrado a mi siervo David! Con mi aceite sagrado lo he designado rey, y nunca le faltará mi ayuda. Con mi poder lo fortaleceré. R.
Él contará con mi amor y fidelidad, y por mí aumentará su poder. Afirmaré su poder y dominio desde el Mediterráneo hasta el Éufrates. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 3, 22-30
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Los maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén decían: “Beelzebú, el propio jefe de los demonios, es quien le ha dado a este hombre el poder de expulsarlos.”
Jesús los llamó, y les puso un ejemplo, diciendo: “¿Cómo puede Satanás expulsar al propio Satanás? Un país dividido en bandos enemigos, no puede mantenerse; y una familia dividida, no puede mantenerse. Así también, si Satanás se divide y se levanta contra sí mismo, no podrá mantenerse; habrá llegado su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y robarle sus cosas, si no lo ata primero; solamente así podrá robárselas.
“Les aseguro que Dios dará su perdón a los hombres por todos los pecados y todo lo malo que digan: pero el que ofenda con sus palabras al Espíritu Santo, nunca tendrá perdón, sino que será culpable para siempre.”
Esto lo dijo Jesús porque ellos afirmaban que tenía un espíritu impuro. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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28 ENERO – MARTES – TERCERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Sm 6, 12b-15.17-19 / Sal 23 / Mc 3, 31-35 / Verde

6. Primera Lectura: 2 Sm 6, 12b-15.17-19
Lectura del segundo libro de Samuel

David fue y con gran alegría trasladó el arca de Dios de la casa de Obed-edom a la Ciudad de David. Y cuando los que llevaban el arca del Señor habían dado ya seis pasos, David sacrificó un toro y un carnero gordo.
David iba vestido con un efod de lino,  y danzaba con todas sus fuerzas, y tanto él como todos los israelitas llevaban el arca del Señor entre gritos de alegría y toque de trompetas.
El arca del Señor fue llevada y puesta en su lugar, dentro de una tienda de campaña que David había levantado con ese propósito. En seguida David ofreció holocaustos y sacrificios de reconciliación delante del Señor, y cuando terminó de ofrecerlos bendijo al pueblo en el nombre del Señor todopoderoso, y a todos los israelitas allí presentes, hombres y mujeres, les dio un pan, una torta de dátiles y otra de pasas. Después todos se volvieron a sus casas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 23
R. ¿Quién es este Rey de la gloria? ¡Es el Señor, el fuerte y valiente!
¡Ábranse, puertas eternas! ¡Quédense abiertas de par en par, y entrará el Rey de la gloria! R.
¿Quién es este Rey de la gloria? ¡Es el Señor, el fuerte y valiente! ¡Es el Señor, valiente en la batalla! R.
¡Ábranse, puertas eternas! ¡Quédense abiertas de par en par, y entrará el Rey de la gloria! R.
¿Quién es este Rey de la gloria? ¡Es el Señor todopoderoso! ¡Él es el Rey de la gloria! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 3, 31-35
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Llegaron la madre y los hermanos de Jesús, pero se quedaron afuera y mandaron llamarlo. La gente que estaba sentada alrededor de Jesús le dijo:—Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están afuera, y te buscan.
Él les contestó:—¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?
Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, añadió:—Estos son mi madre y mis hermanos. Pues cualquiera que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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29 ENERO – MIÉRCOLES – TERCERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Sm 7, 4-17 / Sal 88 / Mc 4, 1-20 / Verde

6. Primera Lectura: 2 Sm 7, 4-17
Lectura del segundo libro de Samuel
El Señor se dirigió a Natán y le dijo: “Ve y habla con mi siervo David, y comunícale que yo, el Señor, he dicho: ‘No serás tú quien me construya un templo para que habite en él. Desde el día en que saqué de Egipto a los israelitas, hasta el presente, nunca he habitado en templos, sino que he andado en simples tiendas de campaña. En todo el tiempo que anduve con ellos, jamás le pedí a ninguno de sus caudillos, a quienes puse para que gobernaran a mi pueblo Israel, que me construyera un templo de madera de cedro.’ Por lo tanto, dile a mi siervo David que yo, el Señor todopoderoso, le digo: ‘Yo te saqué del redil, y te quité de andar tras el rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel; te he acompañado por dondequiera que has ido, he acabado con todos los enemigos que se te enfrentaron, y te he dado gran fama, como la que tienen los hombres importantes de este mundo. Además he preparado un lugar para mi pueblo Israel, y allí los he instalado para que vivan en un sitio propio, donde nadie los moleste ni los malhechores los opriman como al principio, cuando puse caudillos que gobernaran a mi pueblo Israel. Yo haré que te veas libre de todos tus enemigos. Y te hago saber que te daré descendientes, y que cuando tu vida llegue a su fin y mueras, yo estableceré a uno de tus descendientes y lo confirmaré en el reino. Él me construirá un templo, y yo afirmaré su reino para siempre. Yo le seré un padre, y él me será un hijo. Y cuando cometa una falta, yo lo castigaré y lo azotaré como todo padre lo hace con su hijo, pero no le retiraré mi bondad como se la retiré a Saúl, al cual quité para ponerte a ti en su lugar. Tu dinastía y tu reino estarán para siempre seguros bajo mi protección, y también tu trono quedará establecido para siempre.’ ”
Natán le contó todo esto a David, exactamente como lo había visto y oído. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 88
R. Mi amor y mi alianza con él serán firmes.
Hiciste una alianza con David; prometiste a tu siervo escogido: “Haré que tus descendientes reinen siempre en tu lugar. R.
Él me dirá: ‘Tú eres mi Padre; eres mi Dios, que me salva y me protege.’ Y yo le daré los derechos de hijo mayor, por encima de los reyes del mundo. R.
Mi amor por él será constante, y mi alianza con él será firme. Sus descendientes reinarán en su lugar siempre, mientras el cielo exista. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 4, 1-20
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús comenzó a enseñar a la orilla del lago. Como se reunió una gran multitud, Jesús subió a una barca que había en el lago, y se sentó, mientras la gente se quedaba en la orilla. Entonces se puso a enseñarles muchas cosas por medio de parábolas.
En su enseñanza les decía: “Oigan esto: Un sembrador salió a sembrar. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa semilla brotó pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. Otra parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron, de modo que la semilla no dio grano. Pero otra parte cayó en buena tierra, y creció, dando una buena cosecha; algunas espigas dieron treinta granos por semilla, otras sesenta granos, y otras cien.” Y añadió Jesús: “Los que tienen oídos, oigan.”
Después, cuando Jesús se quedó solo, los que estaban cerca de él junto con los doce discípulos le preguntaron qué quería decir aquella parábola. Les contestó: “A ustedes, Dios les da a conocer el secreto de su reino; pero a los que están afuera se les dice todo por medio de parábolas, para que por más que miren, no vean, y por más que oigan, no entiendan, para que no se vuelvan a Dios, y él no los perdone.”
Les dijo: “¿No entienden ustedes esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderán todas las demás? El que siembra la semilla representa al que anuncia el mensaje. Hay quienes son como la semilla que cayó en el camino: oyen el mensaje, pero después de oírlo viene Satanás y les quita el mensaje sembrado en su corazón. Otros son como la semilla sembrada entre las piedras: oyen el mensaje y lo reciben con gusto, pero como no tienen suficiente raíz, no se mantienen firmes; por eso, cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, pierden la fe. Otros son como la semilla sembrada entre espinos: oyen el mensaje, pero los negocios de la vida presente les preocupan demasiado, el amor por las riquezas los engaña, y quisieran poseer todas las cosas. Todo esto entra en ellos, y ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto. Pero hay otros que oyen el mensaje y lo aceptan, y dan una buena cosecha, como la semilla sembrada en buena tierra. De esos, algunos rinden treinta, otros sesenta, y otros ciento por uno.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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30 ENERO – JUEVES – TERCERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Sm 7, 18-19.24-29 / Sal 131 / Mc 4, 21-25 / Verde

6. Primera Lectura: 2 Sm 7, 18-19.24-29
Lectura del segundo libro de Samuel
El rey David entró para hablar delante del Señor, y dijo: “Señor, ¿quién soy yo y qué es mi familia para que me hayas hecho llegar hasta aquí? ¡Y tan poca cosa te ha parecido esto, Señor, que hasta has hablado del porvenir de la dinastía de tu siervo! ¡Ningún hombre actúa como tú, Señor! Porque tú has determinado que Israel sea tu pueblo para siempre, y que tú, Señor, serás su Dios. Así pues, Señor y Dios, mantén para siempre la promesa que has hecho a tu siervo y a su dinastía, y cumple lo que has dicho. ¡Que tu nombre sea siempre engrandecido, y se diga que el Señor todopoderoso es el Dios de Israel! ¡Que la dinastía de David, tu siervo, se mantenga firme con tu protección! Tú, Señor todopoderoso, me has hecho saber que vas a establecer mi dinastía; por eso yo, aunque soy tu siervo, me atrevo a hacerte esta súplica. Tú, Señor, eres Dios, y tus palabras son verdaderas, y has prometido a tu siervo tanta bondad; dígnate, pues, bendecir la dinastía de tu siervo para que permanezca siempre bajo tu protección. Tú, Señor Dios, lo has prometido, y con tu bendición la dinastía de tu siervo será bendita para siempre.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 131
R. “Pondré en tu trono a uno de tus descendientes para siempre.”.
Acuérdate, Señor, de David y de todas sus aflicciones; acuérdate del firme juramento, que te hizo a ti, el Poderoso de Jacob. R.
“No me pondré bajo techo ni me acostaré a descansar, no cerraré los ojos ni dormiré un solo instante, mientras no encuentre casa para el Señor, el Poderoso de Jacob.” R.
El Señor hizo a David un firme juramento, juramento del que no va a desdecirse: “Pondré en tu trono a uno de tus descendientes. Si tus hijos cumplen con mi alianza y con los mandatos que voy a enseñarles, también los hijos de ellos ocuparán tu trono para siempre.” R.
¡El Señor ha escogido el monte Sión! ¡Lo ha elegido para vivir allí! “Este es el monte donde siempre quiero estar; en él viviré, porque así me agradó. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 4, 21-25

† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús comenzó a enseñar y le dijo a la muchedumbre: “¿Acaso se trae una lámpara para ponerla bajo un cajón o debajo de la cama? No, una lámpara se pone en alto, para que alumbre. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a ponerse en claro. Los que tienen oídos, oigan.”
También les dijo: “Fíjense en lo que oyen. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les dará a ustedes; y les dará todavía más. Pues al que tiene, se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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31 ENERO – VIERNES – TERCERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Sm 11, 1-4a.5-10a.13-17 / Sal 50 / Mc 4, 26-34 / Verde

6. Primera Lectura:2 Sm 11, 1-4a.5-10a.13-17
Lectura del segundo libro de Samuel
En cierta ocasión, durante la primavera, que es cuando los reyes acostumbran salir a campaña, David envió a Joab y a sus oficiales, con todo el ejército israelita, y destruyeron a los amonitas y sitiaron la ciudad de Rabá.  David, sin embargo, se quedó en Jerusalén.
Una tarde, al levantarse David de su cama y pasearse por la azotea del palacio real, vio desde allí a una mujer muy hermosa que se estaba bañando. Esta mujer estaba apenas purificándose de su periodo de menstruación. David mandó que averiguaran quién era ella, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam y esposa de Urías  el hitita. David ordenó entonces a unos mensajeros que se la trajeran, y se acostó con ella, después de lo cual ella volvió a su casa.
La mujer quedó embarazada, y así se lo hizo saber a David. Entonces David ordenó a Joab que mandara traer a Urías el hitita, y así lo hizo Joab. Y cuando Urías se presentó ante David, este le preguntó cómo estaban Joab y el ejército, y qué noticias había de la guerra. Después le ordenó que se fuera a su casa y se lavara los pies. En cuanto Urías salió del palacio real, el rey le envió comida especial como regalo; pero Urías, en lugar de ir a su casa, pasó la noche a las puertas del palacio, con los soldados de la guardia real. Cuando le contaron a David que Urías no había ido a su casa, David lo invitó a comer y beber con él, y lo emborrachó. Ya por la noche, Urías salió y se fue a dormir con los soldados de la guardia real, pero no fue a su casa.
A la mañana siguiente, David escribió una carta a Joab, y la envió por medio de Urías. En la carta decía: “Pongan a Urías en las primeras líneas, donde sea más dura la batalla, y luego déjenlo solo para que caiga herido y muera.”
Así pues, cuando Joab rodeó la ciudad para atacarla, puso a Urías en el lugar donde él sabía que estaban los soldados más valientes, y en un momento en que los que defendían la ciudad salieron para luchar contra Joab, cayeron en combate algunos de los oficiales de David, entre los cuales se encontraba Urías. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 50
R. Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí.
Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí; por tu gran ternura, borra mis culpas. ¡Lávame de mi maldad! ¡Límpiame de mi pecado! R.
Reconozco que he sido rebelde; mi pecado no se borra de mi mente. Contra ti he pecado, y solo contra ti, haciendo lo malo, lo que tú condenas. R.
Por eso tu sentencia es justa; irreprochable tu juicio. En verdad, soy malo desde que nací; soy pecador desde el seno de mi madre. R.
Lléname de gozo y alegría; alégrame de nuevo, aunque me has quebrantado. Aleja de tu vista mis pecados y borra todas mis maldades. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 4, 26-34
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús dijo también: “Con el reino de Dios sucede como con el hombre que siembra semilla en la tierra: que lo mismo da que esté dormido o despierto, que sea de noche o de día, la semilla nace y crece, sin que él sepa cómo. Y es que la tierra produce por sí misma: primero el tallo, luego la espiga y más tarde los granos que llenan la espiga. Y cuando ya el grano está maduro, lo recoge, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.”
También dijo Jesús: “¿A qué se parece el reino de Dios, o con qué podremos compararlo? Es como una semilla de mostaza que se siembra en la tierra. Es la más pequeña de todas las semillas del mundo, pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las otras plantas del huerto, con ramas tan grandes que hasta las aves pueden posarse bajo su sombra.”
De esta manera les enseñaba Jesús el mensaje, por medio de muchas parábolas como estas, según podían entender. Pero no les decía nada sin parábolas, aunque a sus discípulos se lo explicaba todo aparte. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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